ASÍ ESTAN: ¿LAS IGLESIAS DE HOY? El Termómetro de crecimiento: (Ap. 3:14-17).

 

ASÍ ESTAN:

¿LAS IGLESIAS DE HOY?

El Termómetro de crecimiento:

 

“…Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!... Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. (Ap. 3:14-17).

 


Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

La última carta se dirige a Laodicea, que no recibe alabanza ninguna. La condición desfavorable que prevalecía en esta iglesia era la de tibieza:

·      Los miembros no eran ni fríos ni calientes (v. 15).

La persona TIBIA no se preocupa mucho si oye enseñanzas herejes, y no se muestran vigoroso en la defensa de la fe. Este espíritu de indiferencia es lo más trágico que le puede ocurrir a una iglesia. La conclusión de esta carta es diferente de las conclusiones de las otras seis en cuanto que hace una aplicación individual: si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, etc. (v. 20).

 

NOTA:

A lo largo del tiempo, distintos investigadores han sostenido cuatro puntos de vista diferentes en cuanto a las implicaciones más hondas de esta serie de siete cartas:

Ø Primero, hay la interpretación histórica -que estas iglesias existían en tiempo de Juan y tenían características como las que se describen.

Ø Segundo, el punto de vista -sin duda correcta -de que estas iglesias no sólo son históricas, sino representativas de diferentes tipos de iglesias a lo largo de los siglos. En consecuencia, representan las características buenas y las trágicas que manifiestan las iglesias siglo tras siglo. Las advertencias y promesas, son válidas, pues para todas las épocas.

Ø Un tercero punto de vista, más bien fantástico, considera que estas profecías han de interpretarse en forma futurista; es decir, que todas estas ciudades serán literalmente restauradas al fin de los tiempos, y entonces se cumplirán de verdad las predicciones.

Ø Un cuarto punto de vista, que muchos sostienen, es que estas siete iglesias representan siete períodos sucesivos de la historia de la iglesia, desde el siglo primero hasta el final de los tiempos. Nosotros personalmente no seguimos esta interpretación, y quien estudia los escritos de los que la defienden descubrirá confusiones sin número.

Virtringa, por ejemp., identifica la sexta iglesia con el primer siglo de la Reforma, y a la séptima con la iglesia reformada de su tiempo. En general, los escritores que toman este punto de vista se ven a sí mismos en el período de Laodicea.

El único aspecto de esta cuarta explicación que creemos puede tener una cierta fuerza es la interpretación de Laodicea. Parece que la TIBIEZA e INDIFERENCIA serán características de la iglesia hacia el fin de los tiempos, en especial la INDIFERENCIA respecto a las grandes doctrinas de la fe y poco deseo de defenderlas.

 

1.      Laodicea— V. 14.

La ciudad estaba en la parte sudoeste de Frigia, sobre el río Lico, no lejos de Colosas, entre ésta y Filadelfia. Fue destruida por un terremoto en el año 62 d. de Cristo, y reedificada por sus ciudadanos pudientes sin el auxilio del estado. [Tácito, anales 14.27]. Esta riqueza (debida a la excelencia de sus lanas) condujo a un estado de tibieza y complacencia propia en cosas espirituales, como pinta el 3:17. Véase Nota sobre Col. 4:16*, tocante a la epístola que se cree que fue escrita por Pablo a la Iglesia Laodiceana.

 

NOTA: *Col. 4:16. [la epístola] de Laodicea—es decir, la epístola que yo escribí a los de Laodicea y que vosotros recibiréis de ellos al pedirla. No se trata de la Epístola a los Efesios, como creen algunos. Véanse INTRODUCCIONES a las Epístolas a los Efesios y a los Colosenses. Las epístolas de Pablo eran leídas públicamente en las iglesias reunidas. Ignacio, ad Ephesum, 12; Policarpo, ad Filipenses, 2 Tim. 3:1-2; Clemente, ad Corinthios, 1:47; 1 Ts. 5:27; Ap. 1:3, Bienaventurado el que lee, y los que oyen”. De esta manera, las Epístolas y los Evangelios fueron puestos en el mismo nivel con el Antiguo Testamento, que era leído igualmente. El Espíritu Santo inspiró a Pablo para que escribiera, además de las existentes, otras Epístolas que él veía necesarias para aquel día y para iglesias particulares; y que no lo eran para las iglesias de todos los siglos y todos los lugares.

