¿Más Cuando Ya Seas Viejo? (Juan 21:18-19).
¿Más Cuando Ya Seas Viejo?
(Juan 21:18-19).
“De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más
joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más
cuando ya seas viejo, extenderás tus manos,
y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras… Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de
glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme”. (Jn. 21:18-19).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Introducción:
Si es cierto que los versículos 18-19 es una profecía del martirio de Pedro,
también es una limitación de las acciones de todo ser
humano cuando llega a la edad de oro [a la vejes], muchas veces nos resistimos
ver esta realidad como seres humanos, nuestra limitación de la acción física e
intelectual en la que llegaremos.
Al haber restablecido a Pedro en
su ministerio apostólico, ahora le predice El
Señor Jesús [Resucitado] un honor,
mayor todavía, que tiene reservado para él:
· El honor del mártir (v. 19, compare Filp. 1:29). Veamos:
I. Jesús
Predice El Martirio De Pedro:
Cómo predice Jesús
el martirio de Pedro:
· “Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras”. (Jn. 21:18).
1.1. La
Predicción:
A la predicción aludida, Jesús
antepone su solemne aseveración como es costumbre en Juan, de: “De cierto, de cierto
te digo”, que les traería a las mentes aquel otro: “De cierto, de
cierto te digo” (Jn. 13:38), con que le predijo las tres negaciones.
Se lo dice, pues, no como una conjetura, sino con toda seguridad.
Y, del mismo modo que Cristo previó los futuros padecimientos de Pedro, también conoció de antemano los padecimientos de todos sus seguidores. Después de encargarle el cuidado de su grey, Cristo le advierte que no debe esperar comodidades ni honores, sino sufrimientos y persecuciones.
1.2. Había de
Morir:
En particular, le predice que
había de morir a manos de un verdugo. Una antigua tradición nos informa de que
Pedro fue crucificado en Roma bajo Nerón. La leyenda añade que el conocer cómo
iba a ser ejecutado, pidió el favor de que le crucificaran cabeza abajo, porque
no se tenía por digno de imitar en la muerte al Salvador. El horror y la
espectacularidad de la muerte en cruz añade elementos de terror a la muerte en
sí misma.
La muerte violenta precedida con
frecuencia de horribles torturas, ha sido, yes, la suerte común de gran número
de fieles discípulos de Cristo. Aunque el sufrir por Cristo es un gran honor y
una gracia especial, no por eso son menores sufrimientos, pues el que se viste de Cristo (Gál.
3:27), no por eso se desnuda de su naturaleza humana. El mismo Jesús pidió
repetidamente al Padre que pasara de ÉL aquella
copa (Mt. 26:39; 42; Mr. 14:36;
Lc. 22:42).
Una aversión natural al dolor y a la muerte, especialmente a la muerte violenta, es perfectamente compatible con una rendida sumisión a la santa voluntad de Dios
1.3. Condición De
Libertad:
Jesús le hace comparar la
condición de libertad, de la que Pedro disfrutaba en su juventud, con la que
tendrá que sufrir posteriormente:
· “Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde
querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te
llevará a donde no quieras”.
Esto insinúa, no sólo la libertad
de la que Pedro había disfrutado en su juventud, sino también la conducta
carente de discreción y disciplina que Pedro había llevado en su juventud.
Como diríamos en
lenguaje del vulgo:
· “Hacía
lo que le daba la gana”.
No siempre hacía lo que era
correcto. Como hace notar agudamente, Cristo muestra su benevolencia a Pedro,
al decir; “Cuando eras más joven”, con lo que implica con ello que ya no era el veleidoso
y caprichoso joven de antaño, aunque la experiencia reciente le había enseñado
todavía una lección que tardó en aprender. Los que han pasado la juventud sin
disciplina ni restricciones de ninguna clase, son propensos después, cuando
llegan tiempos de problemas: pobreza, enfermedad, sufrimiento, abstención de
muchas cosas agradables, etc., a resentirse de las presentes privaciones y
recordar con nostalgia los tiempos de libertad, salud y abundancia.
Pero deberíamos
hacernos la pregunta siguiente, al ver las cosas desde otro punto de vista:
·
“¿Cuántos
años de prosperidad he disfrutado, más de lo que yo merecía y mejoraba en mi
carácter? Y, al haber recibido tantos bienes, ¿por qué no he de estar dispuesto a recibir también males?”. (Compare Job 2:10).
Este pensamiento haría que cambiásemos nuestra mentalidad en cuanto al valor de las cosas de este mundo, y nos dispondría mejor a dejar todas las cosas en aras del seguimiento incondicional de Jesucristo. Ya no necesitamos ir a donde nosotros queramos, sino a donde Cristo nos llame y nos lleve, seguros de que nos llevará a donde más nos convenga espiritualmente, y a donde podamos servirle mejor y glorificarle más.
1.4. Más Cuando Ya Seas Viejo:
“Más cuando ya seas viejo1), extenderás tus manos*), y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras”. Los perseguidores habían de llevarle con toda violencia al lugar de la ejecución, cuando ya estaba para retirarse pacíficamente de este mundo.
NOTA:
*) Extenderás tus manos—para ser atado para la ejecución, aunque no necesariamente en una cruz.
Sin embargo, no hay motivo para dudar la tradición antigua de que Pedro murió
crucificado.
