Los Evangélicos Dicen Adiós A Las Denominaciones:
Los Evangélicos Dicen Adiós A Las Denominaciones:
Ayuda Ministerial:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Estudios
recientes han demostrado que los no denominacionales son ahora el grupo
cristiano que más crece en los Estados Unidos.
Ni
bautistas ni metodistas; ahora los grupos que aumentan
el grueso de sus filas a más velocidad en la Iglesia protestante norteamericana
son los ‘nons’ (no denominacionales), lo cual genera varias
preguntas.
·
¿Podría ser posible un futuro
en el que no haya denominaciones dentro del cristianismo?
·
¿Este gran cambio está
amenazando a las diversas corrientes históricas?
Para responder a tales preguntas y entender el impacto de este fenómeno, es necesario que primero echemos un vistazo histórico a cuándo y por qué surgieron las denominaciones.
1. ¿De
Dónde Vienen Y Qué Son Las Denominaciones?
En una conversación con Coalición por el Evangelio, Carlos Astorga registró el siguiente comentario:
· En
el lado evangélico, las denominaciones surgen en la época de la Reforma. Muy
poco tiempo después de que Lutero comienza la Reforma en 1517, tiene una
discusión; una diferencia de opinión en cuanto al significado de la Cena del
Señor.
[...]
Cuando se reunieron en 1529 para tratar de ponerse de acuerdo, Lutero, Zwinglio
y otros reformadores, no lograron hacerlo.
Ø Zwinglio
tenía una postura…
Ø Lutero
tenía una postura distinta… y
Ø Decidieron entonces quedarse por
separado.
Ese fue el inicio histórico de las denominaciones protestantes.
Del movimiento de Reforma del siglo XVI surgieron cuatro grandes
ramas o tradiciones del protestantismo:
· La
primera de ellas fue la luterana,
· Luego
la reformada,
· Seguida de la anabaptista y
· Finalmente,
la anglicana.
Podríamos decir con certeza que de estas cuatro ramas surgieron las demás denominaciones que conocemos hoy.
Lutero, Zwinglio y otros reformadores, no lograron ponerse de acuerdo en cuanto al significado bíblico de la cena del señor. Ese desacuerdo abrió paso al inicio de las denominaciones protestantes.
John
Sandoval, pastor presbiteriano y plantador de iglesias en Colombia, nos ayuda a
explorar con mayor profundidad el significado de las denominaciones
protestantes.
Ø Específicamente el
protestantismo, como su nombre indica, surge en el periodo de la Reforma
protestante. Sabemos nosotros que antes de la gran reforma del siglo XVI, hubo
grupos que protestaron contra el cristianismo oficial, no obstante, estos no
tuvieron tanto desarrollo, tanta influencia, hasta que, en el siglo XVI,
iniciando con la persona más conocida que es Martín Lutero encontramos una
conexión allí de manera teológica, pero también de manera eclesiológica. Un
ejemplo son los valdenses, que
luego se unen con los que se hacen llamar calvinistas.
Ø Además, las denominaciones protestantes surgen en contextos particulares para procurar suplir una necesidad dentro o fuera de la iglesia, específicamente dentro de la iglesia. Sabemos que en el siglo XVI se empezó con el tema de las indulgencias en la parte alemana y allí surgió lo que posteriormente se llamó luteranismo. Ya en la Suiza francesa, como la llamamos hoy, surgió parte de lo que llamamos nosotros ‘la teología reformada’, que a su vez también tiene una parte germana con Zwinglio.
Con
el transcurso del tiempo, las denominaciones
protestantes que surgieron en
el periodo de la Reforma dieron lugar a numerosas ramificaciones que se
extienden hasta nuestros días.
Hoy por hoy vemos a los:
Ø Bautistas,
Ø Presbiterianas,
Ø Congregacionalistas,
Ø Metodistas,
Ø Asambleas
de Dios,
Ø Entre
muchas otras.
Algunas diferencias entre estos grupos se basan en posturas doctrinales de segundo orden y formas de gobierno eclesial. Con esta información en mente, trataremos de definir lo que son las denominaciones. John Sandoval lo pone en estas palabras:
· Una
denominación protestante puede ser definida de la siguiente manera: es una expresión particular del
cristianismo protestante con cierta estructura organizacional, que surge dentro
de unas circunstancias especiales para suplir determinadas necesidades dentro o
fuera de la iglesia.
Además,
tiene un desarrollo propio después de los que la originan.
· Digo que es una
expresión particular porque el cristianismo arraiga en una cultura, en un
momento y en unas circunstancias particulares. Una cosa es el protestantismo
europeo del siglo XVI en la región de Alemania y otra son los matices que
surgieron dentro del cristianismo protestante, también del siglo XVI, del lado
francés. Aunque ambos son protestantes, tienen particularidades propias.