Es posible que, así como la Epístola a los Colosenses había de ser leída para la edificación de otras iglesias además de la de Colosas, así también la Epístola a los Efesios había de ser leída en varias iglesias además de la de Éfeso, y que Laodicea fuera la última de tales iglesias antes de Colosas, de donde él podría designar la Epístola a los Efesios aquí como la Epístola de (o “desde”) Laodicea. Pero es igualmente posible que la Epístola aquí indicada fuera una dirigida a los laodicenses mismos.

 

Se ha conjeturado que Lucas, el médico amado (el mismo que escribió el Tercer Evangelio), se habría unido con Pablo por primera vez profesionalmente, asistiéndole en su enfermedad bajo la cual el apóstol trabajaba en Frigia y Galacia (lugar éste donde fue detenido por enfermedad), en la primera etapa del viaje cuando se halló Lucas en su compañía por primera vez (Hech. 16:10; véase Nota, Gál. 4:13). (v. 14). Por esto es muy apropiada una alusión a su profesión médica al escribir a los hombres de Frigia.

 Lucas también asistió a Pablo en su último encarcelamiento (2 Tim. 4:11). Demas—incluido aquí entre los colaboradores de Pablo (Film. 1:24), pero más tarde un desertor de él debido a su amor al mundo (2 Tim. 4:10). El solo aquí no tiene ningún epíteto honorable o descriptivo agregado a su nombre. Tal vez ya se estaba manifestando su verdadero carácter.

 

La Iglesia en tiempos posteriores aparentemente florecía, pues uno de los concilios en el que se determinó el canon de la Escritura, se verificó en Colosas en el año 361. Apenas si ha de encontrarse un cristiano hoy en día en aquel sitio o en sus cercanías. el Amén—(Is. 65:16, hebreo, el que se bendijere en el Dios del Amén por el Dios del Amén jurará; 2 Cor. 1:20). El que no sólo dice la verdad, sino que es la verdad. Los santos usaban el Amén al finalizar la oración, o al asentir a la palabra de Dios; pero nadie, sino el Hijo de Dios, jamás dijo, Amén (de cierto), yo os digo”, porque es el lenguaje peculiar de Dios, quien declara por sí mismo.

La fórmula del Nuevo Testamento Amén, yo os digo”, es equivalente a la del Antiguo Testamento, Como vivo yo, dice Jehová”. Sólo en el Evangelio de Juan (en el griego) él usa el doble Amén”, Jn. 1:51; 3:3, etc., que se traduce, de cierto, de cierto”. El título armoniza con el contenido de la epístola. Su fidelidad inmutable como el Amén se contrasta con la inconstancia de Laodicea, ni frío ni caliente (Jn. 3:16).

El ángel de Laodicea, se ha conjeturado con cierta probabilidad que fue Arquipo, a quien hacía treinta años Pablo le envió una amonestación por su necesidad de activarse con diligencia en su ministerio. Constituciones Apostólicas, Jn. 8:46, lo nombra como el primer obispo de Laodicea: hijo supuesto de Filemón (Film. 1:2). testigo fiel y verdadero—Como él Amén expresa la verdad inmutable de sus promesas: así el testigo fiel y verdadero”, la verdad de sus revelaciones respecto de las cosas celestiales que ha visto y testificado. Fiel”, es decir, digno de confianza (2 Tim. 2:11, 13). Verdadero1) no es aquí veraz (Griego, alethιs), sino (alethinos) el que comprende perfectamente todo lo que está comprendido en el nombre Testigo (1 Tim. 6:13).

Para esto tres cosas son indispensables:

1) Haber visto con los ojos lo que atestigua;

2) Ser competente para referirlo a otros;

3) Estar dispuesto a hacerlo verazmente.

En Cristo se llenan todas estas condiciones. principio de la creación de Dios—no aquel a quien Dios creó primero, sino como en Col. 1:15-18, el Principiador de toda la creación, su instrumento originador. No se le representaría adorado por toda la creación, si él fuese tan sólo uno de los creados. El que él es el Creador es garantía fuerte de su fidelidad como el Testigo y el Amén”.

 

Ayuda Hermenéutica:

 

amen = (ἀμήν, G281), transliteración de una palabra hebrea, «verdad», o «cierto». Se traduce por lo general como «de cierto» en los cuatro Evangelios; en el Evangelio de Juan el Señor introduce sus solemnes pronunciamientos con la repetición de la expresión «de cierto, de cierto» en veinticinco ocasiones. (VINE).

G2994 Λαοδικεύς = Laodikeús: de G2993; laodicense, i.e. habit. de Laodicea: - Laodicea, laodicense.

G2993 Λαοδίκεια = Laodíkeia: de un compuesto de G2992 y G1349; Laodicea, lugar de Asia Menor: - Laodicea. (Strong).

