Parte I: ENCANACIÓN DEL HIJO DE DIOS: (Juan 1:1-18)
Parte I:
ENCANACIÓN DEL HIJO DE DIOS:
(Juan 1:1-18)
El Verbo Hecho Carne:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios… Este era en el
principio con Dios… Todas las cosas por él
fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho… En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres…
La luz en las tinieblas resplandece, y las
tinieblas no prevalecieron contra ella… Hubo un
hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan… Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de
que todos creyesen por él… No era él la luz,
sino para que diese testimonio de la luz… Aquella
luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo…”.
(Juan 1:1-18)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Ayuda Pastoral:
Introducción:
I. “Prólogo”: Juan 1:1-18:
El tema central en
esta primera sección, llamada comúnmente “Prólogo”, es la encarnación del
eterno Hijo de Dios. Describe la introducción de Jesús, el Verbo eterno de Dios, en la
esfera de la humanidad.
No
obstante la aparente sencillez de las expresiones, constituye una de las
declaraciones teológicas más profundas y complejas en la Biblia.
Ha habido intentos de arreglar el Prólogo en forma poética, pero no hay consenso en ese tipo de arreglo. C. K. Barrett clasifica el texto como prosa poética. Como veremos, casi cada palabra del Prólogo está cargada de un enorme contenido de significado, demandando un cuidadoso estudio para evitar el riesgo de omitir algo de su profunda riqueza.
De
entrada vemos un enfoque de la encarnación muy distinto del de los Sinópticos,
lo cual constituye una de las muchas indicaciones de la independencia de Juan.
Este
autor no comienza con la narración del testimonio de Juan el Bautista, como
Marcos, ni con la narración del nacimiento del Bautista y Jesús, como lo hace
Lucas.
Tampoco regresa en su genealogía de Jesús hasta Abraham, como Mateo, ni hasta la creación de Adán, como Lucas. En cambio, Juan retrocedió hasta el comienzo del tiempo (1:1), antes de la creación del universo material, hasta Dios mismo.
Los
que rechazan la unidad del Evangelio, o que afirman un desarrollo por etapas en
la redacción, sugieren que esta sección no es parte del texto original. Sin
embargo, cabe perfectamente como introducción y concuerda en vocabulario y
gramática con el resto del Evangelio. Además,
los conceptos aquí presentados se desarrollan y se amplían en el resto del
manuscrito:
· Por ejemplo.,
la excelencia de Cristo como el Verbo de Dios, el
irreconciliable conflicto entre la luz y las tinieblas y el testimonio de Juan
el Bautista referente al Cristo encarnado.
Varios comentaristas ven en estos versículos un resumen de todo el contenido del libro y, en un sentido, todo el resto del libro tiene el propósito de comprobar la veracidad de las afirmaciones del Prólogo.
Lo
que inmediatamente llama la atención del lector es el uso del término “Verbo”
(gr. Logos G3056) que se aplica al
Cristo eterno. Con dos excepciones (ver 1 Juan 1:1; Apocalipsis 19:13), aparte
del Prólogo, el término no se encuentra en el NT. No obstante, el concepto que
el término expresa corre a través del Evangelio como un hilo dorado y sirve
como llave para interpretar sus enseñanzas.
Nótese: especialmente las distintas relaciones del Verbo en cada una de las cinco subdivisiones del Prólogo.
Ayuda
Hermenéutica:
G3056 λόγος = lógos: de G3004; algo dicho (incluido el pensamiento); por implicación tema (sujeto del discurso), también razonamiento (facultad mental) o motivo; por extensión cálculo; específicamente (con el artículo en Juan) la Expresión Divina (i.e. Cristo): - noticia, palabra, plática, pleito, predicar, pregunta, propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta, decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase, hablar, hecho, mensaje. (Strong).
1.1. El Verbo y Su Relación Con Dios. Juan 1:1, 2:
El primer versículo del Evangelio presenta tres afirmaciones que
constituyen la base de la teología cristiana:
· El Verbo existía
antes del comienzo de la creación;
· El Verbo
mantiene una relación íntima con Dios; y
· El Verbo es divino.
