SALMO 119: SALMO DIDACTICO: ALABANZA, AMOR, PODER Y USO DE LA PALABRA DE DIOS: [I]
SALMO 119:
SALMO DIDACTICO: ALABANZA, AMOR, PODER Y USO DE LA
PALABRA DE DIOS: [I]
(Salmo 119:1-176)
Lámpara
es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi
camino. (v. 105)
Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez:
Es el arreglo acróstico más grande del Salterio. Cada estrofa representa una letra del alfabeto heb. Mientras en otros poemas acrósticos cada versículo o cada línea empieza con cierta letra en el orden del alfabeto, aquí cada uno de los ocho versículos de la estrofa empiezan con la misma letra, y las estrofas siguen las letras en el orden de las 22 letras del alfabeto heb.
El salmista quiere mostrar la Palabra de Dios en su totalidad; usa una serie de sinónimos; cada uno habla de la Palabra de Dios, pero también destaca ciertos aspectos de ella.
Ayuda
Hermenéutica:
Ley = (torah H8451)
viene de un verbo que significa “dirigir” o “enseñar”. Significa “ley” y “revelación”; es la voluntad de Dios
revelada, tanto en leyes específicas como en toda su revelación. El Pentateuco se llama Torah,
y a veces la palabra se usa para toda la Escritura (comp. 1 Cor. 14:21).
Testimonios (edot
H5713) es del verbo, “dar testimonio”; dan testimonio en cuanto a Dios
mismo, su voluntad y sus promesas.
Mandamientos (miswot H4687) es del verbo “mandar”
o “dar orden”;
pone énfasis en la autoridad del que da la orden.
Estatutos (huqquim H2706 a menudo leyes en RVA) se
deriva del verbo “grabar” o “inscribir”; indica una ley, escrita, definida;
subraya la permanencia y la autoridad de las Escrituras.
Juicios (mishpatim
H4941) es del verbo “gobernar” o “juzgar”; se refiere a las normas
éticas, los deberes y derechos que Dios, el juez sabio, ha dado para asegurar
justicia entre los seres humanos.
Palabra (dabar
H1697) es el término más amplio; se refiere a la
voluntad revelada por Dios, su mandato, su oráculo; en fin, es toda la
revelación expresada por Dios.
Dicho (imra
H565) indica lo que Dios ha dicho o prometido.
Ordenanzas o preceptos (piqqudim H6490),
del verbo “encargar”,
son ordenanzas de Dios que tienen que ver con la conciencia y la
responsabilidad del ser humano como un ser inteligente; son instrucciones
particulares con énfasis en los detalles.
Caminos (derakim
H1870) y sendas (orjot H734) indican acción moral y
carácter, el estilo de vida que corresponde a las normas reveladas por Dios. Jesús dijo:
Yo soy el camino. En
el NT., los cristianos fueron llamados “los del
camino”.
Al
referirse a esta “palabra de Dios” (lo
cual hace en casi todos sus 176 versículos) el Salmo utiliza
nueve palabras principales. Estas pueden ser listadas en cinco grupos:
(i) La palabra se originó en el hablar divino:
· Palabra(s) (heb. dabar, 9, 16, 17, 25, 28, 42, 43, 49, 57,
65, 74, 81, 89, 101, 105, 107, 114, 130, 139, 147, 160, 161, 169) y
· Palabra/promesa(s) (heb. imrah, 11, 38, 41, 50, 58, 67, 76, 82,
103, 116, 123, 133, 140, 148, 154, 158, 162, 170, 172) se derivan ambas de
verbos del habla.
La
“palabra” es lo que el propio Dios ha
hablado; ya sea directamente, como a Abraham (Gn. 17:1) o a Moisés o por
intermedio de él o de algunos de los otros profetas (por ejemp. Ex. 3:5; 19:9;
Amós 1:1, 3).
(ii)
Se usan dos términos para afirmar que esta palabra
expresa la mente de Dios:
· Leyes (heb. mispat 7, 13, 20, 30, 39, 43, 52, 62, 75,
84, 91, 102, 106, 108, 120, 132, 137, 149, 156, 160, 164, 175) se deriva del
verbo “dar juicio”, tomar una decisión
sobre lo que es correcto o errado;
· Testimonio(s) (heb. eda 2, 14, 22, 24, 31, 36, 46, 59, 79,
88); edut (95, 99, 111, 119,
125, 129, 138, 144, 152, 157, 167, 168) se deriva del verbo “dar testimonio”: en
su palabra Dios “da testimonio” de
sí mismo, su naturaleza y su verdad.