2.      Ni Frío: V. 15.

ni … frío—La antítesis de caliente”, lit., hirviendo (“ferviente”, Hech. 18:25; Rom. 12:11; véase Cant. 8:6; Lc. 24:32), requeriría que frío aquí significara más que negativamente frío; es más bien, absolutamente helado:

·      Sin haber estado nunca caliente. (V. 15).

Los laodicenses en cosas espirituales estaban fríos comparativamente, pero no fríos como el mundo exterior, ni como los que nunca habían pertenecido a la Iglesia. Este estado de tibieza, si indica la transición hacia uno más caliente, es una condición deseable (porque un poco de religión es mejor que ninguna); pero es fatalismo cuando es, como aquí, una condición permanente, porque se le confunde con un estado de seguridad (Lc. 3:17).

Esto explica el deseo de Cristo de que fuesen fríos más bien que tibios. Porque en tal caso no habría el mismo peligro de motivo mixto y principio descuidado”. También, hay más esperanza para los fríos, o sea, para los que son del mundo, y que no han sido calentados aún por el llamamiento evangélico; porque, habiendo sido llamados, puede ser que lleguen a ser ardientes, cristianos fervientes:

Ø Tales llegaron a ser los antes fríos publicanos, Zaqueo y Mateo.

Pero los tibios han llegado al alcance del fuego santo sin ser calentados por él y hechos fervientes:

Ø Teniendo bastante religión para sosegar la conciencia en una seguridad falsa, pero sin lo bastante para salvar al alma:

·      Como Demos (2 Tim. 4:10).

Tales son los que claudican entre dos opiniones (1 R. 18:21; 2 R. 17:41; Mt. 6:24).

 

NOTA: VV. 15-16: Los términos fríos, caliente y tibio2) quizá se relacionan con las aguas que había alrededor de Laodicea. La cercana Hierápolis era famosa por sus fuentes cálidas; Colosas, también muy cerca, se conoce por un torrente de excelente agua potable fría y clara.

Sin embargo, como el río Licio se secaba en verano, Laodicea tenía que usar un largo viaducto para tener agua, que no sólo era turbia sino también impura y a veces nociva, que hacía enfermar a la gente. La iglesia de esa ciudad tenía ese efecto en Cristo, lo que era un vívido y horrible cuadro de juicio. (No se debe tomar el v. 16 como si dijera que el Señor prefiere a un ateo o un fanático que a un cristiano tibio. El tema está en la posesión de una genuina vida en Cristo por parte de aquellos que declaran ser cristianos y no la forma en que la practican).

3.      Ni Caliente. V. 16:

ni frío ni caliente—Así uno de los manuscritos más antiguos, B., y la Vulgata. (V. 16). Pero dos de ellos, la Siríaca y la Cóptica, transponen así, ni caliente ni frío”. Es notable el que el adjetivo griego es masculino, concordante con ángel y no femenino, con iglesia. El Señor se dirige al ángel como la encarnación y el representante de la Iglesia.

El ministro principal es responsable de su rebaño, si deja de amonestar a los miembros que lo forman. te vomitaré—Griego, He de …” o estoy por vomitarte …” expresando de gracia la posibilidad de que la amenaza no se lleve a cabo, con tal que se arrepintiera en seguida.

Su trato para con ellos dependerá de la actitud de ellos para con él. vomitaré de mi boca—rechazará con justo odio, como la tierra de Canaán vomitó* a sus habitantes a causa de sus abominaciones. Los médicos usaban agua tibia para provocar el vómito. Se acostumbra servir bebidas frías o calientes en las fiestas, pero nunca las tibias. Había manantiales fríos y calientes en Laodicea.

 

Ayuda Hermenéutica:

 

G1692 emeo = (ἐμέω, G1692), vomitar (cf. el término castellano emético*). Se emplea en Ap. 3:16, en sentido figurado del total aborrecimiento del Señor hacia la condición de la iglesia en Laodicea. En la LXX, Is. 19:14. (VINE).

 

Nota: *emético, ca. (Del lat. emetĭcus, y este del gr. ἐμετικός, vomitivo). adj. Med. vomitivo (ǁ que provoca el vómito). U. t. c. s. || 2. m. Quím. Tartrato de potasio y de antimonio. □ V. tártaro ~. Microsoft® Encarta® 2009.

 

4.      Ciegos. V. 17:

La suficiencia presuntuosa es peligro fatal del estado tibio (Mt. 3:15). tú dices—virtual y mentalmente, si no en tantas palabras. enriquecido—El Señor alude a Os. 12:8.