· Cuando hablo de
una estructura organizacional, me refiero, por ejemplo, al cristianismo
protestante que surgió en Holanda, con unos grupos un poco más libres y
espontáneos que el cristianismo protestante de Inglaterra de esa época, que es
más estructurado, más semejante a la estructura organizacional previa.
Además,
las circunstancias especiales van a determinar varios de sus asuntos
eclesiales. Cuando Lutero lanzó su protesta tuvo el apoyo de los príncipes
germanos, eso le dio un matiz especial. Diferente a, por ejemplo, Calvino que
tuvo una lucha constante con los gobernantes de la ciudad y Ginebra, a tal
punto que terminó siendo expulsado con Farel, esto marcó también las
circunstancias y los matices denominacionales.
Las denominaciones protestantes surgieron en contextos particulares. Una cosa es el protestantismo europeo del siglo XVI en Alemania y otra los matices del cristianismo protestante en Francia. Aunque ambos son protestantes, tienen particularidades propias.
2. El Ascenso
De Los ‘nons’:
En resumen, las denominaciones protestantes son expresiones
particulares del cristianismo que surgieron en el periodo de la Reforma. Tienen
cierta estructura organizacional e históricamente han aparecido en medio de
circunstancias especiales para suplir determinadas necesidades dentro o fuera
de la iglesia.
Además,
han tenido un desarrollo propio que generalmente ha precedido a aquellos que
inician el movimiento.
Partiendo
de las premisas anteriores, ahora sí podemos abordar un fenómeno que hoy nos
lleva a hablar sobre la importancia de las denominaciones. Este es conocido
como “el ascenso de los nons”, término con el que nos referimos al
crecimiento significativo de creyentes o iglesias sin afiliación a una
corriente histórica. Hablamos de un grupo de
cristianos que no se identifica:
Ø Ni como bautista,
Ø Ni como presbiteriano,
Ø Ni como pentecostal,
Ø Ni como parte de
ninguna otra tradición.
Ese grupo de cristianos, el de los ‘nons’, es el segmento más grande entre los protestantes de Estados Unidos y tal vez del mundo. ¿Ha sido así siempre? Durante los últimos años, la Convención Bautista del Sur había sido considerada la denominación más grande de Norteamérica. El profesor de ciencias políticas de la Universidad del Este de Illinois, Ryan Burge, afirmó que:
· Durante décadas,
los bautistas del sur disfrutaron de un crecimiento extraordinario. En
un período de 26 años, que va desde 1946 hasta 1972, el número de bautistas del sur se
duplicó con creces, de 6 millones a 12 millones.
Luego,
las cifras de membresía continuaron aumentando, alcanzando un máximo de 16,3
millones de miembros en 2006. [Sin embargo], alrededor del año 2010, la
membresía comenzó a disminuir notablemente con alrededor de 100,000 miembros
perdidos por año. Desde entonces, esas pérdidas comenzaron a acelerarse.
Para
2019, la caída anual fue de más de un cuarto de millón de miembros.
¿Cuáles son las razones por las que la denominación más grande
de los Estados Unidos ha experimentado una disminución tan fuerte en su
membresía?
Burge enlista una
serie de motivos que pudieron influir en este éxodo de miembros. La primera de
ellas tiene que ver con la desconfianza hacia las instituciones.
En palabras del
propio Burge: “si hay una característica principal de la vida estadounidense en
2023, es que la gente no confía en las instituciones. Los datos de la encuesta
social general indican que la confianza en los bancos, la educación, el
congreso, las grandes empresas, los medios de comunicación y la medicina se han
reducido drásticamente desde hace unas décadas”.
Esta
conclusión coincide con las declaraciones de Joselo Mercado, pastor principal
de la Iglesia Gracia Soberana en Gaithersburg, Maryland, quien considera que el
crecimiento de las congregaciones no denominacionales está relacionado con la
desconfianza hacia las instituciones.
El
aumento en los Estados Unidos tiene varios factores, pero principalmente hay un
crecimiento de falta de confianza en la institución. Es algo que en
la sociedad ha aumentado, y las personas tienden a no confiar en las
instituciones.
Eso salió de
varias cosas, pero el movimiento de revolución sexual de los
años sesenta y setenta trajo este pensamiento de que las instituciones son
negativas.
Muchas iglesias
que nacieron de ese movimiento, el Jesus
Movement o el movimiento de Jesús, fueron hacia esa dirección de no ser denominacionales porque venían de este
pensamiento de tener cuestionamientos o no confiar en las instituciones.
