¿Es María la madre de Dios? (Theotokos)
¿Es María la madre de Dios?
(Theotokos)
«Emanuel», «Dios con
nosotros»
(Mt. 1:23),
Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez:
BIBLIA Y TEOLOGÍA:
Una
aclaración y defensa bíblica sobre el uso del término «theotokos».
· El
término «madre de Dios»
(gr. theotokos) se incluyó inicialmente en el Concilio de Éfeso (431
d. C.), y
· Se ratificó en la Definición de Calcedonia (451 d. C.) en medio de múltiples controversias teológicas.
Permíteme señalar dos observaciones respecto a este asunto:
Ø Primero, cuál era el propósito de los padres de la iglesia al usar el
término theotokos en la Definición de Calcedonia.
Ø Segundo, si el término fue aceptado universalmente y sin controversia.
Ayuda Hermenéutica:
Theotokos (en griego antiguo:
Θεοτόκος, en latín: Deīpara o Deī
genetrix) es una palabra griega que significa Madre de Dios (literalmente,
'la
que dio a luz a uno que era Dios'). Theotokos se compone de dos
palabras griegas:
Ø Θεός = (Dios) y
Ø τόκος = (parto).
NOTA: Las dos versiones:
1- La visión
contraria en el concilio era que María debía ser llamada «Christotókos», «Madre de
Cristo».
Esta posición,
abogada por Nestorio, entonces Patriarca de Constantinopla, pretendía
restringir el papel de María a ser solo la madre de la «humanidad de Cristo», y no de su naturaleza
divina.
2- Por su parte la versión de Cirilo de Alejandría, en contraposición a la de Nestorio de Constantinopla, era que no podía ser que solo fuese «Christotókos», ya que, de ser así, Jesús habría nacido como cualquier ser humano normal y, llegado determinado tiempo, Dios Hijo lo «poseyera» de manera tal que una persona era divina y la otra mortal.
Al día de hoy, el término todavía genera controversias para muchos cristianos en distintos lugares del mundo.
1.
El Propósito De theotokos En La Definición De Calcedonia:
Para abordar este asunto, debemos entender que el contexto gramático-histórico-literal de la Definición de Calcedonia delimita la intención de los autores al usar el término theotokos.
El texto de Calcedonia explica al hablar de Jesús: «por nosotros y nuestra salvación, nacido de la Virgen María, la madre de Dios (theotokos), según su humanidad». Las frases alrededor de «theotokos» literalmente establecen los límites y matices teológicos y bíblicos que se exigen al leer el término.
En
su clásico, The Creeds of Christendom [Los credos de la cristiandad], Philip
Schaff esclarece el contexto histórico del término.1) Sus aclaraciones son importantes:
· «Según su humanidad» establece «una limitación muy importante y necesaria para evitar la
mariolatría y la noción pagana, blasfema y contradictoria de que el Dios
increado y eterno puede nacer en el tiempo». Esta «blasfemia»
es la que Nestorio parece leer en el uso del término. Pero Schaff aclara que el
significado de theotokos en la
Definición de Calcedonia es otro.
· «María fue la madre no solo de la naturaleza humana de Jesús de Nazaret, sino de la persona teantrópica de Jesucristo; pero no de Su divinidad eterna (el λὁγος ἅσαρκος), sino de Su persona encarnada, o el Logos unido a la humanidad (el λόγος ἔνσαρκος)».
En
este sentido, la Declaración Ligonier sobre cristología es útil por sus «afirmaciones y negaciones» que delimitan el
significado de las diferentes frases de la declaración. El Artículo 8 clarifica
la frase «Madre de Dios» confirmando el análisis de Schaff y declarando
que «a ella se le llama correctamente madre de Dios (theotokos) en el
sentido de que el niño que ella dio a luz es el Hijo de Dios encarnado».
En
cierto sentido, el término theotokos
o la frase «madre de Dios» en aislamiento y fuera
de contexto, es similar a escuchar unos segundos de una obra
maestra —como el «Hallelujah» de
Handel— sin el majestuoso contexto de toda la pieza. Sin contexto,
lo magnífico aparenta ser una cacofonía de ruido estridente.2)
Theotokos significa «madre de Dios» siempre y cuando al usar el término o la frase queramos decir: «aquella que dio a luz a Aquel que es Dios».
2.
¿Fue El Término Theotokos Aceptado Sin Controversia?
No.
El término siempre ha estado sujeto a controversias recurrentes y estas siempre
giran sobre los mismos puntos o argumentos:
Ø «Dios no tiene madre»,
Ø «María fue la madre solo de la humanidad de Jesús», entre otros.
¿Por qué surgieron estas controversias? Porque la frase,
dado su significado intrínseco, demanda contexto. Tristemente, el término theotokos y la frase «madre de Dios»
son propensos a ser leídos y entendidos de manera literal y fuera del
contexto inmediato de su uso en la definición. Como
dice Schaff:
· «[theotokos] está dirigido contra Nestorio y no tenía como objetivo original exaltar tanto a la Virgen María, sino afirmar la verdadera divinidad de Cristo y la realidad de la encarnación».