En el principio es casi seguro un reflejo de Génesis 1:1. Esta expresión es el título del primer libro de la Biblia hebrea, de modo que sería conocida ampliamente entre los israelitas. Juan está describiendo un nuevo comienzo, una nueva creación.
“La creación: En el
principio creó Dios los cielos y la tierra”. (Génesis 1:1)
NOTA: H7225 רֵאשִׁית = reshít: de lo mismo que H7218;
primero, en lugar, tiempo, orden o rango (especialmente primicias): - cabeza, comienzo,
primer fruto, mayoría, nuevo, primero, primicia, principal, principio.
(Strong).
V.1. En el principio—un período de
antigüedad lejano y desconocido, escondido en las profundidades de las edades
eternas; y así se usa la frase en Proverbios 8:22-23, también Referencia
marginal. Dios—el
nombre del Ser Supremo, que significa en Hebreo, “Fuerte”, “Poderoso”.
Es expresivo de
poder Omnipotente;
y por su uso aquí en la forma plural, se enseña obscuramente en el mismo
principio de la Biblia, una doctrina claramente revelada en otras partes de la
misma; es decir, que, aunque Dios es uno, hay una pluralidad de personas en
la deidad—Padre,
Hijo y Espíritu, que estaban ocupados en la obra creadora
(Proverbios 8:27; Juan 1:3; 1:10; Efesios 3:9; Hebreos 1:2; Job 26:13). Creó —no formó de
materiales preexistentes, mas hizo de la nada. Los cielos y la tierra— el universo. Este primer versículo es una
introducción general al tomo inspirado, que declara la grande e importante
verdad de que todas las cosas tuvieron su principio: que nada por toda la ancha extensión de la
Naturaleza existía desde la eternidad, ni se originó por la suerte ni por la
pericia de algún agente inferior; sino que todo el universo fue producido por
el poder creador de Dios (Hechos 17:24; Romanos 11:36). Después de este
prefacio, el relato se limita a la tierra.
NOTA: V. 1: En el principio. Antes de que
comenzase el tiempo, Cristo ya existía con Dios. Esto es lo que se entiende con
el término “el Cristo preexistente”,
Comp. Gn. 1:1 y 1 Jn. 1:1. Verbo
(gr. logos). Significa palabra,
pensamiento, concepto y las expresiones consiguientes. En el AT., el concepto
comportaba actividad y revelación, y la palabra o sabiduría de Dios es
frecuentemente personificado (Salm. 33:6; Prov. 8).
En los tárgumes (paráfrasis aramea del AT.) servía para designar a Dios. Para la mentalidad griega, expresaba las ideas de razón y control creativo. La revelación es la idea clave en el concepto de logos. Aquí es aplicada a Jesús, quien es todo lo que Dios es la expresión de Dios mismo (1:1, 14). En este versículo, el Verbo (Cristo) aparece estando con Dios (i, es, idéntico en esencia con Dios el Padre).
Si Génesis registra la primera creación de Dios, este primer versículo describe la nueva creación de Dios.
En
ambas ocasiones:
· El agente de la obra creadora no es un ser subordinado,
· Sino el mismo Verbo de Dios.
El término el principio, según William Temple, combina dos significados: nunca existió un tiempo cuando el Verbo* no era y nunca existió una cosa que no dependía de él para su existencia.
Ayuda
Hermenéutica:
*G1510 εἰμί = eimí: primario pers. singular presente indicativo; forma prolongado de un un verbo primario y defectivo verb; yo existo (usado solo cuando es enfático): - ser. Véase también G1488, G1498, G1511, G2258, G2071, G2070, G2075, G2076, G2771, G2468, G5600, G5607. (Strong).
El vocablo era, del tiempo imperfecto del verbo griego eimi G1510, significa naturalmente acción continua, es decir, el ser eterno del Verbo. Una traducción que capta esta acción sería: “el Verbo estaba siendo continuamente”. Al decir el Verbo era nos hace recordar el nombre con que Dios se reveló a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY” (Éxodo 3:14), y los “Yo soy” de Jesús en Juan. El autor estaba aclarando enfáticamente que el Verbo era antes de la creación y, por ende, el Verbo no fue creado.