De
acuerdo a sus estadísticas, la membresía de numerosas denominaciones
protestantes, incluida la de la Convención
Bautista del Sur, está envejeciendo. En una década o dos,
es muy probable que la mitad de los adultos mayores no puedan asistir a los
servicios de la iglesia.
Por último, el decrecimiento en la membresía parece relacionarse también con el aumento de jóvenes reacios a abrazar cualquier tipo de religión y con el crecimiento de las iglesias sin afiliación a una corriente histórica. Sobre esto último, Ryan Burge escribió:
Ø Lo que puede ser
una amenaza aún mayor para la Convención
bautista del sur, es el dramático aumento de las iglesias no denominacionales. Al observar el tamaño
de cada una de las principales tradiciones protestantes en los últimos 14 años,
el común denominador es el declive. [...]
La única excepción son los cristianos no denominacionales. Eran el 7,1 % de la población total en 2008, pero esa cifra ha aumentado hasta el 8,6 % en 2022.
Esto
último nos permite concluir que, mientras que la denominación más grande de los
Estados Unidos va disminuyendo, los ‘nons’
van en ascenso.
Mientras que la membresía de la Convención Bautista del Sur va disminuyendo, los números en los grupos no denominacionales van en ascenso.
3. Las
Estadísticas:
En
los últimos años se han realizado algunos estudios que siguen con mayor
atención este crecimiento significativo.
Por ejemplo: en 2015, Pew
Research Center realizó uno
en el que sobresalió el gran número de personas que no se sienten identificadas
con alguna denominación.
· De acuerdo con sus
datos, para ese momento el 6,2 % de todos los adultos (y el 13 % de los
protestantes) se identificaban con iglesias ‘nons’,
· Frente al 4,5 % de
todos los adultos (y el 9% de todos los protestantes) en 2007.
Un
año más tarde, en 2016, Gallup realizó un estudio cuyo resultado mostró que el
porcentaje de estadounidenses que se identificaban
con:
·
Una
corriente protestante específica se redujo del 50 % en el 2000 al 30
% en el 2016,
· Mientras
que los cristianos que no nombran una religión o denominación específica casi
se duplicaron en número, del 9 al 17 %.
De
acuerdo con otra investigación decenal, publicada por el censo de la religión
de los Estados Unidos en el 2020, el número de congregaciones no denominacionales ha crecido a cerca de 9,000 durante la última década.
Es probable que hayas notado que la conclusión más lógica de esta situación es que el surgimiento de los ‘nons’* podría llevar a la inminente desaparición de las vertientes del protestantismo. Sin embargo, ese no parece ser el escenario a corto plazo. De acuerdo al mismo censo de religión de los Estados Unidos, algunas corrientes tradicionales siguen creciendo, aunque no sea en gran número. En consecuencia, si los cristianos ‘nons’ fueran una denominación, podrían ser hoy la más grande del cristianismo protestante en Norteamérica.
*nones = no afiliados a ninguna religión.
(cristianos sin una denominación particular)
4. Latinoamérica:
Ahora
que repasamos el trasfondo histórico de las denominaciones, y que hemos visto
algunas estadísticas actuales sobre el ascenso de los ‘nons’, creemos que es necesario meditar en la
relevancia de este tema para la iglesia en Latinoamérica.
Ø
En primer lugar, debemos reconocer
que muchos creyentes del mundo hispanohablante ven la información sobre las
corrientes protestantes, y su origen histórico, como irrelevante o innecesaria.
Lo cual nos conduce al siguiente interrogante: ¿es necesario
conocer el origen de las denominaciones y las características de las
estructuras eclesiásticas históricas? Al
respecto, Joselo Mercado dijo:
· Creo que es
importante que se entiendan las estructuras eclesiológicas históricas, porque
muchas personas presentan la suya como la única posible, cuando la historia de
la iglesia ha mostrado diferentes. Hacen ver negativas algunas estructuras por
experiencias que ha habido en ciertas regiones o países.
· Por ejemplo, yo
voy a ciertos países donde no puedo decir la estructura
presbiteriana, cuando es
interesante que la herencia reformada vino de ahí. Calvino, Zwinglio, todos
ellos las tenían como base. La reforma que llegó a los Estados Unidos vino
básicamente de los presbiterianos de Escocia. Pero, por algunas razones, casi
es una palabra que no se puede mencionar en algunos lugares de Latinoamérica.
· Creo que eso
muestra un poco de falta de entendimiento de las realidades históricas, de que
ha habido estructuras episcopales,
presbiterianas, congregacionalistas
y que todas han sido parte de la historia de la iglesia. Desde mi perspectiva,
no hay un tipo de abuso de poder, pudo haberlo en todas. Son formas en las que
fielmente podemos servir al Señor.
