¿PECAN O NO PECAN LOS SANTOS? (1 Juan 1:7-10)
¿PECAN O NO PECAN LOS SANTOS?
(1
Juan 1:7-10)
“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión
unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado…
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros… Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad… Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él
mentiroso, y su palabra no está en nosotros”. (vv. 7-10).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Los
falsos maestros no solo negaban que el pecado quebraba la relación con Dios (1:6)
y que ellos tenían una naturaleza no pecaminosa (1:8), sino que, sin importar
lo que hicieran, no cometían pecado (1:10) Esta
es una mentira que pasa por alto una verdad fundamental: todos somos pecadores por naturaleza y por obra.
Al convertirnos, son perdonados todos nuestros pecados:
·
Pasados,
·
Presentes y
·
Futuros.
Más
aun después de llegar a ser cristianos, todavía pecamos y debemos confesar. Esa
clase de confesión no es ganar la aceptación de Dios sino quitar la barrera de
comunión que nuestro pecado ha puesto entre nosotros y El.
Sin
embargo, es difícil para muchos admitir sus faltas y negligencia, aun delante
de Dios. Requiere humildad y sinceridad
reconocer nuestras debilidades, y la mayoría de nosotros pretende en cambio ser
fuerte:
Ø No
debemos temer revelar nuestros pecados a Dios;
Ø Él
ya los conoce.
Él no nos apartará, no importa lo que hagamos. Por el contrario, apartará nuestro pecado y nos atraerá hacia sí.
I. Confesión Del Pecado. 1 Juan 1:7-10:
Es
cierto que, cumplida la condición de caminar
en la luz, en comunión con nuestro Padre y con nuestros
hermanos, hay en la fuente de Salvación abierta en el Calvario suficiente
provisión de perdón y limpieza para los pecados
del mundo entero (2:2), pero,
para que dicha provisión pueda ser aplicada eficazmente a cada persona, y en
cada caso singular, es preciso que el pecador se ponga en línea con Dios.
¿Qué significa eso? Lo
siguiente:
Dios nos acusa, por medio de su
Palabra, de su Espíritu y de la conciencia, cada vez que cometemos pecado; si
nosotros nos excusamos o ignoramos esa voz de Dios condenatoria
del pecado, vamos contra Dios; pero si nosotros nos acusamos, nos ponemos en línea con
Dios.
Esta
acusación propia, que (como es natural) ha de ser sincera y, por ello,
acompañada de genuino arrepentimiento, es lo que Juan llama aquí (v. 9), “confesar el pecado”.
1.1. Dios Está En Luz: (v. 7):
“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
Ayuda Hermenéutica:
G4043 peripateo = (περιπατέω, G4043),
véase ANDAR, Nº 1. Se traduce con el verbo «ir»
en Mr. 16:12: «iban de camino»; Juan 21:12:
«ibas». Véanse también CAMINAR, CONDUCIR,
OBSERVAR, OCUPAR. (VINE).
G5457 fos = (φω̂ς, G5457), relacionado con fao = dar luz (de las raíces f y fan). (VINE).
Comp.
5:8, 5:11-14, “Andamos”; “Dios está (esencialmente
en su misma naturaleza como “la Luz”, 1:5) en la luz”. (v. 7).
Caminar
en la luz, el elemento en que Dios mismo está, constituye la prueba de la
comunión con él. Cristo, como nosotros, anduvo en la luz (2:6). Alford observa
que, andar en la luz como él está en la luz, no es meramente la imitación de
Dios, sino una identidad del elemento esencial de nuestro andar diario con el
elemento esencial del eterno ser de Dios.
tenemos comunión entre nosotros—los unos con los
otros, y por supuesto, con Dios (sobreentendido
del v. 6), porque sin tener
comunión con Dios, no puede haber verdadera comunión cristiana de los unos con
los otros (1:3)
Y—como
resultado de andar “en la luz como él está en la
luz”. la sangre … todo pecado—contraído diariamente por:
·
La debilidad pecaminosa de la carne, y
·
Por el poder de Satanás y
· Del mundo.
Tres Orígenes De La Tentación:
Ø Origen: El mundo.
Táctica: No nos adaptemos a
él (Rom. 12:2).