Nótese: la frecuencia del verbo era a través del prólogo (Génesis
1:1a, b, c, 2, 4, 8, 9, 15). En contraste, el autor se cuida de no usar el
verbo griego ginomai G1096 ver:
· “Fueron hechas”, Génesis 1:3;
· “Fue hecho”, Génesis 1:3;
· “Hubo”, Génesis 1:6;
· “fue hecho”, Génesis 1:10; etc., indicando un
comienzo en tiempo y espacio.
Ayuda Hermenéutica:
genema = (γένημα, G1096), (de ginomai = devenir, venir a ser), denota
fruto:
(a) Como el producto de la tierra, por ejemp., la vid. En
los siguientes pasajes este nombre aparece en los mss. más comúnmente aceptados: Mt. 26:29; Mr. 14:25; Lc. 22:18; [Lc. 12:18 en algunos
mss.; véase Nota (1);
(b)
Metafóricamente: «los
frutos de vuestra justicia»; esto es, de
ministraciones materiales a los necesitados (2 Cor. 9:10).
Notas:
(1) En Lc. 12:18 algunos mss. tienen gennemata, un error de transcripción, en lugar de genemata; la mejor evidencia textual apoya el término sitos,
grano, trigo.
(2) Genema debe ser distinguida de gennema, descendencia (de gennao = engendrar) (Mt. 3:7; 12:34; 23:33; Lc. 3:7). (VINE).
En relación con Jesús:
El
término Verbo
= (gr., Logos
G3056) señala la verdad de que, por su misma naturaleza, Dios se
revela. El verbo,
o palabra, es el medio por el cual el hombre revela, o expresa, sus
pensamientos y voluntad. No es mera información estática acerca de Dios.
Es la Palabra dinámica y creativa de Dios; por ejemp.: “Entonces dijo Dios [expresó su voluntad]: ‘sea la luz’, y fue la luz” (Génesis 1:3). Los eruditos han luchado durante siglos, procurando llegar a un consenso en cuanto a su significado en este contexto.
Morris
presenta un desarrollo histórico de logos,
indicando su significado para los griegos clásicos, para Filón
y para los hebreos del AT.
Entre
los griegos, Logos
solía significar el pensamiento o razonamiento del hombre. Como
término filosófico, se refería al
alma del universo, o al principio racional del universo. Todo lo existente provenía
del Logos:
· Para el filósofo
griego Heráclito, en el siglo VI a.
de J.C., Logos,
fuego y dios eran esencialmente lo mismo, es decir, la realidad última.
· Platón menciona el Logos
muy poco, pues su preocupación era la distinción entre el mundo material y el
verdadero, el celestial de “ideas”.
· Los estoicos, en cambio, consideraban el Logos como
la Razón eterna, una fuerza impersonal, como el supremo principio del universo.
· El filósofo judío Filón intentó sintetizar el pensamiento
griego con el judío y empleó el término Logos*
para expresar el medio que Dios utilizó para crear y gobernar el universo.
Sin embargo, ese “medio” no era divino, y era la primera cosa creada por Dios.
Ayuda Hermenéutica:
G3056 λόγος = lógos*: de G3004; algo dicho (incluido el pensamiento); por implicación tema (sujeto del discurso), también razonamiento (facultad mental) o motivo; por extensión cálculo; específicamente (con el artículo en Juan) la Expresión Divina (i.e. Cristo):- noticia, palabra, plática, pleito, predicar, pregunta, propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta, decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase, hablar, hecho, mensaje. (Strong).
Cuando
Juan utilizó el término Logos, sin embargo, tenía en mente un concepto muy
distinto al griego y al de Filón. En vez de una fuerza impersonal, o un
principio abstracto y alejado de la situación humana, Juan utiliza el término
en un sentido muy personal, de un Dios que ama, se compadece y se identifica
con los seres humanos, tomando sobre sí su naturaleza, y sufriendo una muerte
vergonzosa con el fin de proveer un medio para la reconciliación del hombre con
su Creador.
A
pesar de este significado tan evidente, C. H. Dodd insiste en que Juan fue
influenciado tanto por Filón, y su modificación del concepto estoico, como por
la literatura judía de sabiduría y por el AT., en su uso de Logos.