Es muy probable
que desconocer la teología histórica o la historia de la iglesia nos pueda
conducir a abrazar o presentar una sola estructura eclesial como si fuese la
única existente, o peor aún, la única válida. En otras palabras, desconocer el
origen de las denominaciones protestantes puede conducir a muchos creyentes al
sectarismo religioso.
Desconocer la historia de la
iglesia nos puede conducir a abrazar o presentar una sola estructura eclesial
como si fuese la única existente, cayendo así en el sectarismo
religioso.
Ø En
segundo lugar,
es necesario preguntarnos, ¿por qué debería
interesarnos a los latinos, lo que sucede con el cristianismo de los Estados
Unidos? Conversamos también con Juan Sánchez de High Pointe Baptist Church en Austin, Texas. Desde su experiencia personal,
el pastor Sánchez considera que la iglesia norteamericana tiene una gran
influencia sobre la latinoamericana, lo cual es abiertamente conocido.
· De acuerdo con sus
declaraciones, actualmente la iglesia en Estados Unidos está luchando con
diferentes problemáticas y batallas muy singulares como el racismo y la
política nacional; problemas que en ese contexto requieren una respuesta
particular del evangelio. Por lo tanto, se debe tener cuidado de que esos temas
no influyan a la iglesia de Latinoamérica de una manera contraproducente.
· Entonces, si no somos conscientes de esa influencia que la iglesia estadounidense genera en América Latina, podríamos estar trasladando una variedad de meditaciones teológicas, batallas culturales o asuntos de división que no se relacionan con nuestro propio contexto. Terminaríamos proclamando una variedad de respuestas o emprendiendo batallas que no corresponden con las problemáticas particulares hispanoamericanas. Pero, nos guste o no, lo que sucede con la iglesia y en la sociedad de los Estados Unidos siguen siendo asuntos que nos afectan, y uno de esos es el ascenso de los ‘nons’.
5. El Diálogo:
Por lo anterior, tras explorar el crecimiento significativo de las iglesias sin afiliación denominacional en los Estados Unidos, los interrogantes que surgen para nuestro contexto son muchos. Por ejemplo, ¿el ascenso de los ‘nons’ nos comunica que las denominaciones ya no son necesarias? ¿Existe algún peligro al no pertenecer a ninguna denominación histórica? Sandoval compartió su perspectiva:
Ø Claro que son
necesarias en varios sentidos, el primero es que una denominación histórica me da a mí raíces.
Esto quiere decir que el cristianismo no empezó con nosotros. Muchos de los
grupos que hoy conocemos lo máximo que pueden rastrear respecto a sus orígenes
es con el fundador, que normalmente está vivo o normalmente salió a su vez de
otra denominación, etcétera.
Ø Ahora, si nosotros
no somos conscientes de la importancia de una denominación, no vamos a tener
identidad. Es como si cualquiera de nosotros perdiera la memoria en cualquier
momento, ¿qué pasaría? Bueno,
estaríamos a merced de las personas del momento y eso ocurre con grupos que
ignoran las raíces históricas de su fe, no solamente en la Biblia, sino también
el trasfondo particular del cristianismo occidental. Cuando llegan las modas y
las tendencias es mucho más fácilmente secuestrada esta denominación por
tratar, supuestamente, de ser muy diferente, pero simplemente lo que están
haciendo es amoldarse a este mundo.
Ø Pero el segundo sentido, creo que son necesarias
también porque nos permiten a nosotros darnos cuenta de qué compañerismo
podemos tener con hermanos de otro trasfondo denominacional. Hay un detalle
importantísimo que está ocurriendo en nuestros días. Dentro de las muchas
denominaciones protestantes que están luchando con el liberalismo, que viene ya del siglo
XVIII y al que ya se le ven sus efectos, ya hay bandos conservadores. Es decir,
que defienden la comprensión y la expresión tradicional de la fe cristiana
protestante basada en la Biblia.
Ø Si nos damos cuenta, los grupos conservadores de una denominación tienen más en común con grupos conservadores de otra, o sea, hay más en común con conservadores, como los llaman, de todas las corrientes protestantes que con los liberales de la suya. Esto es importantísimo y nos da una advertencia: cuando la denominación se convierte en un objetivo en sí mismo, es decir, nos define por completo como personas, creo que estamos en peligro no solamente de desconocer las raíces de nuestra fe cristiana, sino también de darnos cuenta de que somos susceptibles de corromperla. Peor aún, esa fe no podrá transmitirse fielmente a la próxima generación.
