La Colección De Libros Reconocido Como: Biblia:
La Colección De Libros
Reconocido Como: Biblia:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
La colección de libros reconocidos y usados por la iglesia cristiana como el registro inspirado de la revelación de Dios de sí mismo y de su voluntad para la humanidad.
I.
Nombres:
La
palabra “Biblia” viene del gr. biblia, plural de biblion, diminutivo de biblos (libro), de byblos (papiro).
En tiempos antiguos se usaba el papiro para hacer el papel del que se fabricaban los libros. Las palabras biblion y biblia se usan en el AT (LXX) y en los Apócrifos para las Escrituras (Dn. 9:2; 1 Macabeos 1:56; 3:48; 12:9).
Ayuda Hermenéutica:
סֵפֶר = séfer H5612 o (femenino) סִפְרָה = sifrá (Salm. 56:8 [9]); de H5608; propiamente escrito (el arte o documento); por impl. libro: - carta, libro. (Strong).
Alrededor
del siglo V de la era cristiana, los Padres de la iglesia griega aplicaron el
término biblia a la totalidad de las Escrituras cristianas. Más tarde la
palabra pasó a la iglesia occidental y, aunque en realidad es un sustantivo
plural neutro, llegó a usarse en el lat. como femenino singular. Así, “Los Libros” se convirtieron por consenso común en “El Libro”.
En el NT., se refiere generalmente al AT., como las Escrituras (Mt. 21:42; 22:29; Lc. 24:32; Jn. 5:39; Hech.18:24). Otros términos que se usan son Escritura (Hech. 8:32; Gál. 3:22), las sagradas Escrituras (Rom. 1:2; 2 Tim. 3:15) y escritos sagrados (2 Tim. 3:15 RSV, inglés).
El término plural biblia enfatiza el hecho de que la Biblia es
una colección de libros. El uso de la palabra en singular pone énfasis en la
unidad de los libros. El hecho de que ningún adjetivo calificativo se coloque
antes del término apunta a la singularidad de este libro.
Los nombres Antiguo Testamento y Nuevo Testamento se han usado desde fines del siglo II de la era cristiana para distinguir a las Escrituras judías y cristianas. El AT., está compuesto por libros producidos por escritores bajo el pacto de Dios con Israel; el NT contiene escritos de los apóstoles (miembros del pueblo del nuevo pacto de Dios). El término Novum Testamentum se encuentra por primera vez en Tertuliano (190-220 d. de J.C.). “Testamento” se usa en el NT., para traducir la palabra gr. diatheke1) (lat. testamentum) que en el uso clásico significaba “una voluntad” pero en la Septuaginta y en el NT., se usaba para traducir la palabra heb. berith2) (un pacto).
II. Idiomas:
La
mayor parte del AT., fue escrita en hebreo,
el idioma hablado por los israelitas en Canaán antes de la cautividad
babilónica. Después del regreso del exilio, los hebreos le dieron entrada al
arameo, un dialecto relacionado que se hablaba por lo general en todo el
sudoeste de Asia. Unas cuantas partes del AT., están escritas en arameo
(Ez. 4:8—6:18; 7:12-26; Jr. 10:11; Dn. 2:4—7:28). El texto hebreo antiguo consistía solamente de consonantes, ya que el alfabeto [alefato]
hebreo no tenía vocales escritas. Los signos
vocales fueron inventados por los
eruditos judíos masoréticos en el siglo VI de la era cristiana y más tarde.
Excepto por unas cuantas palabras y frases, el NT., fue compuesto en griego, el idioma de la conversación común en el mundo helenístico. Los papiros encontrados en Egipto han arrojado mucha luz sobre el significado de muchas palabras del NT.
III.
Extensión y Divisiones:
La
Biblia protestante en uso general en el día de hoy contiene 66 libros, 39 en el
AT., y 27 en el NT.
Los 39 libros del AT., son los mismos reconocidos por los judíos palestinos en tiempos del NT., y por los judíos en el día de hoy. Los judíos de habla gr. de este período, sin embargo, reconocieron como Escritura un número mayor de libros. El AT., gr. (LXX) que pasó de ellos a la iglesia cristiana primitiva contenía, además de los 39 libros del canon heb., varios otros, de los cuales siete —Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, 1 y 2 de Macabeos, además de las dos adiciones así llamadas a Ester y Daniel— son considerados como canónicos por la Iglesia Católica Romana, resultando en un canon del AT., de 46 libros.