(iii) La importancia
permanente de la palabra de Dios es expresada por leyes, en el sentido de “decretos” (heb. hoq
5, 8, 12, 16, 23, 26, 33, 48, 54, 64, 68, 71, 80, 83, 112, 117, 118, 124, 135,
145, 155, 171).
Se deriva del
verbo “grabar” y sugiere algo “grabado en la roca” a perpetuidad.
(iv)
La autoridad de la palabra y el amor que la motivó
se fusionan en la descripción ley (heb. torah,
1, 18, 29, 34, 44, 51, 53, 55, 61, 70, 72, 77, 85, 92, 97, 109, 113, 126, 136,
142, 150, 153, 163, 165, 174). Aunque la palabra es usada como una imposición autoritaria,
básicamente significa “enseñar” y es
específicamente (Prov. 3:1) la instrucción que un padre cuidadoso da a su hijo
que ama.
(v)
Por último, la palabra de Dios ha sido diseñada
para una aplicación práctica a la vida.
· Es mandatos, mandamientos
(heb. miswah, 6, 10, 19,
21, 32, 35, 47, 48, 60, 66, 73, 86, 96, 98, 115, 127, 131, 143, 151, 166, 172,
176). Si puede hacerse alguna distinción práctica entre esta palabra y la
siguiente,
· Es que mandato es
la simple idea de “hacer lo se le manda”
mientras que ordenanzas (heb. piqqud,
4, 15, 27, 40, 45, 56, 63, 69, 78, 87, 93, 94, 100, 104, 110, 128, 134, 141,
159, 168, 173) sugiere aplicar la palabra de Dios a las menudencias de la vida,
y
· Caminos
(heb. derek, 3, 15, 37) es lo
que ahora se denomina “estilo de vida”.
Través de todas
estas palabras existe un cierto énfasis continuo, por ejemplo, el amor a la
palabra de Dios (16, 30, 54, 70, 127, 140, 159, 167), el compromiso de
obedecerla (17, 34, 60, 100, 106, 129), la palabra a la cual uno resueltamente
se aferra en los momentos de dificultad (51, 61, 83, 87, 95, 109, 110, 143,
157, 161). La preocupación por la palabra es motivo para rogar pidiendo
compasión (77) y liberación (153); el Señor siempre cumple su palabra (41, 59,
65, 76, 116, 154, 170).
Este
Salmo es un tesoro sin fin. Es virtualmente un Salmo de oración de principio a
fin, porque a lo largo de él se dirige al Señor y brota de un corazón realmente
humano en toda su fragilidad y sus fallas. No importa cuán grandes sean
nuestras aspiraciones para obedecer, para mantener la palabra del Señor muy
viva en nuestras mentes y vidas, seguimos siendo hasta el final como oveja
extraviada necesitando el cuidado del Pastor (176).
Ocasionalmente
escribiendo un terceto (48, 176) el poeta a lo largo del Salmo dedica, por turno,
ocho parejas de dichos a cada letra del alfabeto. Pero, como siempre en la
poesía hebrea, la forma está subordinada al pensamiento y cada sección
alfabética es una declaración cuidadosamente compuesta.
El principio acróstico se halla muy desarrollado en este salmo, empleando las veintidós letras del alfabeto hebreo. Cada estrofa está compuesta de ocho líneas, que comienza con la letra característica de aquella estrofa. Esta disposición artificial, pero artística, resulta en una cierta monotonía en la gran repetición de palabras y de frases. No obstante, esta monotonía es vencida por la intensidad de la propia devoción del salmista a las enseñanzas de Dios.
1.
Anda en los caminos de Dios. vv. 1-8
א = Alef: (1) Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová. (v. 1).
El salmista empieza con dos “bienaventuranzas”, semejante al Salmo 1. Estos vv. 1 y 2 dan el tema de todo el Salmo. De la manera que el salmista empieza con bienaventuranzas, así debemos bendecir a otros y mostrarles cómo ser bienaventurados. “Bienaventurado” quiere decir “feliz” o “dichoso”; Dios quiere que todos sus hijos tengan una felicidad sana. Todo ser humano busca la felicidad, pero muchos la buscan en cualquier otra cosa. La única felicidad que realmente satisface es la que viene de una comunión íntima y personal con Dios.