Justin Burkholder, misionero en Guatemala y pastor de la Iglesia Reforma, también nos dio su opinión sobre este asunto:
Ø A mí siempre me
cuesta un poquito esa palabra “necesaria”, ¿verdad?, porque creo que como cristianos, a
menudo hemos catalogado demasiadas cosas como necesarias y corremos el riesgo
de caer en un legalismo.
Sin
embargo, creo que las denominaciones, son una bendición para la iglesia
cristiana. Porque sabemos que hay una diversidad teológica en temas de segunda
y tercera importancia que pueden impactar o afectar nuestra capacidad de
congregarnos juntos y tener comunión.
Ø Por ejemplo, cómo
organizamos una iglesia, su liderazgo, y qué creemos acerca del bautismo (si se puede hacer con infantes o no), quiénes
pueden o no tomar la Cena del Señor.
Hay preguntas que son muy puntuales que cada comunidad local tiene que
contestar, y a menudo las denominaciones han existido como una supraestructura
para congregaciones locales que ya han optado por cierta postura respondiendo a
esas preguntas.
Ø Entonces, nosotros
sabemos que los presbiterianos
toman una postura afirmativa en cuanto al bautismo
de los infantes, cosa que las denominaciones
bautistas no toman.
Los
presbiterianos
toman una decisión acerca de su gobierno, a diferencia de las convenciones bautistas, que no usan la
palabra denominación a
propósito por la manera en la que quieren estructurar sus iglesias.
Ø Entonces, no sé si diría que son necesarias. Pero dentro de la libertad cristiana que tenemos para leer las Escrituras y llegar a conclusiones, habrá diferencias en temas que no son de primera importancia, que por supuesto van a impactar las comunidades locales con las que nos podemos congregar. Creo que muchas personas no están conscientes de a qué trasfondo teológico pertenecen; no saben si su iglesia está en algún movimiento, denominación, línea doctrinal. Es importante que, al escoger el lugar en donde vamos a vivir nuestra vida cristiana, tengamos claro cuáles son nuestras convicciones al respecto y nos unamos a aquellas con las que compartimos esas creencias.
El pastor Sánchez también dio su opinión al respecto:
· Por un lado, las
denominaciones no son necesarias; lo que es necesario es la iglesia, porque es
el vehículo por el cual Cristo está recogiendo a sus elegidos del mundo a
través de la proclamación del evangelio.
Así que lo necesario es predicar a Cristo, bautizar
a los que responden en fe y arrepentimiento, unirlos a una
congregación y enseñarles todo lo que
ha mandado Cristo Jesús. Eso es lo
que es necesario. Y para cumplir la Gran Comisión, una iglesia es
necesaria.
· El bien más importante de las denominaciones es que con nuestra congregación podemos cumplir la Gran Comisión de una manera fiel, pero cuando nos juntamos con otra, y tres, cuatro o cinco más, es posible compartir recursos, compartir para plantar una iglesia o enviar a un misionero. Ese es el bien de las denominaciones. El peligro de no pertenecer a una es que uno se siente aislado como pastor o como comunidad, es importante entender que una iglesia local no puede hacer lo mismo que diez juntas. Así que las denominaciones no son necesarias, pero son útiles para la cooperación entre congregaciones fieles.
Al
escuchar a pastores de diferentes contextos y trasfondos, podemos concluir que
las denominaciones juegan un papel importante para la iglesia de nuestros días.
Aunque puede haber diferencias de opinión sobre si debemos referirnos a ellas
como necesarias o no, los puntos de vista convergen cuando se trata de su
utilidad.
Temas como la identidad, las convicciones, la doctrina y la misionalidad, cobran suma relevancia cuando hablamos de tales corrientes protestantes. Ahora, si son tan importantes, ¿por qué un número tan significativo de cristianos se rehúsa a pertenecer a una iglesia denominacional?
Joselo Mercado se refirió a esto:
Ø Desde mi
perspectiva, pienso que muchas personas evitan las denominaciones por dos razones:
· Número uno, no tienen confianza en las instituciones; creo
que es algo que por toda la cultura se permea y se ha pasado también a las
iglesias.
· Y número dos, por malas experiencias.
Entonces,
si las tuvieron en un lugar, como que ya remueven completamente la posibilidad
de pertenecer a una estructura similar y no necesariamente ven si hay una
convicción bíblica en tener estructuras, sino que llegan a conclusiones basadas
en experiencias negativas que tuvieron en alguna denominación.