Los libros en la Biblia hebrea están
colocados en tres grupos:
·
La Ley3),
·
Los Profetas4) y
· Los Escritos5).
Ø
La Ley comprende el Pentateuco.
Ø Los
Profetas consisten de ocho libros:
§ Los
Profetas Anteriores:
ü Josué,
ü Jueces,
ü Samuel y
ü Reyes, y
§ Los
Profetas Posteriores:
ü Isaías,
ü Jeremías,
ü Ezequiel
y
ü los
Profetas Menores.
Ø Los Escritos son los libros restantes:
§ Salmos,
§ Proverbios,
§ Job,
§ Cantar
de los Cantares,
§ Rut,
§ Lamentaciones,
§ Eclesiastés,
§ Ester,
§ Daniel,
§ Esdras—Nehemías
y
§ Crónicas.
En total
tradicionalmente se reconocen 24, pero éstos corresponden a los 39 de los
protestantes, ya que en este último se reconocen los Profetas Menores como 12 libros, y Samuel, Reyes, Crónicas y Esdras—Nehemías,
como dos cada uno.
Todas las ramas de la iglesia cristiana están de acuerdo en el
canon del NT. La agrupación de los libros es natural:
1) Los cuatro Evangelios,
2) Hechos, el único
libro histórico,
3) Las Epístolas (de
Pablo y luego las Generales) y
4) Apocalipsis.
IV.
Texto:
El
texto de la Escritura ha llegado a nosotros en un admirable estado de
preservación. Hasta el invento de la imprenta a mediados del siglo XV, todas
las copias de las Escrituras fueron hechas a mano. Los antiguos escribas judíos
copiaron el AT., con sumo cuidado.
Los Rollos del Mar Muerto, algunos de los siglos II y III a. de J.C., contienen tanto libros enteros o fragmentos de todos los del AT., excepto uno (Ester); y dan testimonio de un texto admirablemente semejante al texto hebreo dejado por los masoretas (desde el año 500 d. de J.C. en adelante).
La
evidencia de la confiabilidad del texto del NT., es concluyente e incluye cerca
de 4,500 mss. gr., los cuales datan desde el año 125 d. de J.C. hasta la
invención de la imprenta. Varias versiones, p. ej., la Antigua Latina y
Siriaca, se remontan cerca del año 150 d. de J.C. Existe infinidad de citas de
las Escrituras en los escritos de los Padres de la iglesia, principiando con
los fines del primer siglo.
Entre los mss. más antiguos del NT., gr. que han llegado a nosotros están: el fragmento del Evangelio de Juan de John Rylands (c. 125); el Papyrus Bodmer II, un ms. del Evangelio de Juan que data de c. 200; el Chester Beatty Papyri, que consiste de tres códices que contienen los Evangelios y Hechos, la mayoría de las Cartas de Pablo y Apocalipsis, que datan desde c. 200; y los códices Vaticano y Sinaítico, ambos escritos en c. 350.
V.
Capítulos y Versículos:
La Biblia originalmente no tenía capítulos o vv. Por razón de conveniencia para referencia, los judíos de los tiempos pretalmúdicos dividieron el AT., en secciones, como nuestros capítulos y vv. La división de capítulos que usamos hoy la hizo Stephen Langton, arzobispo de Canterbury, quien murió en 1228. La división del NT., en sus vv. actuales la encontramos por primera vez en una edición del NT., gr. publicado en 1551 por un impresor de París, Robert Stephens, quien en 1555 también sacó una edición de la Vulgata que fue la primera edición de la Biblia entera que apareció con nuestros capítulos y vv. actuales. La primera Biblia en inglés que se dividió en esa forma fue la edición de Ginebra de 1560.
VI.
Traducciones:
El AT., fue traducido al griego (la LXX) entre los años 250 y 150 a. de J.C., y poco después del principio de la era cristiana aparecieron otras traducciones en gr. Al menos partes del AT., fueron traducidas al siríaco a principios del primer siglo de la era cristiana y una traducción cóptica apareció probablemente en el siglo III. El NT., fue traducido al lat. y siríaco en c. 150 y una cóptica en c. 200. La Biblia, completa o en partes, está ahora disponible en más de 1,100 diferentes idiomas y dialectos.
VII.
Mensaje:
Aunque
la Biblia consiste de muchos libros diferentes escritos durante un largo
período de tiempo y por una gran variedad de escritores, la mayoría de los
cuales no se conocían unos a otros, tiene una unidad orgánica que solamente
puede explicarse asumiendo, como el libro mismo lo reclama, que sus escritores
fueron inspirados por el Espíritu Santo para dar el mensaje de Dios al hombre.