Morris se diferencia de Dodd, diciendo: “El pensamiento de Juan es suyo propio. Utiliza un término cargado de significado para personas de cualquier formación… Su idea del Logos es esencialmente nueva”.
Así, en la primera afirmación en su
Evangelio, Juan insiste en la primera columna fundamental de la cristología: el Logos existió antes de la
creación y, por lo tanto, no fue creado él mismo.
Borchert lo expresa así: “Lógicamente para Juan el ser esencial (ontológico[1]) del Logos precedió la acción del Logos en tiempo y espacio”.
“Existía
la Palabra” Génesis 1:1 “Desde tiempos de Crisóstomo, los comentaristas han
reconocido que el ‘era’ de Juan
1:1, tiene distintas connotaciones cada una
de las tres veces que se usa: existencia, relación y predicación,
respectivamente. ‘La Palabra existía’ tiene afinidad con el ‘yo soy’
de las afirmaciones de Jesús en el cuerpo del evangelio. No cabe especulación
alguna acerca de cómo accedió al existir la Palabra: la Palabra simplemente existía” (Raymond Brown).
Y
el Verbo era con Dios establece
la segunda columna fundamental de la cristología. La preposición griega pros G4314, traducido “con”, enfoca la relación entre el Logos y
Dios, indicando a la vez la distinción entre dos seres y la interacción
recíproca entre sí. La misma preposición lleva la idea de movimiento hacia otro
objeto o persona.
Una traducción sería “cara a cara con Dios” y de allí la idea de intercambio recíproco, de proximidad, de intimidad y probablemente también de igualdad.
Ayuda
Hermenéutica:
G4314 πρός = pros: forma fortificada de G4253; preposición de dirección; hacia, i.e. hacia (con el genitivo el lado de, i. e. pertinente a; con el dativo por el lado de, i.e. cerca a; por lo general con el acusativo, el lugar, tiempo, ocasión, o respecto, que es el destino de la relación, i.e. a lo que o por lo que se enuncia en el predicado): - acercar, las cosas (necesarias). En composición denota esencialmente las mismas aplicaciones, es decir, movimiento hacia, acceso a, o cercanía a. (Strong).
Y el Verbo era Dios nos lleva al punto más elevado en la cristología bíblica. Morris bien comenta: “Nada más elevado podría decirse. Todo lo que se puede decir acerca de Dios puede decirse apropiadamente acerca del Verbo”. Varias versiones lo traducen: “Y el Verbo era divino”.
Los Testigos de Jehová confunden a muchos creyentes, insistiendo que la traducción correcta es: “Y el Verbo era un dios”. Al hacer esto, rebajan a Jesús a un nivel inferior a Dios, Padre, restándole su plena deidad.
El
que escribe, sirviendo como misionero en América Latina, ha tenido que refutar
infinidad de veces esta herejía. El argumento de ellos es que el texto griego
lleva el artículo particular ante
“Verbo” pero omite el artículo ante
“Dios”, y según
ellos, cuando falta el artículo particular es necesario suplir un artículo
indeterminado.
Tal
regla puede existir en la gramática de algún otro idioma, pero de ninguna
manera es así en el griego. Es tan importante, que mi profesor de griego
siempre pedía esta regla en el examen oral del doctorado.
La regla reza así: “Algunas veces con un
nombre el cual el contexto prueba ser definido, el artículo no se usa. Esto da
énfasis sobre el aspecto cualitativo del nombre más bien que su simple
identidad”
(Manual de Gramática del Nuevo Testamento Griego, Dana y Mantey, trad. por
Robleto y Clark, El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, p.
144). Esta regla autoriza la traducción “Y el Verbo era divino” o de la naturaleza de Dios.
Debemos
tener cuidado de no salir con la idea de que el Verbo meramente tiene algunos
atributos de Dios.
Beasley
Murray ha llamado la atención al hecho de que el griego tiene otro término que
lleva esa idea. Por ejemplo, Pedro emplea este término (theios
G2304, 2 Pedro 1:4) al referirse a los creyentes que participan en
la “naturaleza
divina”. Lo que Juan afirma en esta expresión es que el Verbo
participa en toda la realidad llamada Dios.