Camino y andan destacan que el salmista habla de un estilo de vida, no sólo un sentimiento pasajero. Este camino es íntegro, “completo” o “perfecto” (en sentido de madurez) y se basa en la ley, lo que Dios ha revelado. Desde el principio el salmista combina la Palabra de Dios con los hechos de la vida cotidiana. La comunión con Dios se realiza por el amor a su Palabra que es el medio que el Espíritu Santo usa para comunicarse con el espíritu de la persona.
La repetición de bienaventurados (v. 2) recalca su importancia; como el salmista empieza el Salmo, así debe empezar cada día el creyente, buscando a Dios, usando su Palabra. Las Escrituras son los testimonios de Dios a las grandes verdades tocante a nuestra relación con él; debemos desear conocerlos; conociéndolos, debemos creerlos; creyéndolos, debemos amarlos; y amándolos debemos guardarlos contra todo que se opone (Spurgeon).
El salmista sigue combinando el uso de la Palabra de Dios con la experiencia espiritual. En la Biblia la mente no está separada de los sentimientos y la voluntad. Todo el ser busca la relación íntima con Dios; El uso de la Biblia dirige a esta búsqueda, y esta búsqueda resulta en más amor hacia la Biblia. La frase con todo el corazón es característica del Salmo (comp. vv. 10, 34, 58, 69).
No practican iniquidad los que siguen este camino, como dice 1 Jn. 3:9. El salmista señala los dos lados, uno tiene que rechazar lo que es iniquidad. Pero esto no es suficiente, tiene que andar en sus caminos que implica también servir a Dios en la sociedad. Uno evita el mal si se ocupa en hacer bien.
El tú en el v. 4 es enfático; estas ordenanzas o preceptos tienen la autoridad personal de Dios. Muy guardadas recalca la actitud de obediencia activa, no distraída. No hemos de ser diligentes en hacer ordenanzas, como eran los fariseos, sino en guardar las que Dios dio.
¡Ojalá! expresa un deseo fuerte que es una oración, pues se dirige a Dios personalmente. Es evidente que el salmista ha tenido una larga y profunda experiencia de caminar con Dios. Dice Spurgeon que sólo el que disfruta esta misma experiencia puede entender en profundidad este salmo. Aun después de su larga experiencia, el salmista sigue siendo humilde, reconoce que le falta más crecimiento. Mientras uno crece en experiencia con el Señor, su capacidad de cumplir la voluntad de Dios también crece.
No sería avergonzado (v. 6) habla de la confianza y firmeza de vida que viene de tomar en serio los mandamientos de Dios. El salmista no será defraudado, tampoco sentirá vergüenza. Observar es “mirar con cuidado”.
Se nota un progreso en el Salmo; empezó con la tercera persona; después se dirige a Dios en una oración personal; ahora el salmista alaba a Dios. De nuevo el salmista expresa su deseo de seguir creciendo en el conocimiento de tus justos juicios y en la santidad, rectitud de corazón, que, a su vez, aumenta su capacidad de alabar a Dios. El creyente que ama a Dios y a su Palabra sigue subiendo una espiral de más comunión, más servicio, más felicidad verdadera, más santidad y más alabanza.
Tus leyes (estatutos) guardaré (v. 8); el salmista reconoce que tiene que mantenerse en guardar la Palabra de Dios y siempre depende de Dios para guardarle a él; no queda lugar para el orgullo espiritual.
2.
Busca a Dios Desde La Juventud. vv. 9-16:
ב = Bet:
(2) ¿Con qué
limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra. (V. 9).
¿Con qué limpiará...? es la pregunta más importante que
uno puede hacer, y el mejor tiempo de hacerla es cuando se es joven. La
tendencia de todo ser humano es corromperse, de modo que siempre hace falta
esta exhortación del salmista. Algunos traducen: “¿Con
que mantendrá limpio…?”. Lo que
sigue muestra que el salmista tenía en mente los dos énfasis. La mejor
respuesta es guardar tu palabra.
Lo
demás de la estrofa va explicando cómo hacerlo:
·
Buscar a
Dios (v. 10);
·
Memorizar
la Palabra (v.