El tema de este mensaje es el mismo en ambos Testamentos, la redención del
hombre.
El
AT., nos habla del origen del pecado del hombre y de la preparación que Dios
hizo para la solución de este problema a través de su propio Hijo, el Mesías.
El NT., describe el cumplimiento del plan
redentor de Dios:
·
Los cuatro Evangelios nos hablan sobre la
venida del Mesías;
·
Hechos describe el origen y crecimiento
de la iglesia, el pueblo redimido de Dios;
·
Las Epístolas dan el significado y la implicación de la encarnación; y
· El libro de Apocalipsis muestra cómo algún día toda la historia será consumada en Cristo.
VIII.
Nuevo Testamento:
Una
colección de 27 documentos que conforman la segunda parte de las Escrituras
sagradas de la iglesia cristiana. La primera parte de estas Escrituras se
denomina, por contraste, Antiguo Testamento. En el nombre Nuevo Testamento, al
parecer dado primeramente a la colección en la segunda mitad del siglo II de
nuestra era, la palabra testamento representa al término gr. diatheke traducido
testamento como acuerdo o pacto (siendo este último el equivalente más
adecuado).
El
nuevo pacto es el nuevo orden o dispensación inaugurado con la muerte de
Jesucristo (Lc. 22:20; 1 Cor. 11:25), dando cumplimiento a la promesa de Dios
(Jr. 31:31-34; comparar Heb. 8:6-12). El pacto anterior, que Dios estableció
con Israel en tiempos de Moisés, llegó a denominarse antiguo pacto (comparar 2 Cor.
3:14; Heb. 8:13). El orden en que los 27
documentos nos llegan en la actualidad es más una cuestión temática que un
orden cronológico:
Ø En primer lugar,
están los cuatro Evangelios, que
narran el ministerio, muerte y resurrección de Jesús.
Ø A éstos les sigue
el libro de los Hechos de los Apóstoles,
que comienza mencionando las apariciones de Jesús a sus discípulos después de
la resurrección; de allí en adelante se nos dice la manera en que, en el
transcurso de los siguientes 30 años, el cristianismo se extendió a lo largo
del camino que va de Jerusalén a Roma. Este libro fue escrito en principio como
una continuación del Evangelio según Lucas. Los cinco conforman la sección
narrativa del NT.
Ø Los
siguientes 21 documentos toman la forma de cartas escritas a comunidades o a
personas en particular:
·
13 de ellos llevan el nombre de Pablo
como su autor,
·
Uno anónimos.
·
Uno el nombre de Santiago,
·
Dos el de Pedro y
·
Tres de Juan.
·
Uno el de Judas.
·
En el último libro del NT., se observan
algunas características del estilo epistolar, en el sentido de que comienza con
siete cartas explicatorias dirigidas a iglesias en la provincia romana de Asia;
pero en su mayor parte pertenece al estilo de literatura que le ha dado su
nombre
(apocalíptica, de apokalypsis:
revelación).
En la literatura apocalíptica, el desarrollo del cumplimiento del propósito de Dios sobre la tierra se da en forma de visiones simbólicas.
Jesús
mismo no escribió libro alguno, pero transmitió sus enseñanzas a sus discípulos
en formas que podían memorizarse y enseñarse a otros con facilidad.
Existen fundadas razones para pensar que uno de los primeros escritos cristianos fue una compilación de sus enseñanzas, ordenadas según los temas principales que él trató, aunque este documento no ha sido conservado en su forma original, sino que ha sido incorporado a alguno de los libros del NT., existentes. Pablo y los otros escritores eran conscientes de la realidad de que ellos expresaban el pensamiento de Cristo, bajo la dirección de su Espíritu. Sus cartas, por tanto, están llenas de enseñanzas impartidas a los primeros lectores con autoridad apostólica, la cual conserva su validez hasta el día de hoy, habiendo sido además preservadas por la providencia divina para nuestra instrucción.
Los
Evangelios comenzaron a aparecer cerca del final del tiempo de la primera
generación que conoció de la muerte y resurrección de Jesús. Para ese entonces,
los testigos oculares iban desapareciendo uno a uno y en poco tiempo más ya
habrían muerto todos. Era necesario, por lo tanto, que su testimonio quedara
registrado de manera permanente, para que aquellos que vinieran después no
estuviesen en inferioridad de condiciones en comparación con los creyentes de
la primera generación.