“Por medio de las cuales nos ha dado
preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza
divina, habiendo huido de
la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”. (2 Pedro 1:4).
Ayuda Hermenéutica:
G2304 theios = (θει̂ος, G2304), divino
(de theos = Dios).
Se usa del poder de Dios (2 P. 1:3), y de su naturaleza (v. 4); en cada lugar,
como aquello que procede de él mismo. En Hech. 17:29 se usa como nombre con el
artículo determinado, para denotar «la divinidad», la deidad (esto es, el Dios único y verdadero).
Esta palabra fue usada a propósito por el apóstol, en lugar de theos, al hablar a los griegos en el
Areópago, siguiendo los usos griegos. Comp. DEIDAD. En la LXX, Ex. 31:3; 35:31; Job 27:31; 27:3;
33:4; Prov. 2:17. (VINE).
NOTA: 2. P. 1:4: por medio de los cuales. I., es., de la gloria y de excelencia (v. 3). Participantes de la naturaleza divina. El creyente comparte la vida de Dios por medio de Cristo y del Espíritu Santo que vive y habita en él (Rom. 8:9; Gál. 2:20).
Borchet comenta: “Ese Verbo era verdadera deidad y Juan quería que no hubiera ninguna duda al respecto”.
Él era en el principio con Dios es una repetición de dos de las afirmaciones del versículo anterior, dando aún más énfasis. Se recalcan la eternidad del Verbo y esa íntima relación entre el Verbo y Dios Padre. Además, se subraya la perfecta unidad entre las dos personas de la Trinidad.
1.2. El Verbo y Su Relación Con La Creación. Juan 1:3-5:
Es
natural que Juan haya presentado la relación del Verbo con Dios primero, e
inmediatamente su relación con la creación. La primera acción de Dios, como autor
revelación, o auto comunicación, fue la creación, luego la salvación. Veremos
que hay una estrecha relación en el NT., entre las dos acciones.
NOTA: 4-5: Vida… luz. Estas son dos palabras especialmente asociadas con Juan (8:12; 9:15; 11: 25; 14:6). “Luz”, en Juan, implica una Revelación que descubre la “vida” que está en Cristo y que lleva a juicio a quienes lo rechazan (3:19). “Vida” denota Salvación y liberación, basada en la expiación hecha por Cristo.
El
verbo griego ginomai[2] G1096,
usado en el v. 3 en el tiempo aoristo, egeneto,
significa lit. “llegó
a ser” o “llegó a existir”. El verbo griego aoristo, o
pretérito indefinido, concibe la creación en su totalidad como un solo acto. Todas
las cosas se refieren a todas las realidades existentes, excepto por supuesto
Dios mismo.
Borchet
piensa que, aunque no se mencionan específicamente aquí, estas realidades
podrían incluir a los ángeles.
Nótese: el contraste en la acción del mismo verbo, usado al fin del v. 3, pero en el tiempo perfecto, ha sido hecho, indicando la existencia continuada de las cosas creadas.
Por
medio de él se refiere al Verbo como el agente en el proceso de la creación
de todas las cosas. Se usa la preposición “por” (dia G1223),
al referirse al Verbo,
dejando lugar al Padre como fuente (ek G1537)
de la creación. Esta distinción en la función del Padre y el Verbo en la
creación se mantiene claramente en 1 Corintios 8:6 (ver Hebreos 1:2). El Padre
creó todas las cosas por medio del Hijo, como agente.
Sin embargo, donde se presenta la creación como obra realizada juntamente por el Padre y el Hijo, ambas preposiciones se usan al referirse al Hijo (ver Romanos 11:36; Colosenses 1:16).
Ayuda
Hermenéutica:
G1223 διά = diá: preposición primaria denotando el
canal de un acto; mediante (en aplicaciones muy amplias, local, causal u
ocasional): - pasar,
través, atravesar, causa, conducto. En composición retiene el mismo sentido
general.
G1537 ἐκ = ec o ἐξ = ex; preposición primaria denotando origen (el punto de donde procedo el movimiento o acción), de, fuera (de lugar, tiempo o causa; literalmente o figurativamente; directo o remoto): - terrenal, hace (muchos años), insistencia, abundantemente, depender. A menudo usado en composición, con el mismo sentido general; a menudo de terminación. (Strong).