CONQUISTEMOS su pensamiento
(Rom. 12:21: 1 Jn. 3:4).
Ø Origen: La carne.
Táctica: Considerémonos
muertos a ella (Rom. 6:11; Col. 3:5).
HUYAMOS de su llamado
(Stg. 1:14, 15).
Ø Origen: El diablo.
Táctica: No le demos lugar para obrar (Ef. 4:27).
RESISTAMOSLO (Stg. 4:7; 1 P. 5:6-9).
No está hablando de la justificación por su sangre hecha una vez
por todas, sino de la santificación presente (verbo en presente), la que el cristiano
andando en la luz y teniendo comunión con Dios y con los santos, goza como su
privilegio. Comp. Jn. 13:10, Griego, “El que está
bañado, no necesita lavarse sino los pies, pues que está del todo limpio”.
Comp. 1:9, “nos limpie de toda maldad”,
paso adicional después que “nos perdone nuestros
pecados”.
La sangre de Cristo es el medio de purificación, por el cual, gradualmente, estando ya justificados y en comunión con Dios, llegamos a ser limpios de los pecados que estorbarían nuestra comunión con Dios. Algunos manuscritos antiguos dicen “de Jesucristo”; otros, “de Jesús”.
La mención de la purificación del pecado en el versículo 7 lleva al pensamiento de esta sección.
1.2. Confesión Del Principio Del Pecado1): (v. 8):
“Si
decimos que no tenemos pecado*, nos
engañamos** a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros”.
Ayuda
Hermenéutica:
G266 *ἁμαρτία
= jamartía: de G264; pecar (propiamente abstractamente):
- pecado, pecaminoso, pecar.
(Strong).
G4105 **πλανάω
= planáo: de G4106; (propiamente hacer) vagar (de seguridad,
verdad o virtud): - engañador, engañar, errar, extraviar,
descarriar, seducir, vagar. (Strong).
NOTA: no
tenemos pecado: Una
referencia al poder interior del pecado, más que a los actos pecaminosos.
La Confesión
De Los Pecados Es Una Consecuencia Necesaria Del “andar en la luz” (1:7). (v. 8).
“Si te confiesas como pecador, la verdad está en ti; porque la
verdad misma es luz. Aún no ha llegado tu vida a ser perfectamente luz, pues
aún hay pecados en ti, pero con todo ya comenzaste a ser iluminado, porque hay
en ti confesión de pecados”. [Agustín].
que no tenemos pecado—“Tenemos”, no “hemos tenido”, no debe referirse a la pasada vida pecaminosa de uno aún inconverso, sino a la condición presente, en la que los creyentes tienen pecado todavía.
Nótese: “tenemos pecado” (en el singular; pero confesamos nuestros
pecados, en el plural).
El
pecado se refiere a la corrupción del viejo hombre aún presente
en nosotros, y la mancha creada por los mismos pecados actuales que manan de
aquella antigua naturaleza en nosotros. Confesar nuestra necesidad de limpieza
del pecado presente es esencial para poder “andar
en la luz”; tanto es la presencia de algún pecado incompatible, en
la realidad, con nuestro “andar en la luz”.
Pero el creyente:
·
Odia el pecado,
·
Lo confiesa, y
·
Anhela ser librado de todo pecado.
Que
es oscuridad.
“Los que defienden sus pecados,
verán en el día grande si los pueden defender”.
nos engañamos—No podemos engañar a Dios; sólo nos
hacemos a nosotros mismos errar de la senda recta.
la verdad—(2:4). La verdadera fe. “La verdad respecto a la santidad de Dios y a nuestra pecaminosidad, que es la misma chispa primera de la luz para nosotros, no tiene cabida en nosotros”.
Las consecuencias de no confesar que tenemos pecado son dos:
1) Nos engañamos a nosotros mismos, literalmente
nos descarriamos, haciéndonos
a nosotros mismos lo que Satanás nos quiere hacer;
2) La verdad en nosotros; cerramos la puerta a la luz y vivimos en una atmósfera de oscuridad voluntaria.
1.3.
Confesión De Los Pecados Concretos: (v.