Durante algún tiempo estos cuatro registros evangélicos circularon en forma local e independiente, siendo valorados, sin duda, por aquellos a quienes en primera instancia habían sido dirigidos. Pero ya para principios del segundo siglo estaban agrupados y comenzaron a circular como un cuádruple registro a través del mundo cristiano. Cuando esto aconteció, el libro de Hechos fue separado del Evangelio según Lucas, con el cual formaban una serie, para iniciar una trayectoria propia, pero de ninguna manera carente de significado.
Las
cartas de Pablo fueron preservadas en principio por aquellos a quienes fueron
enviadas. Al menos, todas aquellas que han llegado hasta nosotros fueron
conservadas de esa manera, ya que en algunos lugares en la correspondencia suya
que se ha preservado aparecen referencias a una carta que pudo haberse
extraviado en fecha muy temprana (comparar 1 Cor. 5:9; Col. 4:16). No obstante,
ya para la última década del primer siglo hay evidencias de un intento por
reunir las cartas que de él existían y de hacerlas circular entre las iglesias
como una colección.
Desde
la segunda mitad del siglo II la iglesia ya había llegado a reconocer la
existencia de un NT., de las mismas dimensiones, en general, que el nuestro.
Durante
bastante tiempo hubo cierto cuestionamiento acerca de unos pocos de los libros
en la parte final de nuestro NT., y ocasionalmente se presentaron argumentos a
favor del reconocimiento de libros que, en última instancia, no mantuvieron su
ubicación dentro de la colección. Pero al cabo de algunas generaciones de
debate acerca de los pocos libros “disputados”,
en contraste con la mayoría de los libros “reconocidos”,
encontramos los 27 libros que componen nuestro NT., actuales listados por
Atanasio de Alejandría en el año 367 d. de J.C., y poco tiempo después por
Jerónimo y Agustín en Occidente. Estos líderes no impusieron decisiones propias,
sino que publicaron lo que era ampliamente reconocido. Cuando por primera vez
en el Concilio de Cartago (397 d. de J.C.) se pronunció sobre el particular, no
hizo más que dejar establecido el consenso existente entre la iglesia en
Oriente y en Occidente.
La
autoridad del NT., no se fundamenta en la evidencia arqueológica ni en ninguna
otra línea de estudio comparativo, sino en la autoridad de Cristo, ya sea
ejercida en su propia persona o delegada a sus apóstoles. Los documentos del NT.,
son el legado escrito del testimonio de Cristo dado por los apóstoles y de la
enseñanza que impartieron en su nombre. El canon del NT., sirve como la regla
de fe y vida de la iglesia. Continúa convocando a los creyentes a volver a los
caminos de la pureza apostólica.
En
todo esto, el lugar del AT., como una parte integral de las Escrituras
cristianas no queda ignorado. Ambos Testamentos están de tal manera
relacionados que la autoridad de uno da por sentada la autoridad del otro. Si
el AT., registra la promesa divina, el NT., registra su cumplimiento; si el AT.,
describe la manera en que a través de muchos siglos se preparó la venida de
Cristo, el NT., nos describe cómo él vino y lo que su venida produjo.
Si aun los escritos del AT., pueden hacer a los lectores sabios para la salvación a través de Jesucristo y capacitarlos plenamente para el servicio de Dios (2 Tim. 3:15-17), ¡cuánto más cierto es eso respecto de los escritos del NT.! La afirmación de nuestro Señor acerca de la suprema función de las Escrituras tempranas se aplica con la misma fuerza a las del NT.: Ellas son las que dan testimonio de mí (Jn. 5:39).
IX.
Textos Y Versiones (NT.):
El
NT., juntamente con el AT., sobresale virtualmente como único en la literatura
de la antigüedad como obra que fue traducida a otros idiomas. Además de los
mss. que contienen un texto continuo del NT., muchos mss. de leccionarios de
estos siglos han sobrevivido. Estos son mss. que
contienen pasajes del NT., organizados para leer en días especiales.
· Desde el siglo I
al IV d. de J.C. se escribieron mss. del NT., en letras
unciales sobre papiro.
· Desde el IV al X,
en letras unciales sobre pergamino; desde el X al XIV, en letras minúsculas
sobre pergamino;
· Desde el XIV hasta la invención de la imprenta en el siglo XV, en letras minúsculas sobre papel.
Se
conocen unos 70 mss. y fragmentos en papiro, unos 250 mss. unciales, 2,500 mss.
cursivos y 1,600 leccionarios. Los papiros se designan con “p” y un número sobrescrito (por ejemp., p66).