Ø Las razones que el
pastor Joselo Mercado expone, nos presentan un desafío importante. Nuestra
evaluación sobre la membresía en una denominación no debería basarse
enteramente en parámetros personales. La oración,
los principios bíblicos y el estudio aplicado de las Escrituras deben jugar un papel crucial al momento de
considerar una iglesia con estructura eclesiológica. Dicho eso,
pasemos a considerar los aspectos positivos que encontramos al pertenecer a una denominación,
y analicemos los aspectos de cuidado que, según el pastor Mercado, cada una de
ellas debería tener presentes.
Ø La razón por la
que soy parte de una denominación es una convicción bíblica personal. Sé que
otros creyentes pueden llegar a otras convicciones, pero veo que hay un
principio de interdependencia en la Biblia donde
diferentes iglesias trabajaban juntas por una misión en común y para la pureza doctrinal.
El aspecto positivo que encuentro es eso:
·
No aislarme en mis pensamientos,
·
En mis conclusiones,
·
En mi estudio, y
· Estar protegido por una declaración de
fe amplia que me ayuda a mantenerme en la ortodoxia y
· Que otros velen porque me mantenga en
ella.
Ø ¿En qué se puede abusar o que debe tener cuidado las denominaciones? En no ir más allá de imponer aspectos que violentan la autoridad de los líderes de la iglesia local. Es un balance o equilibrio que hay que tener, en el que las congregaciones, que tienen autonomía o liderazgo local, compartan en ciertas áreas esa autoridad, por protección de la comunidad y para tener esa interdependencia con otras iglesias.
Una buena conclusión, hasta este punto, es que las denominaciones protestantes han sido relevantes a lo largo de la historia, y lo siguen siendo hoy. No obstante, como vimos por las estadísticas, el número de iglesias ‘nons’ está en aumento. Las congregaciones sin afiliación denominacional son un sector de mucho peso e influencia, especialmente dentro del movimiento evangélico. Frente a este panorama, ¿cómo deberían sobrellevar sus diferencias ambos grupos?
El pastor Burkholder respondió:
· En caridad y en
mucho amor, porque yo creo que a menudo estas diferencias, de nuevo, no son
diferencias de primer orden. Uno no es cristiano en base a qué cree acerca de
si debería haber ancianos o pastores en una iglesia, ancianos o diáconos. Esas
no son doctrinas que determinan si estamos dentro de la fe cristiana
o no, como sí lo hacen la divinidad y
humanidad de Jesucristo, la Trinidad,
la redención por nuestros
pecados, la resurrección corporal de Jesucristo.
· Si sabemos que el núcleo
de la teología cristiana es compartido por todos los cristianos, pero que hay
matices en asuntos de segunda o tercera importancia, deberíamos abordar esas
diferencias con mucho amor. Ahora, creo que hay mucha riqueza en el intercambio
de nuestras ideas y uno de los peligros del denominacionalismo es que nos
separamos demasiado y, por lo tanto, nos empezamos a distinguir primeramente
por lo que nos separa y no por lo que nos une.
· Entonces, no
tenemos conversaciones acerca del bautismo,
del gobierno de la iglesia o
de los últimos tiempos. Creo que hay mucha riqueza para las iglesias cuando nos
reunimos juntos y oramos por
nuestras ciudades, y buscamos la restauración de
nuestras ciudades, la proclamación
del evangelio. A final de cuentas, nuestro
anhelo es el mismo: queremos ver el nombre de
Jesucristo proclamado hasta los confines de la tierra.
· Entonces, creo que
lamentablemente, en muchos casos, el denominacionalismo ha sido motivo para juzgar, criticar
y alejar; no tanto para poder simplemente
afirmar y reconocer que tenemos diferencias, pero que lo que nos une es
infinitas veces superior a lo que nos separa. Deberíamos abordar esas
diferencias en amor, abrazando, primeramente, así como elevando
y enfatizando lo que nos une por encima de lo que no.
En muchos casos, el denominacionalismo ha sido motivo para juzgar, criticar y alejar; no tanto para poder afirmar y reconocer que tenemos diferencias. Hay que entender que lo que nos une es infinitas veces superior a lo que nos separa.
El pastor Joselo Mercado también dio su perspectiva sobre este asunto:
· Tenemos que
entender que hay aspectos que son esenciales, son medulares, donde no
negociamos el evangelio, doctrinas que tienen que ver con la deidad de Cristo,
quién es Dios, pero debemos entender que en las estructuras eclesiológicas se
puede llegar a diferentes conclusiones. Debemos tener la humildad suficiente
para respetar la convicción de otros hermanos, aunque no lleguemos a lo mismo.
Ahí textos como 1 Corintios 8, 9 y 10, y Romanos 14 deben gobernar, pues cada persona va a rendir
cuentas a Dios sobre posiciones y hay libertad de tener diferencias.