9):
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
G3670 ὁμολογέω = jomologuéo: de un compuesto de la base de G3674
y G3056; asentir, i.e. pacto, reconocimiento: - profesar, prometer, confesar, declarar, hacer.
V. 9:
B218
Ἵνα se usa aquí para
introducir una cláusula que tiene el sentido de resultado previsto (comp. Heb.
6:10; ἵνα introduce una
cláusula que tiene el sentido de resultado real -BD391[5]; comp. R998).
[Editor. La realidad de la cláusula de resultado depende de la cláusula
condicional que aparece en el comienzo del v. 9.]
B263
Aquí
la cláusula condicional realmente tiene un sentido futurista: si confesáremos nuestros pecados; (él nos perdonará, por): él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados.
NOTA: confesar: significa “decir lo mismo acerca del pecado que dice Dios”. El perdón y la comunión de la familia de Dios se restauran cuando confesamos.
sí confesamos—con los labios, hablando de un corazón contrito;
abarca también la confesión a nuestros prójimos de las ofensas cometidas contra
ellos. (V. 9).
él es fiel—Dios es fiel a sus promesas; es “veraz” en sus dichos. justo—No solamente la misericordia, sino
también la justicia de Dios está expuesta en la redención del arrepentido
creyente en Cristo. Las promesas del Dios de misericordia, a las que es fiel,
están en consonancia con su justicia.
para que—El perdonarnos nuestros pecados y el limpiarnos de
toda maldad está en el cumplimiento de los propósitos de su eterna fidelidad y
justicia.
perdone—remitiendo la culpa.
limpie—purificar
de toda inmundicia, de modo que de aquí en adelante seamos más y más libres de
la presencia del pecado por el Espíritu de santificación (comp. Heb. 9:14, y, Heb.
1:7.
toda maldad—Griego, “injusticia”; ofensiva a Dios, quien es “justo”, y “recto”. “De todo pecado” en el 7, así llamado porque “el pecado es la transgresión de la ley”, y la ley es la expresión de la justicia de Dios, de modo que el pecado es la injusticia.
Perdonar … limpiarnos:
1) Perdón
es absolución del castigo del pecado, y
2) Purificación es absolución de la contaminación del pecado.
Si
Dios nos ha perdonado nuestros pecados por la muerte de Cristo, ¿por qué debemos confesar nuestros pecados? Al admitir nuestro pecado y recibir la limpieza de
Cristo:
1) Acordamos con Dios en que nuestro pecado es de veras pecado y
que deseamos abandonarlo,
2) Nos aseguramos de no ocultarle nuestros pecados, y en
consecuencia no ocultarlos de nosotros mismos, y
3) Reconocemos nuestra
tendencia a pecar y nuestra dependencia de su poder para vencer el pecado.
1.4.
Confesión De Los Pecado Personales. (v.
10):
“Si decimos que no hemos
pecado, le hacemos a él mentiroso, y su
palabra no está en nosotros”.
Ayuda
Hermenéutica:
G5583 ψεύστης = pseústes: de G5574; falsificador,
falsario: - mentiroso. (Strong).
NOTA: que no hemos pecado: I, es., que no hemos cometido pecado. También los creyentes pecan; si negamos nuestros pecados pasados y nuestras culpas presentes, nos engaños a nosotros mismos, nos burlamos de Dios y no caminamos en la luz.
Paralelo con el v. 8. no hemos pecado. (v. 10):
· Se
refiere a la comisión de pecados reales, aun después de la regeneración y la
conversión;
· Mientras
que el v. 8,
“no tenemos pecado”, significa la culpa actual que queda (hasta ser limpiada) de los pecados cometidos por el creyente y el pecado de
nuestra vieja naturaleza corrupta que aún se adhiere a nosotros.
El
pretérito perfecto, “hemos pecado”, trae
hasta el presente la comisión de pecados, no sólo los pecados cometidos antes
de la conversión, sino también después.
lo hacemos a él mentiroso—Una
gradación: “mentimos” (1 Jn. 1:6);
“nos engañamos” (1:8);
lo peor de todo, “hacemos mentiroso a Dios”;
con negar su palabra al efecto, de que todos los hombres son pecadores (comp.
5:10*).