Aunque
algunos debaten si Nestorio se oponía al Concilio de Éfeso, es claro en su «Sermón contra
el theotokos» que, como
mínimo, sí se oponía al uso del término. Él pregunta:
«¿Tiene
Dios una madre?», la misma interrogante que muchos creyentes a lo
largo de los siglos ––e incluso en la actualidad––
se hacen y sobre la cual demandan respuesta.3)
Para
clarificar el uso de theotokos
en el contexto de la Definición de Calcedonia, citaré algunas fuentes. Phillip Schaff concluye su nota afirmando:
Ø No cabe duda, sin embargo, de que los términos no bíblicos theotokos, Dei genitrix, Deipara, mater Dei, que recuerdan a las madres paganas de los dioses, han promovido en gran medida la mariolatría, que ayudó a la derrota de Nestorio en el Concilio de Éfeso, 431. Es más seguro adherirse a la designación neotestamentaria de María como μήτηρ Ἰησοῦ [madre de Jesús] o μήτηρ τοῦ Κυρίου [madre del Señor] (Lc. 1:43).
Esto último sería ideal, pero las controversias cristológicas hicieron necesaria la Definición de Calcedonia.
En
su libro, Mary Through the Centuries [María a través de los siglos], Jaroslav
Pelikan demuestra que, en la piedad popular temprana, las descripciones de
María como la «segunda Eva» y la «madre de Dios» eran comunes.
Él pregunta: «¿Cómo y por qué recibió [María] tal importancia y tan rápido?». Su conclusión es que…
· …el término theotokos era aparentemente una creación original cristiana [no una idea robada del paganismo] que surgió de la devoción cristiana hacia [María] como la madre del divino Salvador y que, eventualmente, recibió su justificación teológica de la clarificación de la iglesia respecto a lo que el testimonio ortodoxo implicaba sobre [Cristo].4)
Sin
embargo, Pelikan enfatiza que mucha de la controversia tiene que ver con la
incapacidad de las traducciones occidentales para describir theotokos con precisión. Él afirma que, en
la opinión de muchos, el más problemático de todos los términos inventados para
María por el cristianismo oriental, era ciertamente el título theotokos. ¿Por
qué? Lo que Pelikan dice es valioso:
· El término no significaba simplemente «madre de Dios», como se traduce en los lenguajes occidentales (Mater Dei en latín, y de allí a las lenguas romances, o Mutter Gottes en alemán), sino más precisa y completamente «aquella que dio a luz a aquel que es Dios».5)
Theotokos significa «madre de Dios» siempre y cuando al usar el término o la frase queramos decir: «aquella que dio a luz a Aquel que es Dios».
Conclusiones
y Evidencia Bíblica:
¿Quién es Jesús? Cuando buscamos responder
bíblicamente a la pregunta podemos muy bien partir de la confesión de Pedro:
· «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» (Mt. 16:16).
La siguiente pregunta es:
·
¿Cómo o en qué sentido es
este hombre, Jesús de Nazaret, «el Hijo del Dios
viviente»?
La respuesta bíblica está en la «concepción virginal», narrada en el primer capítulo de los evangelios de Mateo y Lucas.
Evidencia Bíblica:
María no es la «madre de Dios» si al usar esta expresión queremos decir que María es divina, corredentora o inmaculada.
A continuación, algunas de las afirmaciones que encontramos en estos textos:
María
concibió del Espíritu Santo (Mt. 1:18, 20; Lc. 1:31, 35).
El bebé en su vientre sería:
Ø «Emanuel»[1],
«Dios con nosotros» (Mt. 1:23),
Ø «Hijo de Dios»[2],
«Santo ser que nacerá» (Lc. 1:35),
Ø «Jesús»[3] (Mt. 1:21, 25; Lc. 1:31).
María es la «madre [del] Señor» (Lc. 1:23).
Todas
estas afirmaciones se refieren a María y a Jesús durante el embarazo de la
virgen. El bebé humano, Jesús, era el Hijo de
Dios:
·
Desde su concepción.
·
En el vientre antes de su nacimiento.
· Al nacer.
María puede ser theotokos solo en este sentido bíblico específico: «aquella que dio a luz a Aquel que es Dios». Cualquier otro significado es blasfemia y herejía.
Uno
de mis profesores del seminario decía con frecuencia que todo buen teólogo
debía siempre estar preparado para responder a casi toda pregunta teológica con
una sencilla frase inicial: «Sí y No». Su recomendación se aplica en este caso.
¿Es María theotokos, la «madre de Dios»? Sí y no. Sí es la «madre de Dios» si con la frase queremos afirmar —como lo hace la Definición de Calcedonia— que María fue la madre humana del Hijo de Dios encarnado, «aquella que dio a luz a Aquel que es Dios».
Pero
no es la «madre de Dios» si al usar esta expresión queremos decir que
María es:
· divina,
· corredentora o
· inmaculada.