Y
sin él no fue hecho nada es una manera de recalcar lo dicho anteriormente en la
forma más categórica. Algunos han intentado
captar este énfasis así: “y sin él no fue hecho ni una sola cosa” o “no fue hecho nada en absoluto”. Algunos comentaristas piensan ver en esta
declaración una refutación del gnosticismo. Este movimiento consideraba que
todo lo material era esencialmente malo y por lo tanto no podría haber sido
hecho por Dios.
Hablaban
de las emanaciones de Dios, algo como dioses inferiores, y que uno de éstos,
ignorando la naturaleza mala de lo material, fue responsable por su creación.
El problema de este argumento es que el gnosticismo no apareció como sistema de
pensamiento sino hasta mediados del segundo siglo y hay un consenso de que la
fecha de redacción de Juan fue mucho antes.
Algunos piensan, aun admitiendo que no haya existido el gnosticismo en el tiempo de Juan, que igual habría habido corrientes con estos pensamientos que Juan estaba refutando, es decir, una especie de gnosticismo incipiente. En todo caso, Juan está afirmando en la manera más categórica que Dios mismo, por medio de su Hijo, es responsable por la creación de todo lo que existe.
Lo
que ha sido hecho es una expresión que ha despertado mucha controversia. El
lector debe recordar que en el texto original del NT., y en las copias más
antiguas del texto no existían signos de puntuación, ni división de versículos.
Este hecho ha dado lugar a distintas opiniones en cuanto al arreglo del texto.
Aquí tenemos un caso concreto en que los grandes eruditos del griego no han
llegado a un consenso.
Esta
última parte del v. 3, según el último texto griego aprobado por las Sociedades
Bíblicas Unidas, basado en el análisis de los mejores manuscritos disponibles,
se ubica en el v. 4. Corroborando este arreglo del texto está el caso gramatical
de lo que ha sido hecho. Si se ubica con el v. 3, esperaríamos encontrar un
caso gramatical genitivo, pero está en el caso nominativo, creando una
situación anormal. Si se ubica en el v. 4, el caso nominativo encuadra
perfectamente.
Además,
los manuscritos más antiguos que tienen puntuación ubican la última parte del
v. 3 en el v. 4. Westcott, Raymond Brown, BeasleyMurray y muchos optan por esta
solución.
Futuras versiones probablemente seguirán el arreglo en el último texto griego, ubicando esta expresión en el v. 4.
A pesar de lo antedicho, la RVA, Morris y muchos otros optan por dejar la expresión en el v. 3. Una razón para dejarla allí es que el verbo ha sido hecho, del griego ginomai G1096, corresponde más lógicamente con la creación que con lo que sigue, mientras era, del griego eimi G1510, concuerda más con el Verbo.
G1096 γίνομαι = gínomai: prolongado y voz
media de un verbo primario hacer que sea («gen»
-erar), i.e. (reflexivamente) llegar (llegar a ser),
usado con gran latitud (literalmente,
figurativamente, intensivo, etc.): - acabar,
acercar, acontecer, alcanzar, caer, cesar, comportarse, constituir, continuar,
convertir, cumplir, Dios (nos libre), dividir, divulgar, efectuar, espantar, expulsar, gobernar,
hacer, intervenir, levantar, librar, llegar, llenar, (de ninguna) manera, nacer,
participante, pasar, poner, producir, quedar, quitar, reducir, resultar,
sobrevenir, suceder, temblar, venir, volver.
G1510 εἰμί = eimí: primario pers. singular presente indicativo; forma prolongada de un verbo primario y defectivo verb; yo existo (usado solo cuando es enfático): - ser. Véase también G1488, G1498, G1511, G2258, G2071, G2070, G2075, G2076, G2771, G2468, G5600, G5607. (Strong).
Otra razón es que cuando se ubica en el v. 4 se lee lit. Así: “lo que ha sido hecho en él vida era”, lo cual
crea grandes dificultades para armonizar con el resto del Evangelio. Un intento
de suavizar la traducción sería: “todo
lo que ha sido hecho era viviente en su vida”, o “todo
lo que ha llegado a ser era vida en él”.