* “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha
creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo”.
tiene el
testimonio en sí mismo—de Dios, mediante su Espíritu (5:8). El Espíritu de
Dios mora en él, y testifica que “Jesús es el Señor”,
“el Cristo”, y “el Hijo
de Dios”. (5:1, 5). El testimonio del Espíritu en el creyente mismo
de su propia adopción no está expresado aquí, pero se sigue como consecuencia
de creer el testimonio que Dios da de la divina filiación de Jesús.
que no
cree—no
da crédito a su testimonio.
le ha
hecho mentiroso—una
consecuencia que muchos virtual, o hasta confesadamente, no creen, que bien
podrá alarmarlos por tan terrible blasfemia y presunción (1:10).
no ha creído—negarse a dar crédito, a poner confianza en (griego, eis), el testimonio de Dios envuelve la negación de creer en (depositar la confianza en) Jesucristo, el objeto del testimonio de Dios. Esta es la clase superior de fe; porque el objeto tiene la mayor credibilidad por estar basada en el testimonio de Dios. [Pearson sobre Credo]. “La autoridad en que confiamos es divina; la doctrina que seguimos es divina”.
—su palabra no está en nosotros—“Su palabra”, que es la verdad (v. 8), nos acusa verdaderamente; con negarla la arrojamos del corazón (comp. Jn. 5:38). Nuestro rechazamiento de “su palabra” tocante a ser nosotros pecadores, presupone como la consecuencia, nuestro rechazamiento de su palabra y voluntad reveladas en la ley y en el evangelio como un todo; porque éstas en todas sus partes descansan sobre el hecho de que hemos pecado y que tenemos pecado.
Porque en todas partes Dios dice
que el hombre ha pecado.
Su palabra no está en nosotros. La palabra de Dios tanto en el AT., como en el Nuevo.
Concluyo:
Negaban la realidad del pecado. Juan dice que, si
seguimos pecando, no podemos afirmar que somos de Dios. Si decimos que
no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y nos negamos a aceptar la
verdad.
En
muchas partes de la Biblia la “palabra”
tiene un carácter dinámico. Cumple el propósito de Dios (comp. Is. 55:11). Todo
aquel que niega ser un pecador y que con esa actitud hace de Dios un mentiroso
muestra, por ese hecho, que la palabra
efectiva de Dios no mora en él.
Declarémonos
culpables ante Dios, humillémonos y dispongámonos a conocer lo peor de nuestro
caso. Confesemos honestamente todos nuestros pecados en
su plena magnitud, confiando totalmente en su misericordia
y verdad por medio de la
justicia de Cristo, para un perdón libre y completo y por nuestra liberación
del poder y la práctica del pecado.
Confesemos
honestamente todos nuestros pecados en
su plena magnitud.
__________
Nota
y Bibliografía:
1) G266
jamartia = (ἁμαρτία, G266),
es, lit., errar el blanco, pero este significado etimológico se pierde de vista
en gran medida en el NT. Es el término más inclusivo de distorsión moral. Se
usa del pecado como principio o fuente de la acción, o un elemento interno
productor de acciones, p. ej., Rom. 3:9; 5:12-13, 20; 6:1-2; 7:7, abstracto por
concreto; Rom. 7:8, dos veces, 9, 11, 13: «el
pecado, para mostrarse pecado», esto es, «el pecado me vino a ser muerte, a fin de poder quedar evidenciado en todo
lo repelente de su carácter». En la última
cláusula: «el pecado llegase a ser sobremanera
pecaminoso», esto es, mediante la santidad de la ley, el propósito
era que la verdadera naturaleza del pecado fuese manifestada a la conciencia;
(b) Principio o poder
director (p. ej., Rom. 6:6: «el cuerpo del
pecado»). En este pasaje el pecado es mencionado como un poder
organizado, actuando por medio de los miembros del cuerpo, aunque el asiento
del pecado esté en la voluntad (el cuerpo es el
instrumento orgánico). En la siguiente cláusula, y en los siguientes
pasajes que se citan, este principio rector es personificado, p. ej., Rom. 5:21;
6:12, 14, 17; 7:11, 14, 17, 20, 23, 25; 8:2; 1 Cor. 15:56; Heb. 3:13; Heb. 11:25;
12:4; Stg. 1:15 b.