11);
·
Hablarla (v. 12);
·
Sujetar
sus emociones a ella (v. 14);
·
Meditarla (v. 15); y
·
Deleitarse
en ella (v.
16).
No es solamente estudiar la Biblia con la mente, ni es sólo la experiencia emocional; el salmista, y toda la Biblia, enseña un sano equilibrio que no descuida ninguno de los dos.
Con todo mi corazón (v. 10; comp. v. 2) indica la sinceridad y ahínco con que uno debe buscar a Dios. Aun después de toda su experiencia con Dios, el salmista muestra una profunda humildad; reconoce su debilidad, pide que Dios le guarde de caer. Es la actitud opuesta a la de los fariseos.
El v. 11 enseña una gran verdad: una de las mejores maneras de evitar el pecado es memorizar la Palabra de Dios. Otros pasajes explican los buenos efectos (Salmo 2:10-12; Col. 3:16). Este consejo no es sólo para niños, todo creyente debe estar constantemente memorizando las Escrituras.
El v. 12 incluye adoración y petición; las dos indican una actitud de humildad y sujeción a Dios, El que ama a Dios y su Palabra siempre quiere aprender más de él y cómo agradarle. ¡Qué bendición es que Dios mismo nos enseña!
El que es enseñado (v. 12) ahora, en el v. 13, enseña a otros. Todo lo que el salmista ha dicho resulta en el deseo de compartir con otros lo que Dios dice y hace. Se nota un lindo balance literario en el versículo: con mis labios… de tu boca.
Para el que ama a Dios, sus testimonios no son una carga sino un motivo de gozo. Gozarse en la Palabra de Dios es una prueba de que ha echado raíz en su vida. Proverbios habla del valor de las palabras de sabiduría (Prov. 2:4; 3:13-15; 7:10-11; 7:19; 16:16).
“Meditar” (v. 15) en la Palabra de Dios requiere tiempo; el compañerismo y comunión con cualquier persona requiere tiempo. Las presiones de la vida moderna y urbana han robado a muchos cristianos del tiempo que deben dedicar a la oración y meditación en la Palabra de Dios. No hay ningún sustituto. “Ningún ejercicio espiritual es más provechoso al alma que la meditación en la Palabra de Dios” (Spurgeon).
Consideraré es del verbo “mirar con cuidado”. Después de meditar en la Palabra, el salmista escrudiña sus caminos. Sólo el que profundiza en la comunión con Dios puede entender sus caminos (comp. Salm. 103:7).
Me
deleitaré… (v. 16). ¡Qué buena manera de terminar la estrofa! Este camino no es
aburrido ni pesado, lleva al deleite del espíritu del ser humano, al
cumplimiento del propósito por el cual Dios lo creó. Hay un progreso en los vv. 15 y 16:
· El salmista medita, después mira con cuidado
o escudriña;
· Luego se deleita.
Se nota cierto paralelo entre el v. 8, que termina la primera estrofa, y éste, que termina la segunda estrofa.
Salmo 119:12-15:
1. Adoración:
¡Bendito seas tú, oh Jehová!, v. 12.
2. Súplica:
Enséñame tus leyes, v. 12.
3. Proclamación:
Con mis
labios he contado, v. 13.
4. Regocijo:
Me he gozado en el camino de tus testimonios,
v. 14.
5. Decisión: En tus ordenanzas meditaré, v. 15.
Se contaba de los cocheros judíos pobres de Varsovia, que ocupaban su tiempo de espera en celosos coloquios sobre la Torah, y cuando uno tenía que hacer un viaje, se apresuraba, para poder volver al coloquio lo antes posible.
¡Y esto lo hacían aquellos de quienes el apóstol Pablo dice que tienen la Escritura todavía cubierta por un velo! ¡Qué lección para nosotros! ¡Qué herencia tan incomparable ha puesto Dios ante nosotros en las páginas de la Biblia!
3. Guarda Sus Testimonios. vv. 17-24:
ג = Guímel: (3) Haz bien a tu siervo; que viva,
Y guarde tu palabra. (V. 17).
Esta estrofa indica que el salmista está lejos de casa y sufre ataques de los enemigos. Pero, en vez de ensimismarse en sus propios problemas, dirige su mente a la Palabra de Dios. El propósito de su vida es guardar los testimonios de Dios.