Tampoco es bíblico usar esta expresión para afirmar que ella es el origen de la naturaleza divina de Jesucristo o que la segunda persona de la Trinidad tuvo Su origen temporal en el vientre de María.
“En este sentido, Dios no tiene madre”.
Por último, debemos preguntarnos si esta es una controversia
teológica inútil.
Sí y no. Lo es si nuestro objetivo es solo ganar un argumento, humillar y
menospreciar a aquellos que no entienden, no tienen interés en el desarrollo
histórico de la doctrina o si provocamos intencional o accidentalmente
divisiones entre hermanos (1 Cor. 8:1).
Si entendemos todos los misterios, pero no tenemos amor, no somos sino «metal que resuena y címbalo que retiñe» (1 Cor. 13:1).
Pero no sería el caso si entendemos con claridad lo que Calcedonia declara con autoridad bíblica:
· La encarnación del hijo de Dios en la persona de Jesús fue «por nosotros y nuestra salvación».
El
apóstol Pablo afirma que Jesús «fue declarado Hijo de Dios con un acto
de poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los
muertos» (Rom. 1:4). Si Cristo no resucitó, «vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de
ustedes» (1 Cor. 15:14).
Pero
si Él resucitó, Él es el Hijo de Dios encarnado desde Su concepción. La
resurrección de Jesús corrobora el testimonio apostólico de la concepción
virginal y la verdad salvífica de Jesús como el Hijo
de Dios, el Salvador del mundo desde Su concepción.
La encarnación del hijo de Dios en la persona de Jesús fue «por nosotros y nuestra salvación».
___________
Nota y
Bibliografía:
[1] El
contexto original de Is. 7:14 tiene que ver con una crisis de Judá, el
reino del sur, cuando Acaz era rey. Peka, rey de Israel, y Rezín, rey de Siria,
vinieron contra Jerusalén para conquistarla. Dios mandó un mensaje a Acaz, por
medio de Isaías el profeta, asegurándole de su protección. Además, le mandó que
pidiera una señal que serviría para confirmar la promesa de Jehová. Acaz se
negó a pedir una señal, pero igual Jehová le mandó una señal. La señal
consistía en una promesa de que Jehová libraría a su pueblo de las amenazas de
los enemigos dentro del plazo necesario para que una doncella se casara,
tuviera un hijo, y que ese hijo llegara a la edad para distinguir entre lo
bueno de lo malo. El nombre Emanuel,
que significa Dios con nosotros (v. 23), señalaba una persona que sería una
manifestación real y visible de la intervención de Dios a favor de su pueblo.
[2] La concepción de
Jesús tuvo lugar por la intervención directa del Espíritu
Santo. Te cubrirá con su sombra: La misma palabra utilizada para la nube de la cual salió la
voz que habló durante la Transfiguración. Ambos usos se refieren a
la nube que manifestó la gloria de Dios (Ex. 40:34-38).
[3] El segundo
concepto en esta expresión aclara y define la naturaleza de la misión del Hijo
de Dios. El salvará a su pueblo de sus pecados (v. 21). La misión de Jesús sería traer a los
hombres una salvación espiritual; ofrecería perdón de los pecados y una relación
correcta con Dios. Esta salvación, genuinamente espiritual, afecta todas las
áreas de la vida humana: social, económica y política.
Los judíos del primer siglo, y en manera especial los zelotes, esperaban que el
Mesías vendría para librar a su pueblo de las injusticias del dominio de un
imperio extranjero, es decir, la esclavitud, opresión y explotación de parte
del imperio romano. La negación de Jesús de satisfacer las expectativas del
pueblo, de que fuese un libertador político-económico, fue uno de los motivos
principales de su crucifixión. Este pasaje debe servir, especialmente en
América Latina, como un elemento eficaz para corregir algunas afirmaciones
erróneas de las teologías de la liberación que no
concuerdan con las Escrituras. Por ejemplo, la afirmación de que el evangelio
de Jesucristo promete liberación político-social-económica y que todos los seguidores
de Cristo deben, como una de sus responsabilidades primarias, trabajar para la
realización práctica de ese fin.
1. Philip Schaff,
The Creeds of Christendom, Volume 2 (Baker Book House, 1977), p. 62-64.
2. Escucha dos o
tres segundos de este clip (el tiempo que toma decir «madre de Dios») y piensa
si es agradable. Luego escucha toda la pieza y haz la misma pregunta.
3. Richard A.
Norris, Christological Controversy: Sources of Early Christian Thought
(Fortress Press, 1980), 123-25.
4. Jaroslav Pelikan,
Mary Through the Centuries: Her Place in the History of Culture (Yale
University Press, 1998), 57-59.
5. Ibíd, 55.
- Carlos
Astorga. Este contenido apareció originalmente en Twitter (@astorguita).
Publicado con permiso.
-
e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 25/5/2024. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”. AA-HH Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz. E - Lt. 18. III Etapa. Cel. 937-608382-Tumbes.
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