Las riquezas de que se jactaban eran riquezas espirituales; aunque, sin duda, su arrogancia espiritual (“no tengo necesidad de ninguna cosa”) era alimentada por su riqueza mundana; de la misma manera que la pobreza de espíritu es alimentada por la pobreza material. no conoces que tú—en particular, tú de todas las personas. El en el griego es enfático.

un cuitado—Griego, el cuitado”, el desgraciado”. miserable—así dice uno de los manuscritos más antiguos; otros dos prefijan el”. Tradúzcase el lastimoso”, “el especialmente digno de lástima”. ¡Cuán diferente es la opinión que tiene Cristo de los hombres, en relación con la que ellos tienen de sí mismos! ¡“No tengo necesidad de ninguna cosa”!

ciego—mientras que Laodicea se jactaba de una compenetración más profunda que la común en cosas divinas. No eran ciegos en absoluto, de otro modo el colirio de nada les aprovecharía; más bien eran cortos de vista.

 

Concluye:

 

Tres hechos sobre esa ciudad, conocidos por todo el mundo romano arrojan luz sobre esta carta:

·      Era un centro bancario, recomendado aun por Cicerón para el cambio de moneda;

·      Su ropa fabricada y sus alfombras de lana, hechas especialmente de la esponjosa lana negra de ovejas criadas localmente; y

·      Su escuela de medicina y productos medicinales, en especial un tratamiento ocular hecho con el polvo de una roca que se encontraba en la zona.

La directa caracterización de la vida espiritual de la iglesia (17) y el llamado a su arrepentimiento (18) se combinan con esos tres aspectos de las actividades de la ciudad.

 

El Señor prefiere a un ateo o un fanático que a un cristiano tibio.

___________

Nota y Bibliografía:

1) G228 alethinos = (ἀληθινός, G228), relacionado con Nº 1, denota verdadero en el sentido de real, ideal, genuino. Se emplea:

a) de Dios (Juan 7:28; cf. Nº 1 en 7:18, más arriba; 17:3; 1 Ts. 1:9; Ap. 6:10); estos declaran que Dios cumple el significado de su nombre, él es «el verdadero Dios», en distinción a todos los otros dioses, que son falsos (alethes, véase Juan 3:33 en Nº 1, significa que él es veraz, fiel en todos sus pronunciamientos, que no puede mentir);

b) de Cristo (Juan 1:9; 6:32; 15:1; 1 Jn. 2:8; 1 Jn. 5:20, tres veces; Ap. 3:7, 14; 19:11); su juicio (Juan 8:16, en los textos más comúnmente aceptados, en lugar de Nº 1);

c) de las palabras de Dios (Juan 4:37; Ap. 19:9; 21:5; 22:6); en los últimos tres pasajes el significado es equivalente al del Nº 1;

d) de sus caminos (Ap. 15:3);

e) de sus juicios (Ap. 16:7; 19:2);

f) de sus riquezas (Lc. 16:11);

g) de sus adoradores (Juan 4:23);

h) de los corazones de ellos (Heb. 10:22);

i) del testimonio del apóstol Juan (Juan 19:35);

j) del tabernáculo celestial, antitípico (Heb. 8:2; 9:24), no en el sentido de que el tabernáculo en el desierto fuera falso, sino que era una débil copia terrena del celestial.

Nota: «alethinos se relaciona con alethes como la forma con el contenido o sustancia; alethes denota la realidad de la cosa, y alethinos define la relación de la concepción con la cosa a la que se corresponde, = genuino» (Cremer). El arzobispo Trench lo recapitula del siguiente modo: «Podemos afirmar del alethes que cumple la promesa de sus labios; pero del alethinos la más amplia promesa de su nombre. Todo lo que este nombre significa, tomado en su sentido más elevado, profundo y amplio, en todo aquello que él debiera ser, esto es él de una manera plena».

2) G5513 cliaros = (χλιαρός, G5513), templado, tibio (relacionado con clio = volverse tibio, y que no se encuentra ni en el NT ni en la lxx). Se emplea metafóricamente en Ap. 3:16, del estado de la iglesia de Laodicea, que no constituía ningún refrigerio para el Señor, como el dado por agua ya fría ya caliente. En este estado, «Cristo está afuera, pero aun llamando a la puerta, buscando la apertura del corazón individual» (Extracto). (VINE).

-  Biblia de Estudio RYRIE.

-  HARRISION, Everett F. COMENTARIO BÍBLICO Moody. NT…. Edit. CBP. Págs. 547.

-  e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.

-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 4//9//2023. MISIÓN BAUTISTA: Emanuel”. Ciudadela de Noé.  AA-HH. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.  Cel. 937-608382-Tumbes.

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