Haz bien (gamal H1580) significa “conferir un beneficio”. Es sólo por la gracia de Dios que uno puede guardar su Palabra. Si la vida física es un don de Dios, cuánto más lo es la vida espiritual. El salmista reconoce su lugar como siervo de Dios y sabe que Dios trata bien a sus siervos.
Las maravillas (niflaot H6381) indica todo lo que está más allá de lo natural o lo que uno naturalmente esperaría. Solamente si Dios “abre los ojos” puede uno ver estas riquezas de la Palabra de Dios. De esta manera se cumple la petición del versículo anterior. “No necesitamos que Dios nos dé más beneficios, sino que nos dé la habilidad de ver lo que ya nos ha dado” (Spurgeon).
El salmista, como peregrino, es extraño a los deseos y valores del mundo, y es propenso a perderse. Para evitarlo necesita conocer el sentido verdadero y la aplicación correcta de la Palabra de Dios.
En los vv. 20-23 el salmista destaca el contraste entre el que anhela sinceramente sus preceptos y los que se desvían y son orgullosos (v. 21). A través de la Biblia Dios rechaza a los orgullosos. “Es solamente la fe que nos humilla y toda rebelión surge del orgullo” (Calvino).
Se pueden notar paralelos entre las estrofas del Salmo: por ejemp., el v. 20, el cuarto en esta estrofa, y el v. 28, el cuarto de la próxima estrofa; el v. 22, el sexto de esta estrofa, y el v. 14; el v. 24 y el v. 16. Spurgeon dice que son tantos los paralelos que no puede ser mera casualidad.
El
contraste entre las dos partes del v. 23 nos enseña:
1) Que cuando hay oposición,
la mejor defensa contra la depresión es ocupar la mente con la Palabra de Dios;
y
2) Uno no debe
contestarles a los opositores de la misma manera, sino meditar en lo que Dios
dice.
¿Cómo vemos? Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley (119:18).
Es conocida la historia que contaba C. H. Spurgeon: “Una dama le dijo una vez a un artista: ‘¿Por qué emplea unos colores tan extravagantes para sus cuadros? Nunca he visto tal cosa en la naturaleza.’ Con sagacidad, el pintor le respondió: ‘¿Y no le gustaría que fuera así, señora?’”.
Spurgeon comentaba entonces que, de una manera muy semejante, los creyentes pueden ver maravillas divinas que los incrédulos no pueden percibir.
4.
Determina Entender y Seguir La Verdad. vv. 25-32:
ד = Dálet:
(4) Abatida hasta el polvo
está mi alma;
Vivifícame según tu palabra. (V. 25).
En esta estrofa también el salmista sufre: pegada al polvo indica extrema angustia. Sea la depresión física, emocional o espiritual, hace falta nueva vida que sólo Dios puede dar. Vivifícame (jayeni H2421) aparece nueve veces en este Salmo, siempre relacionada con uno de los sinónimos de la Palabra de Dios (vv. 25, 37, 40, 88, 107, 149, 154, 156, 159).
Cinco
de los ocho versículos en esta estrofa empiezan con la palabra camino (derek H1870). En el v. 26 el salmista
expone delante de Dios sus caminos. Siempre, uno debe ser franco con Dios, y él
responde. Antes de actuar, siempre debemos consultar con él; este diálogo abre
el apetito para que nos enseñe más, petición que se repite en los vv. 27 y 29. La respuesta
del alumno es que:
· Medita (v. 27),
· Decide (v. 30),
· Persiste (v.
31) y
· Se esfuerza (correré) para aplicar la enseñanza (v. 32).
Según
el v. 28, cuando uno está triste y ansioso, la respuesta es la Palabra de Dios.
El v. 28 es similar al v. 25. Otros versículos donde este salmista habla de su
vida interior, su alma, son: 20, 25, 81, 109, 167 y 175.
El
camino de engaño (v. 29) es el de error, hipocresía, falsedad e infidelidad. El salmista no
quiere ser engañado y no quiere ser falso. Los dos se evitan profundizándose en
tu ley. Esto se hace con una decisión definida de escoger el camino de la
verdad. Hace falta decisión pues la profundización en la Palabra no viene por
naturaleza.