Los unciales se designan con letras mayúsculas de los alfabetos castellano y griego,
más alef, hasta donde las
letras permitan; pero todos los unciales se designan también por un número
precedido de un cero (por ejemp., 047). Los cursivos se designan sólo por un
número (por ejemp., 565), y los leccionarios por un número precedido por una
letra “l”, algunas veces en bastardilla
(por ejemp., l299).
Si todos los mss. del NT., fuesen destruidos, el NT., podría
virtualmente ser reconstruido por una fuente significativa:
Ø Los
millares de citas de pasajes del NT., en los escritos de los Padres primitivos
de la iglesia, principalmente en griego, latín
y siríaco.
Estas
citas deben ser consultadas cuidadosamente, ya que a menudo eran dadas de
memoria o simplemente como una alusión escritural y por lo tanto no verbalmente
exactas. No obstante, muchas son textualmente dignas de confianza.
Los
millares de citas de pasajes del NT., en los escritos de los Padres
primitivos de la iglesia, principalmente en: griego, latín y siríaco.
___________
Nota
y Bibliografía:
1) diatheke = (διαθήκη, G1242), significa primariamente
otorgamiento de propiedad mediante un testamento o por otros medios. En su
utilización en la LXX, es traducción de un término hebreo que significa pacto o
acuerdo, de un verbo que significa cortar o dividir, en alusión a una costumbre
sacrificial relacionada con la celebración de un pacto (p. ej., Gn. 15:10: «partió»; Jr. 34:18-19: «dividiendo»). En contraste al
término castellano «pacto», que significa una mutua obligación de dos o más
partes, comprometiéndose cada una de las partes a cumplir sus obligaciones, diatheke no implica por sí mismo
la idea de obligación mutua, sino que mayormente significa una obligación
asumida por una sola persona. Por ejemplo, en Gál. 3:17 se utiliza como una
alternativa a «promesa» (vv. 16, 17 y 18). Dios impuso a Abraham el rito
de la circuncisión, pero su promesa a Abraham, que recibe en este pasaje el
nombre de pacto, no estaba condicionado a la observancia de la circuncisión,
aunque hubiera una pena sobre su inobservancia. (VINE).
2) berît = (בְּרִית, H1285), «pacto; alianza; convenio; acuerdo; confederación». Lo más probable es que este nombre
se derive de la raíz acádica que significa «encadenar, poner grillos»; tiene paralelos en hitita, egipcio,
asirio y arameo. Berît se encuentra más de 280 veces en
todas las secciones del Antiguo Testamento. El primer caso del vocablo está en
Gn. 6:18: «Pero estableceré mi
pacto contigo [Noé]. Entraréis en el arca tú, tus hijos, tu mujer y las
mujeres de tus hijos contigo». «Alianza» es la traducción preferida de berît por la rv: «Haced, pues, ahora alianza con nosotros» (Jos. 9:6); sobre todo en el caso
de acuerdos políticos internos de Israel (2 Sam. 3:12-13, 21; 5:3) o entre
naciones (1 R. 15:19). En estos casos las revisiones subsiguientes (rvr, rva,
nrv) usan «alianza» o «pacto». En Juc. 2:2 se traduce: «Con tal que nosotros no hagamos «pacto» con los
moradores de esta tierra», («alianza» rva). El mandamiento también le fue
dado a Israel en Ex. 23:32; 34:12-16; y en Deut. 7:2-6. (VINE).
3) “La ley de Moisés = תּוֹרָה - Toráh
(La Ley)” que abarca de Génesis a Deuteronomio;
4) “Los profetas = נְבִיאִים – Neviím = (Los Profetas)” que incluye tanto los “profetas anteriores” (los libros históricos de
Josué, Jueces, 1-2 Samuel y 1-2 Reyes) como los “profetas posteriores” (Isaías,
Jeremías, Ezequiel y los 12 profetas menores: Oseas a Malaquías) y
5) “Los Salmos”, libro representativo del tercer grupo que identificaban los judíos,
llamados “Los escritos = כְּתוּבִּים = Ketuvím (La Hagiógrafa) ”. (El libro de Daniel forma parte de este grupo).
- e-Sword-the. LEDD.
Mundo Hispano…
-
Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez. 7/1/2025. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”. AA-HH Ciudadela de
Noé. Los Cardos Mz. E - Lt. 18. III
Etapa. Cel. 937-608382-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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