(c) Término genérico,
distinto de términos específicos como el Nº 2, y sin embargo inclusivo en
ocasiones de actos concretos de mal hacer (p. ej., Jn. 8:21, 34, 46; 9:41;
15:22, 24; 19:11); en Rom. 8:3: «Dios, enviando a su
Hijo en semejanza de carne de pecado», la carne significa el cuerpo,
el instrumento del pecado residente. «Cristo, el
preexistente Hijo de Dios, asumió carne humana: «de la sustancia de la Virgen María»; la suya fue una
encarnación real sin mancha de pecado (para jomoioma
= semejanza, véase SEMEJANZA), «y como una ofrenda por el pecado», esto es, «una ofrenda de pecado» (así en la lxx , p. ej.,
en Lv. 4:32; 5:6-7, 8-9), «condenó al pecado en la
carne», esto es, Cristo, habiendo tomado naturaleza humana, pero sin
pecado (Heb. 4:15), y habiendo vivido una vida sin pecado, murió bajo la
condenación y juicios debidos a nuestro pecado. Para el sentido genérico véase
pasajes adicionales (p. ej., Heb. 9:26; 10:6, 8, 18; Heb. 13:11; 1 Jn. 1:7-8; 1
Jn. 3:4 a; en 3:4b el pecado es definido como «alegalidad»
(cf. nvi: «ilegalidad»; la traducción de
anomia en la generalidad de las versiones en castellano como «infracción de la ley» es incorrecta; cf. MALDAD,
B, Nº 3, y también INIQUIDAD, Nº 1). En 1 Jn. 3:8-9 la traducción que da la rv
es conducente a error; no es el hacer pecado en cuanto a comisión de un acto lo
que se tiene a la vista, sino un curso continuo de pecado, como queda indicado
en rvr y rvr77: «práctica». El uso que
hace el apóstol del tiempo presente de poieo
= hacer, expresa virtualmente el
significado de prasso = practicar, que Juan no utiliza. No es
infrecuente en este sentido en las Epístolas de Pablo (p. ej., Rom. 1:32, rvr;
Rom. 2:1; Gál. 5:21; Filp. 4:9); 1 P. 4:1, en singular en los textos más
comúnmente aceptados, lit., «ha sido hecho cesar de
pecado», esto es, como resultado de sufrir en la carne, la
mortificación de nuestros miembros, y de la obediencia a un Salvador que sufrió
en la carne. El tal ya no vive en la carne «conforme
a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios»
(v. 2). En ocasiones este término se utiliza como un virtual equivalente a
una condición de pecado (p. ej., Juan 1:29: «el
pecado (no pecados) del mundo»; 1 Cor. 15:17); o un curso de pecado,
caracterizado por actos continuos (p. ej., 1 Ts. 2:16). En 1 Jn. 5:17: «toda injusticia es pecado» no es una definición de
pecado, como en 3:4, sino que da una especificación del término en su sentido
genérico;
(d) Un acto
pecaminoso, un acto de pecado (p. ej., Mt. 12:31; Hech. 7:60; Stg. 1:15 a; 2:9;
4:17; 5:15, 20; 1 Jn. 5:16).
Notas:
(1) A Cristo se lo
proclama como habiendo estado exento de pecado en todos los respectos, p. ej.,
(a), (b), (c) más arriba (2 Cor. 5:21 a; 1 Jn. 3:5; Juan 14:30); y en el
sentido (d) en Juan 8:46; Heb. 4:15; 1 P. 2:22.
(2) En Heb. 9:28 b la
referencia es a una ofrenda por el pecado.
(3) En 2 Cor. 5:21:
«lo hizo pecado» indica que Dios trató con
él como debe tratar con el pecado, y que Cristo cumplió aquello que estaba
tipificado en la ofrenda por la culpa. (4) Para la frase «hombre de pecado» en 2 Ts. 2:3. (VINE).
- Comentario Bíblico Moody. NT.
Edit. CBP. Pág. 511.
- MATTHEW, Henry. Comentario Bíblico. Edit. CLIE. Pag.1878.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- e-Sword – the... La Espada de
Dios.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 18//7//2023. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz. E-Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II. Cel. 937-608382-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
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