El
v. 31 sigue hablando de su determinación de seguir los testimonios de Dios. El
resultado es el crecimiento, amplitud a mi corazón, y este crecimiento amplía
la capacidad de servir y ser un canal de bendición a otros. Esta es la tercera estrofa en que el salmista termina
diciendo lo que hará:
·
Guardaré (v.
8);
·
Me deleitaré (v.
16);
· Correré (v. 32).
5. Halla Entendimiento En Sus Caminos. vv.
33-40:
ה = Hei: (5) Enséñame, oh Jehová,
el camino de tus estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin. (V. 33).
Esta estrofa enfatiza el entendimiento del camino de la ley de Dios. El salmista pide que Dios le guíe y le enseñe; cada versículo desde el 33 al 39 empieza con un verbo imperativo (en heb.) y el v. 40 lo tiene en la segunda parte. El camino de tus leyes no es cuestión de obediencia legalista a leyes aisladas, sino un estilo de vida conforme a toda la revelación de Dios.
El salmista pide entendimiento, pues para guardar la ley tiene que entenderla (v. 34). Además, necesita la guía de Dios (v. 35), pues seguir esta senda en medio de un mundo hostil a Dios, requiere más que la sabiduría y el esfuerzo humanos. “Solamente obedece a Dios el que puede decir, ‘Mi Señor, quiero servirte con todo el corazón’; nadie puede verdaderamente decir esto hasta que haya recibido la iluminación interior del Espíritu Santo” (Spurgeon).
A pesar de su amor hacia Dios y su Palabra, el salmista sabe que la inclinación a la avaricia es fuerte; necesita que Dios incline su corazón a sus testimonios; porque la santidad de corazón es la cura de la avaricia. Según el salmista las ganancias deshonestas y el seguir la Palabra de Dios se oponen.
Nótese la relación entre corazón (v. 36) y ojos (v. 37). Muchas tentaciones entran por los ojos; el avivamiento (v. 39) del Espíritu de Dios da victoria sobre la tentación. De nuevo, en el v. 40, el salmista pide avivamiento; sabe que el ser humano necesita avivamiento constantemente; tal avivamiento continuo es el derecho y el privilegio del creyente en Cristo.
Joya Bíblica:
Enséñame,
oh Jehová, el camino de tus leyes,
y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley (119:33, 34).
6. Vive Hablando De Su Salvación. vv. 41-48:
ו = Vav:
(6) Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
Tu salvación, conforme a tu dicho. (V. 41).
El
salmista quiere predicar la Palabra de Dios en toda situación.
Ø La recibe (v. 41);
Ø Confía en ella (vv. 42, 43);
Ø La obedece (v. 44);
Ø La busca (v. 45);
Ø La predica (v. 46); y
Ø La ama (vv. 47, 48).
El v. 41 muestra la estrecha relación entre la misericordia de Dios, su salvación y su promesa. Con su propia experiencia de salvación ya el salmista puede dar respuesta (v. 42) a todos los que preguntan o se burlan de él.
El salmista quiere siempre estar preparado para hablar de la Palabra de Dios. ¿Cuáles son las cosas que pudieran quitarla de su boca? Mayormente son el pecado, el orgullo y la falta de fe. Pero con su firme propósito de guardar la ley y con la libertad que esto le da, tendrá el coraje de hablar aun a personas importantes (v. 46)
Alzaré mis manos (v. 48) normalmente se usa como gesto de adoración (comp. 28:2). Aquí podría indicar reverencia a la Palabra de Dios porque representa a Dios, o mejor, indica un gesto de adoración a Dios de quien quiere recibir más enseñanza acerca de sus mandamientos.
7. Ahonda En El Consuelo De Dios. vv. 49-56:
ז = Záyin: (7) Acuérdate de
la palabra dada a tu siervo,
En la cual me has hecho esperar. (V. 49).
Aunque el salmista está pasando por pruebas, la Palabra de Dios es su consuelo, su alegría y su esperanza. Habla de consuelo en los vv. 50 y 52.
El
salmista empieza hablando de la promesa de Dios. No pide nuevas
promesas sino el cumplimiento de la que ya se dio; no apela a su propio
servicio a Dios sino a lo que Dios le dijo a él. Esta promesa de Dios (v. 49) y
lo que ha experimentado de su Palabra, que le ha vivificado (v. 50), le dan
esperanza y consuelo.