Barrett concluye que ambos arreglos son torpes. Que el Verbo sea la fuente de toda la creación es claramente una enseñanza juanina, pero “todo lo que ha llegado a ser es vida en él” no lo es. Así, una solución crea dificultades gramaticales, la otra dificultad es de interpretación.
En él estaba la vida lleva la revelación a un nuevo nivel. De la creación
en general, visto arriba, se introduce la creación de vida, el nivel más
elevado de la creación. El término “vida” se usa 36 veces en Juan, 17 en Apocalipsis y
13 en 1 Juan. Normalmente, el término en Juan se refiere a vida eterna (ver
3:16), la salvación que Dios ofrece al hombre por medio de su Hijo.
Sin embargo, en este versículo se usa en el sentido más amplio. El texto no dice
que la vida fue creada por medio del Verbo, o llegó a existir, sino que estaba en el Verbo.
Morris
comenta que sólo porque hay vida en el Verbo hay vida en lo demás de la creación, es
decir, la vida no existe por derecho propio. Como es característico de Juan,
probablemente hay un doble significado en la presentación del concepto “vida”.
Primero,
se refiere a la vida general que se ve en la creación y que procede del Verbo,
pero también este concepto nos lleva a la idea de vida espiritual, uno de los
temas principales en Juan. Juan relaciona el concepto de la vida con el Verbo a
través de su Evangelio (ver 3:16; 5:26, 40; 6:51, 53-58; 10:10, 17, 18; 11:25;
14:6).
Nótese: especialmente 5:26 donde Juan relaciona la vida en el Verbo con la de Dios: “Porque, así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo el tener vida en sí mismo”.
Y
la vida era la luz de los hombres agrega todavía otro elemento en el ministerio
del Verbo,
relacionando estrechamente los conceptos de la vida y la luz. Algunos han
procurado explicar el significado de la “luz” = (fos G5457) como la
inteligencia, o la conciencia, de los hombres, relacionándola con la
Ilustración, como se hace hoy en día.
Antiguamente, la luz era un símbolo importante de la deidad y las fuerzas del bien, por ejem., en el dualismo persa del conflicto entre la luz y las tinieblas. Este mismo concepto apareció en los Rollos del Mar Muerto.
Ayuda
Hermenéutica:
G5457 φῶς = fós de un obsoleto φάω = fáo (brillar, o hacer manifiesto, específicamente por rayos; Compare G5316, G5346); luminosidad (en la aplicación más amplia, natural o artificial, abstractamente o concretamente, literalmente o figurativamente): - fuego, luz, resplandor. (Strong).
“Luz” y “vida” son términos místicos que Juan emplea con
notable frecuencia. Contando las 23 referencias en el Evangelio y 6 en 1 de
Juan, el uso de “luz” en Juan constituye más de un tercio de todas las veces que
se usa en el NT. En vez de buscar el significado en su uso histórico, o en las
filosofías del Medio Oriente, sería más provechoso buscar en el AT., los
pasajes que se refieren a Dios como la fuente de la luz y la vida.
El salmista indica que Dios es la fuente de la vida y la luz:
· “Ciertamente contigo está el manantial de la
vida; en tu luz veremos la luz” (Salmo 36:9).
Juan, siguiendo el concepto del salmista, afirma que el Verbo mismo es la vida y la luz de los hombres.
En el texto griego, Juan ubica un artículo definido ante “vida” y “luz”.
De acuerdo con esta construcción, Plummer lo traduce así: “la vida era la verdadera
luz…”.
Como Juan ha vinculado la vida con el Verbo de Dios, ahora lo hace con la luz. Introduce la idea de que el Verbo es el que vivifica (da vida, por ejem., Juan 8:12; 9:5; 12:46) y el que ilumina (da luz espiritual, por ejemp., Juan 8:12; 12:36), temas que corren a través del Evangelio. La resurrección de Lázaro llega a ser una ilustración del poder vivificador del Verbo, como la vista dada al ciego de nacimiento una ilustración del poder iluminador del Verbo.