Sin embargo, estos relatos vienen acompañados de detalles que los eruditos consideran inverosímiles, de modo que resulta difíciles determinar cuánto hay de leyenda y cuánto de verdad en esta tradición.
Dios le había de proteger de la
furia de sus enemigos (Hech. 12:3 y ss.) hasta que fuese viejo (2 P. 1:14), de
forma que estuviese mejor dispuesto para los padecimientos, y la Iglesia
pudiera disfrutar por más tiempo del ministerio de él. Por esta predicción se
ve cuán errados andan los que, al referirse a Hechos 12:6, dicen que Pedro era
un dormilón, mientras, según el versículo anterior, “la iglesia hacía ferviente oración a Dios por él”, ya que Pedro tenía dos
razones muy buenas para estar durmiendo tranquilamente:
1) Sabía que estaba en las manos de Dios sacarle de
la prisión o dejarlo en ella, y se sometía enteramente a divina voluntad.
2) Sabía, especialmente, que no iba a morir entonces, sino cuando fuese viejo.
Tendría Pedro, a la sazón, unos treinta y cinco años de edad, y le quedaban como otros treinta y cinco de vida. Podía, por consiguiente, dormir tranquilo.
II. La
Explicación De Esta Predicción:
Juan hace notar que Jesús “dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a
Dios” (v. 19). No sólo “está establecido
para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”
(Heb. 9:27), sino que también está fijada en los designios de Dios la forma en
que cada uno ha de morir.
Sólo hay un modo de venir a este
mundo, pero hay muchos modos de salir de él, y Dios ha determinado cuál es el
que nos ha de tocar a cada uno. Pero el objetivo primordial de cada creyente ha
de ser que el Señor sea magnificado o por
vida o por muerte (Filp. 1:20).
Cuando morimos con paciencia, con gozo y, especialmente, en servicio del Evangelio, glorificamos a Dios con nuestra muerte y magnificamos la gracia del Señor, que nos capacita para morir así por ÉL. La muerte de los mártires sirvió de manera especial para glorificar a Dios, ya que “la sangre de los mártires era semilla de cristianos”. Quienes honran a Dios a tal precio, de seguro que serán honrados sumamente por Dios.
III. “Sígueme”:
El mandato que, a
continuación, dio Jesús a Pedro: “Y dicho esto, añadió: Sígueme”. Esta palabra:
·
“Sígueme”.
Esta palabra: “Sígueme” era una ulterior confirmación de que el Maestro le restauraba en su amistad y en el Apostolado, así como los primeros “Sígueme2)” (Mt. 9:9; Mr. 2:14; Lc. 5:27; Jn. 1:43) fueron invitaciones a entrar en el Apostolado. Era también una confirmación de los sufrimientos que había de padecer según la predicción que Jesús acababa de hacerle como diciéndole:
· “Sígueme, y disponte a ser tratado como yo lo he sido, porque el discípulo no está por encima de su maestro (Mt. 10:24; Lc. 6:40). Si a mí me han perseguido, también a ti te perseguirán” (Jn. 15:20).
Con esto le animaba a ser fiel y diligente en su ministerio apostólico. Le había encargado apacentar a las ovejas (v. 17), y le proponía como modelo el ejemplo del Maestro (10:11). En esto le siguió Pedro, y muchos otros mártires, y éste era el mayor honor que podía caberles, puesto que, ¿quién se avergonzaría de seguir a tal General? Quienes siguen fielmente a Cristo en gracia, ciertamente le seguirán también en gloria (12:26).
Concluyo:
En su juventud
Pedro había disfrutado de libertad. Un día se vería privado de dicha libertad, y sería cuando
estuviera viejo.
Que nuestra vejes sea al servicio
de nuestro Señor cual fuera el lugar que estemos, sobre los problemas físicos
son parte de la naturaleza humana por el pecado del primer hombre, es nuestra
oración.
En su
juventud[tu y yo] Pedro había disfrutado de libertad. Un día se vería privado de dicha libertad,
y sería cuando estuviera viejo[tu y yo].
__________
Nota y Bibliografía:
1) gerasko = (γηράσκω, G1095), (de geras
= edad vieja), relacionado con B, Nº 1,
envejecer. Se traduce «cuando ya seas viejo»
en Juan 21:18; «se envejece», Heb. 8:13
(rv, rvr: «va caducando»; nvi: «se ha hecho viejo»; lba como rv, etc.). (VINE)
2) akoloutheo = (ἀκολουθέω, G190), ser un akoiouthos,
seguidor, o compañero
(del prefijo a, expresando aquí unión, semejanza, y keleuthos, camino; de
ahí, uno que va por el mismo camino).
Se utiliza:
(a) Frecuentemente en el sentido literal (p.ej., Mt. 4:25);
(b) Metafóricamente, de discipulado (p.ej., Mr. 8:34; 9:38;
10:21). Se utiliza 77 veces en los Evangelios, de seguir a Cristo, y solo una
vez en otro sentido (Mr. 14:13). (VINE).
- HENRY, Matthew. “COMENTARIO BÍBLICO” Edit. Clie. Pág. 1500.
- Biblia de estudio teológico. Edit. Sociedad Bíblicas
Unidas. 1960. Pág. 1803.
- e-Sword-the.
LEDD.
-
Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez. 29/1/2025. MISIÓN BAUTISTA: “Emanuel”. AA-HH Ciudadela de
Noé. Los Cardos Mz. E - Lt. 18. III
Etapa. Cel. 937-608382-Tumbes.
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