Otros encuentran su consuelo en su dinero, o posesiones, o fama, o placeres, pero la persona cuya esperanza viene de Dios lo encuentra en la Palabra de Dios. El poder de Dios se manifiesta por medio de su Palabra. “Los impíos a veces pueden experimentar una elevación de su espíritu durante sus sufrimientos, pero están totalmente destituidos de esta fuerza interior” (Calvino).
Los arrogantes u orgullosos (v. 51) se sienten incómodos ante la honestidad de los que siguen a Dios, entonces tratan de esconder su temor con la burla hacia los creyentes. Se nota la identificación del salmista con Dios porque cuando piensa en los impíos y su abandono de la ley, siente indignación (zalaf H2152 “calor intenso”, v. 53).
El pensar en los hechos de Dios desde tiempos antiguos (v. 52), en sus propias peregrinaciones (v. 54) y en la noche (v. 55) le da al salmista consuelo y gozo. Ciertamente es un consuelo grande poder conversar con Dios y contar con su presencia cuando uno se despierta en la noche. Nótese: en el v. 55 que estos buenos pensamientos en la noche producen buenos hechos en el día.
8. Júntate a Los Que Temen a Dios. vv. 57-64:
ח = Jet: (8) Mi porción es Jehová;
He dicho que guardaré tus palabras. (V. 57).
En esta estrofa se destaca la determinación del salmista de seguir a Dios según su Palabra. La comunión con Dios produce el deseo de tener comunión con otras personas que conocen a Dios (v. 62).
Para el salmista, Dios es su porción o “herencia”. ¡Qué buena herencia! Esta seguridad en Dios no produce letargo, más bien le motiva más a obedecer tus palabras.
Aunque
el salmista ya tiene una comunión profunda con Dios, reconoce su necesidad de
misericordia (v. 58). La actitud de humildad es una señal de la verdadera
comunión con Dios. El v. 59 sigue en la misma actitud, pues reconoce que tiene
que corregir su camino de acuerdo con tus testimonios.
· Primero reflexiona sobre la dirección en que
va su vida;
· Luego actúa según la Palabra de Dios.
La reflexión honesta tiene que dirigir a la decisión y la acción.
El salmista sigue con su determinación de guardar los testimonios de Dios (v. 60). La postergación se desliza en la negación; lo que cura la postergación es la decisión definida de “apresurar” la acción. La oposición de los impíos (v. 61) también puede desviar al salmista de su propósito. La decisión del v. 60 le dio la firmeza para no olvidar tu ley.
La actitud de humildad y gratitud se expresa en el anhelo de alabar a Dios aun en la noche. El pensamiento es semejante al del v. 52, pero se profundiza aquí.
La herencia de la comunión con Dios (v. 57) dirige al compañerismo con otros que aman a Dios (v. 62). El salmista es compañero de todos los que… temen a Dios. Aunque son pobres y humildes, el justo no se avergüenza de identificarse con sus hermanos en Cristo. El salmista, en comunión con Dios y con sus hermanos, ve muestras de la misericordia de Dios en toda la tierra (v. 64).
9. Triunfa Por Medio De Humillación y Disciplina.
vv. 65-72:
ט = Tet: (9) Bien has hecho con tu siervo,
Oh Jehová, conforme a tu palabra. (V. 65).
La palabra tob H2898 “bueno” o “bien”, empieza con tet; en esta estrofa, cinco de los versículos empiezan con esta palabra. Por su propia experiencia, el salmista da testimonio de que Dios es bueno. Lo que sucede en la vida del creyente concuerda con lo que dicen las promesas de Dios.
Dios actúa en respuesta a la fe en su Palabra, pero necesitamos discernimiento en cómo aplicarla. Buen sentido (v. 66); el vocablo traducido sentido también significa “discernimiento”.
Yo me he deleitado en tu ley (Salmo 119:70).
La palabra humillado (anah H6031), también se usa en el v. 71, traducido afligido. Dios usa el quebrantamiento y la aflicción para purificar y hacer crecer al creyente. El primer paso en la obediencia es mortificar la carne, que a nadie le es grato. “Cuando no hay ninguna vida espiritual, la aflicción no produce beneficios espirituales; pero donde el corazón tiene vida, la aflicción despierta la conciencia, los errores son confesados, y el alma de nuevo se hace obediente al mandato de Dios” (Spurgeon).