· Entonces, tengo mis posiciones claras... con respecto a mi estudio bíblico, he llegado a esas conclusiones, pero respeto a otros hermanos que llegan a unas diferentes, basadas en un estudio responsable de la Biblia. Puedo entender cómo llegan a ese resultado, aunque yo no llegue de esa manera, y eso permite, en la realidad protestante, dar espacio para que otros tengan convicciones que no se alinean con nosotros, pero a la vez somos hermanos porque lo esencial, que es el evangelio, lo compartimos.
Aunque estas respuestas apuntan a cómo sobrellevar las diferencias entre grupos denominacionales y no denominacionales, vale la pena pensar en aquellos creyentes que se congregan en iglesias locales con las que no comparten las mismas convicciones eclesiológicas. En tal caso, ¿debería ese creyente salir de esa comunidad? Esta fue la respuesta del pastor Joselo Mercado:
Ø Creo que esa no es
una necesidad de salir si se está predicando el evangelio y se están
practicando los sacramentos, y hay una comunidad saludable donde se desea la
santidad de los hermanos y se desea proclamar la palabra fielmente.
Yo
preferiría una iglesia que no se alinea con mis estructuras eclesiológicas pero
que hace esas cosas, que buscar una iglesia con estructuras eclesiológicas que
no tiene lo esencial.
Ø Habiendo dicho
eso, creo que es importante tratar de estar en una iglesia que se alinea en la
mayoría de nuestras convicciones, pero no debe ser la bandera que sembramos,
que representa lo que somos. Debe ser un distintivo importante para el manejo
de la iglesia, pero, aunque debemos tener convicciones, esto no debe ser lo
principal o lo que define si van a estar en comunión con hermanos o no.
Ø Debemos tener la humildad suficiente para respetar la convicción de otros hermanos, aunque no lleguemos a las mismas convicciones eclesiológicas.
A la luz de estas conclusiones, queda claro que las iglesias denominacionales y las ‘nons’ pueden coexistir. Mientras haya unidad alrededor del evangelio y de las doctrinas fundamentales de la fe cristiana, habrá posibilidades de sobrellevar las diferencias. A pesar de eso, la idea de que las denominaciones puedan desaparecer con el transcurrir de los años no deja de ser inquietante. ¿Será posible un futuro sin denominaciones? Esta es la opinión del pastor Burkholder:
· Si pensamos en las
denominaciones como las estructuras jerárquicas de múltiples iglesias, pues
siempre es posible que exista un futuro sin eso. Pero si estamos hablando de
los matices teológicos que existen entre cristianos, creo que
siempre vamos a congregarnos con grupos de personas que comparten nuestras
convicciones con respecto a ciertos temas. Ahora, mi preocupación con el futuro
es que la teología del cristiano común y de la iglesia común se ha diluido
tanto que no hay nada que distinga a una congregación de otras iglesias ni de
cualquier evento colectivo donde hay música y una persona exponiendo un tema.
· Entonces, creo que
no solo corremos el riesgo de perder la riqueza teológica que existe en la
diversidad, sino de perder por completo lo que nos identifica como cristianos
evangélicos. Tenemos 2,000 años de desarrollo teológico, en los que
personas han dado su vida por proteger doctrinas esenciales para la fe cristiana, las cuales hoy en día muchos
cristianos ni las pueden articular: no pueden explicar qué cree la iglesia cristiana acerca de la
Trinidad, de
la unión de
las dos naturalezas de Jesús. No hablamos de esos temas. Hablamos
más de cómo perseverar, cómo luchar contra cosas, cómo prosperar, cómo x, y, z.
Se vuelven más un asunto motivacional, algo que inspira, y perdemos la esencia
de la fe cristiana.
· Entonces, si hay o no denominaciones, es algo que está por verse. El diluir la teología de la iglesia va a afectar más que las denominaciones, va a afectar hasta el testimonio público de la iglesia, la preservación del evangelio en ciertos sectores. Ahora es aquí donde nuestra confianza está en la soberanía de Dios, que Él siempre ha preservado y protegido su iglesia, independiente de la situación. Pero se va a poner interesante, eso sí.
La teología del cristiano común y de la iglesia común se ha diluido tanto que no hay nada que distinga a una congregación de otras iglesias ni de cualquier evento colectivo donde hay música y una persona exponiendo un tema.
Esto dijo Joselo Mercado sobre el asunto en cuestión:
Ø Personalmente,
creo que en el cielo no habrá más denominaciones; estaremos todos bajo el
gobierno del Rey, el Señor Jesucristo. Pero mientras estemos en este lugar de
la tierra, y especialmente en la tradición protestante, desde mi perspectiva es
saludable que haya denominaciones. El principio de siempre reformados permite
que personas estén en diferentes lugares y aspectos. No tenemos que
necesariamente verlo de una forma combativa, lo veo como algo saludable.