En
el v. 5 se introduce otro término místico, “tinieblas” = (skotia G4653),
que se encuentra 8 veces en este Evangelio y 6 en 1 Juan, haciendo 14 de las 17
veces que se usa en todo el NT. Las tinieblas es la antítesis natural de la
luz, tanto en el mundo material como en el espiritual.
La función de la luz es iluminar los lugares oscuros y combatir o vencer la oscuridad. Este antagonismo irreconciliable y lucha entre la luz y las tinieblas es un tema dominante en el Evangelio, como en los Rollos del Mar Muerto. En éstos se encuentra todo un documento bajo el título “La guerra de los hijos de la luz con los hijos de las tinieblas”.
G4653 σκοτία = skotía: de G4655; penumbra, oscuridad (literalmente o figurativamente): - oscuro, tiniebla. (Strong).
Antes
de haber energía eléctrica para iluminar las calles de las ciudades, cada
ciudad empleaba a un hombre para recorrer las calles al atardecer, encendiendo
las lámparas de algún combustible. Se comentaba que uno podría ver bien cuándo
y dónde había pasado este empleado, pues dejaba una huella de luz. En el
sentido espiritual, el Hijo de Dios cumple
exactamente esa función. Ahora, el creyente y la iglesia que cumplen su misión,
dejan una huella de “luz” por dondequiera que pasan.
Es importante fijarse en el cambio del tiempo de los verbos, que hasta ahora son del pasado; resplandece, en cambio, es del tiempo presente progresivo y descriptivo. La idea es que la luz brilla continuamente, no dejando nunca de ejercer su influencia.
Westcott observa que el verbo “resplandece”, faino G5316 en griego, apunta a la acción esencial de la luz en sí misma en vez del efecto de la luz en iluminar a los hombres.
Y las tinieblas no la vencieron expresa la respuesta obtenida por la iluminación de la luz. Las “tinieblas” es un término metafórico que, en el cuarto Evangelio (Juan 8:12; 12:35; 12:46; ver 1 Juan 1:5; 2:8-9; 2:11), se refiere a todo lo que se opone al cristianismo. Es oscuridad moral y espiritual.
El verbo “vencieron” = (katalambano G2638) es un vocablo compuesto que significa lit. “recibir hacia abajo” y, de allí, “echar manos sobre”, “agarrar”, “capturar”, “obtener”, “tomar posesión de”, “vencer”, “comprender”, etc. Cualquiera de estos significados sugiere que la manifestación de la luz fue rechazada por las tinieblas, un concepto que se expresa explícitamente en el v. 11. Con esta afirmación, Juan rechaza categóricamente el dualismo que iguala el poder de las tinieblas con el de la luz.
Ayuda Hermenéutica:
G5316 φαίνω = faíno: prolongado por la base de G5457;
iluminar (brillar), i.e. mostrar (transitivamente o intransitivamente,
literalmente o figurativamente): - mostrar,
alumbrar, aparecer, aparición, brillar, parecer, resplandecer, visto.
G2638 καταλαμβάνω = katalambáno: de G2596 y G2983; tomar anhelantemente, i.e. apoderarse, poseer, etc. (literalmente o figurativamente): - alcanzar, asir, comprender. (Strong).
Borchert comenta que el Evangelio de Juan toma muy en serio el mal y las tinieblas, y agrega: “El impacto cabal de tal batalla se reconoce en el Evangelio cuando Judas sale para concretar su acto malo”. En ese momento Juan dice: “y ya era de noche” (1 Juan 13:30).
Raymond
Brown y BeasleyMurray niegan que haya un concepto de conflicto en el verbo katalambano G2638, optando por
una traducción como, por ejem., “no la comprendieron”. Pero la RVA., y otros insisten en una
traducción que incluye el elemento de conflicto, haciendo honor al tema que
corre a través del Evangelio. Siguiendo este énfasis, Mateos y Barreto lo traducen así: “las
tinieblas no la han extinguido” o “no la ha sofocado”. Toda la misión de Jesús fue una de
conflicto entre la luz y las tinieblas, culminando en Getsemaní y la cruz.
Por
eso, el verbo “vencer” cabe
bien en este contexto. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no tenían
el poder para detenerla, mucho menos vencerla.
Véase Parte II.
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