Los vv. 69-72 muestran el contraste entre el corazón “humillado” y el de los soberbios. Los soberbios engañan, aman la vida fácil, pero son insensibles a Dios y a los valores verdaderos. En cambio, el salmista reconoce que Dios usó la aflicción para su bien (v. 71), pues ahora está firme en su decisión de seguir los mandamientos de Dios, se deleita en ellos, y los valoriza mucho más que oro y plata.
10. Inspírate En La Bondad Del Creador. vv.
73-80:
י = Yod: (10)
Tus manos me hicieron y me
formaron;
Hazme entender, y aprenderé
tus mandamientos. (V. 73).
Ø Esta estrofa destaca la fidelidad (v. 75),
Ø La bondad (v. 76) y
Ø La misericordia de Dios (v. 77).
El salmista era un verdadero artista; uno puede ver aquí una construcción A B C D D C B A, es decir, los vv. 73 y 80 van juntos, y así hasta hacer cuatro pares.
Si Dios me creó, dice el salmista, es él quien me hace entender sus mandamientos (v. 73); entonces puedo tener corazón íntegro y así no ser avergonzado (v. 80). Si el corazón es íntegro en obediencia a Dios, todo está bien.
Los vv. 74 y 79 hablan de la identificación del salmista con los que temen a Dios. El buen liderazgo del pueblo de Dios depende de vivir según su Palabra (v. 74); y los que temen a Dios lo reconocen (v. 79), pues tal líder es una fuente de bendición a los demás.
Tus manos me hicieron (Salmo 119:73).
Dios es justo en su trato con sus hijos (v. 75), de modo que los que se oponen y usan engaño serán avergonzados (v. 78). Aunque sufre por sus fallas, el salmista sabe que es para su bien (v. 75), aún más encuentra su mayor apoyo en los preceptos de Dios (v. 78). Se ve que el salmista se examinó a sí mismo. “Un rasgo de la verdadera piedad es ser menos duro con las fallas de otros que con las de uno mismo” (Calvino).
El salmista pide consolación conforme a su promesa (v. 76). y apela a su misericordia porque ya se deleita en su Palabra (v. 77). “Nuestras oraciones están conformes con la mente de Dios cuando están conformes a su palabra” (Spurgeon).
11. Confía En La Salvación De Dios. vv. 81-88:
כ = Kaf:
(11) Desfallece mi alma por tu salvación,
Mas espero en tu palabra. (V. 81).
En el v. 81 el salmista espera la salvación de Dios; en el v. 88 clama: vivifícame. La Biblia, habla de muchas formas de salvación: salvación de pecado y condenación, de peligro físico, de angustia o de decaimiento espiritual. El salmista no distingue los diferentes sentidos; está en serios problemas físicos de oposición y persecución. Para él, la salvación de Dios incluye todos los aspectos de su vida.
Desfallecen… pone énfasis en la paciencia del salmista. Aunque está débil y agotado, sigue confiando en la Palabra de Dios. La salvación que experimentó en el pasado le da esta paciencia y firmeza; a pesar de la situación alarmante, está decidido a seguir a Dios. El v. 82, también indica la urgencia de su necesidad.
Como un odre colgado en una tienda donde el calor y humo del fuego lo secan (v. 83), así el salmista se siente cansado, arrugado y seco, pero sigue apegado a las leyes (los estatutos) de Dios. Dice que esta vida es corta (v. 84); teme no vivir para ver el juicio de Dios sobre los malignos.
Los
vv. 85-87
continúan el mismo tema, los enemigos arrogantes le ponen trampas, como hacen
los cazadores de animales; le engañan y le hacen daño físicamente. Con todo, el
salmista sigue creyendo las promesas de Dios y sigue obedeciendo sus ordenanzas.
Pide que Dios le vivifique, siempre de acuerdo con la misericordia que se
expresa tan claramente en su Palabra. Todo creyente, en todo problema de toda
índole puede hacer la misma petición, basado en las mismas promesas.
El Salmo 119: Cada uno habla de la Palabra de Dios, pero
también destaca ciertos aspectos de ella.
___________
Nota
y Bibliografía:
- e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 15//11//2023. MISIÓN
BAUTISTA: “Emanuel”. AA-HH. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del
Hospital Regional II. Cel. 937-608382-Tumbes.
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
Véase Parte II.
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