Ø No somos católicos,
así que no tenemos un Papa que dicta todas las convicciones de los
hermanos. Vemos en Hechos 15, que ellos llegaron a ciertas convicciones, pero
dieron libertad en otras prácticas a las iglesias,
y creo que eso refleja una realidad de que podemos tener varias organizaciones
con diferentes fortalezas que sirven para aspectos del Reino en lo que otras
no, porque no tienen esas ventajas.
Esa es la belleza del cuerpo de Cristo, donde hermanos tienen áreas más fuertes y aportan eso al reino de Dios, y otros hermanos tienen otras. Nos ayudamos y hacemos nuestra labor como diferentes partes del cuerpo.
Las anteriores conclusiones no parecen concebir que el final de las denominaciones esté cerca. De la misma manera, no existen indicios de que el ascenso de los ‘nons’ vaya a detenerse. En medio de ese panorama, la iglesia cristiana contemporánea debe esforzarse por mantener la unidad a través de la centralidad del evangelio y, al mismo tiempo, celebrar y apreciar la diversidad alrededor de esa centralidad.
Independientemente de las doctrinas secundarias que nos diferencian, la responsabilidad de conocer, aprender y transmitir las verdades esenciales de nuestra fe, es una tarea apremiante que a todos nos espera. Así lo afirmó el pastor Sánchez:
Ø “La misión de nosotros no cambia, no importa cuántos ‘nons’ o ‘nones’ hay, no importa cuánto están creciendo. La misión de nosotros es predicar el evangelio a los no creyentes y llamarlos al arrepentimiento y fe en Cristo”.
Por su parte, el pastor Joselo Mercado expresó lo siguiente:
· Es importante
tener convicciones en este tema, porque esas convicciones guían formas y
aspectos de prácticas en las iglesias locales. Entonces, no es un tema que
podemos dejar solo para diferenciar lo que tú crees de lo que yo creo. No, yo
tengo que tener convicciones profundas para poder liderar la iglesia local a la
que pertenezco. Pero debemos tener la humildad de saber que hermanos pueden
llegar a posiciones responsables, y les damos espacio.
· Creo que en
Latinoamérica se ha querido presentar como que parte de la ortodoxia son
ciertos tipos de estructuras eclesiológicas,
y no necesariamente esa es la realidad. Esto ha creado un sentido de división
en áreas donde no debe haber división, donde lo que debe haber es un juicio
caritativo el uno por el otro.
Debemos recordar que vamos a trabajar sobre la tradición de los apóstoles, que es la Palabra de Dios. si somos conscientes de esto, podemos mantenernos en comunión, no solamente con la iglesia de nuestra generación, sino la de todas las generaciones.
Sandoval, pastor presbiteriano, dijo:
Ø
Respecto a los grupos no
denominacionales, tengo dos reflexiones:
· En
primer lugar,
muchas de sus críticas y demandas son legítimas porque nos recuerdan a los que
estamos del lado tradicional-denominacional,
nuestra raíz protestante. El protestantismo surge dentro de un tradicionalismo,
así que no podemos dejar de escuchar las necesidades de las almas.
· En
segundo lugar,
también debemos ser conscientes de que el tradicionalismo es bastante riesgoso,
así como el esnobismo “cristiano”, que
está en una constante búsqueda, pero que no llega a ningún punto en particular.
Ø Si se trata de
buscar la fe cristiana en cuanto a su comprensión bíblica y su
expresión fiel, naturalmente vamos a tener algún tronco histórico. Es
por ello que ya personas que han estudiado este tema han afirmado expresiones
como la siguiente:
· “Tradición es la fe viva
de los que murieron, mientras que el tradicionalismo es la fe muerta
de los que viven”, y
· Eso funciona para ambos bandos.
RESUMEN:
Debemos
recordar que vamos a trabajar sobre la tradición de
los apóstoles, que es la Palabra
de Dios y, aunque pensemos que no
tenemos ningún vínculo con la tradición, vamos a dejar nuestra
propia idea de ella.
Esto
es ineludible, de tal modo que, si somos conscientes de esto, podemos
mantenernos en comunión, no solamente con la iglesia de nuestra generación,
sino la de todas las generaciones.
Trabajar
sobre la tradición [La Palabra de Dios] de
los apóstoles.
___________
Nota
y Bibliografía:
- John Montaña. María Hernández. BITE. Agosto 2
de 2023.
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 26//6//2024. MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. AA-HH. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del
Hospital Regional II. Cel.
937-608382-Tumbes.
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
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