EL MENSAJE DE LA CRUZ: (1 Corintios 1:18-31)
EL
MENSAJE DE LA CRUZ:
(1 Corintios
1:18-31)
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros,
es poder de Dios”. (v. 18).
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
En estos versículos, Pablo demuestra que la sabiduría mundana, que los corintios apreciaban tan alto, es la antítesis misma de la sabiduría de Dios.
En el siglo I se esperaba que un orador o alguien que hablaba en público produjera
discursos cuidadosamente preparados que atrajeran la atención de la gente hacia
su habilidad en el manejo de las convenciones retóricas. La oratoria era
llamada “magia”, porque se decía que hechizaba a quienes escuchaban. El contenido del
discurso era lo menos importante, sólo importaba la actuación. Los oradores
hablaban para ganar la adulación de sus audiencias.
Pablo no utilizó ninguno de los trucos del orador profesional, ya que
no predicó con sabiduría de palabras, lit. “por medio de la sabiduría de la retórica”. Haber adoptado las convenciones seculares habría promovido al orador
cuya actuación juzgaba el público. Esto hubiera distraído su atención,
quitándola de la cruz para centrarla en la persona de Pablo, robando así a los
oyentes la oportunidad de escuchar sobre el maravilloso acontecimiento por
medio del cual Dios rescata a las personas.
Este mensaje de autoridad se llama el evangelio y tiene como contenido a la cruz de Cristo. Cristo lo envió a predicar el evangelio, no a procurarse seguidores
personales.
1. Primero, Pablo Aclara Esta Diferencia Esencialmente.
Enfatiza Que La Predicación De La Cruz No Es Una Nueva Sabiduría (1 Cor. 1:18-25):
En
todo este pasaje se hace difícil definir el significado del vocablo “sabiduría”.
Es evidente que Pablo lo emplea de maneras y con significados diferentes. Se
nota que hay un contraste entre la sabiduría de Dios y la de los hombres. La
sabiduría de los hombres se caracteriza como “lo necio” de este mundo. La
sabiduría de este mundo es falsa, porque no conoce a Dios; es necedad ante Dios
(3:18).
Algunos
opinan que posiblemente el partido de Apolos dentro de la congregación fue el
que recalcara tanto la sabiduría del mundo. Sea eso como sea, parece que hay tres
etapas en la diferenciación entre la sabiduría del hombre y la de Dios:
· Primero, Pablo aclara esta diferencia
esencialmente. Enfatiza que la predicación de la cruz no es una nueva sabiduría (1:18-25).
·
Segundo,
demuestra cómo las dos cosas se aprecian dentro de la comunidad (1:26-31).
· Finalmente, habla de la sabiduría y lo necio con relación a su propia predicación (2:1-5).
Pablo
inicia su discusión al declarar que el mensaje de la cruz parece como locura a “los que están en
el camino de la perdición” (ver nota en RVA). La palabra de la cruz
no era simplemente una descripción pormenorizada de todos los detalles
horríficos de la crucifixión de Cristo. Más bien, la palabra de la cruz
involucraba todo el anuncio de las buenas nuevas de que “Dios estaba en Cristo reconciliando al
mundo consigo mismo” (5:19).
Es
claro, sin embargo, que este anuncio había sido malinterpretado por los
corintios no convertidos. Fíjese cómo Pablo incluye a los creyentes en Corinto
dentro de su expresión “nosotros que somos salvos” (“los
que estamos en el camino de la salvación”, nota de RVA).
Ø También
se nota que el contraste esperado entre “locura” y
“sabiduría”
no se da.
Ø Más
bien, la palabra de la cruz para los creyentes es “poder” de Dios.
En realidad, el poder de Dios es la respuesta para la locura del hombre (Rom. 1:18).
Ayuda
Hermenéutica:
G3472 μωρία = moría: de G3474; bobería, i.e. absurdo: - insensatez, locura. (Strong).
Pablo no duda nunca que el poder de Dios radica en el evangelio de la cruz, y éste puede hacer de la cruz un medio eficaz de la redención. La diferencia, desde luego, entre los dos grupos es la fe de parte de los creyentes que hace que reconozcan dentro de la cruz no la locura y la debilidad, sino la sabiduría y el poder de Dios.
En
el v. 19 Pablo recurre al AT., para fundamentar aún más su condenación
de la sabiduría
humana. La cita es tomada de Is. 29:14. Es significativo que
Pablo cite la LXX, aunque la cita
con cambios menores. Sin duda, la sabiduría descrita aquí es de este
mundo, o sea,
una sabiduría que ignora a Dios en todo sentido.
Es una sabiduría centrada en el hombre. Es la misma sabiduría que contempla la de Dios como locura. Se aprecia ya un cambio en el sentido de la palabra sofia G4678 (sabiduría) empleada por Pablo. Según el v. 17, se habla de una sabiduría retórica. Se palpa que ya no se refiere a una manera de hablar sino de pensar. Ambas formas de sabiduría se relacionan, porque ambas se centran en el hombre. El valor de este texto veterotestamentario para Pablo es que no tan sólo se menciona la sabiduría humana, sino que se anuncia su derrocamiento.
Ayuda
Hermenéutica:
G4678 σοφία = Sofía: de G4680; sabiduría (más elevada o más baja, mundana o espiritual): - sabiamente, sabiduría. (Strong).
Enseguida,
Pablo ocupa algunas alusiones a conceptos veterotestamentarios (v. 20). Estas
no son citas directas sino sólo alusivas. Posibles citas usadas son Job 12:17;
Is. 19:12; 33:18. También, Pablo hace eco de Is. 29:14. Es en este pasaje que
el profeta confronta a los políticos, supuestamente sabios, entre los hebreos
ante la crisis de la invasión asiria. Pablo aprovecha estas alusiones para refutar la
hueca sabiduría humana en su forma hebrea. Al preguntar por el
sabio, el escriba, el disputador, Pablo hacía ver que tanto Israel como Grecia
habían tenido sus hombres ilustres.
Al
agregar el calificativo “de esta edad presente”, el Apóstol no ceja en su
diatriba contra la sabiduría falsa del mundo. Originalmente, el vocablo griego
que se traduce como “edad” connotaba un período largo.
Después,
llegó a significar la diferencia entre “esta era y la venidera”, o sea, la presente era
maligna, distinguiéndola de la bendita era mesiánica que venía. Pablo ocupa “edad”,
término cargado de significado, como sinónimo de “este mundo”.
Ambas expresiones comunicaban a los lectores la esencia de la malignidad. También, las dos expresiones Pablo las entendía en sentido histórico o temporal y no espacial. Es decir, “este mundo” no es un lugar, sino que refleja una cualidad perversa de la época. El Apóstol declara tajantemente que el poder de Dios, manifestado en la cruz, ha convertido en necedad la falsa sabiduría de los hombres irredentos.
En
el v. 21 se encuentra una doble antítesis:
·
La
primera está entre la sabiduría de Dios y la del mundo.
·
La
segunda está entre la sabiduría y la necedad.
Esta
doble antítesis se profundiza al declarar el Apóstol que la sabiduría de Dios (revelada en la cruz)
impide que él sea conocido por medio de la sabiduría humana. Esto significa que
únicamente por la obediencia a la revelación divina en la cruz pueden los
hombres llegar al conocimiento de Dios, o sea, la salvación. El hombre jamás
puede conocer a Dios por la sabiduría del hombre pecador.
Toda
la sabiduría humana está distorsionada por el pecado. Los hombres en
su sabiduría sólo crean un dios propio; jamás llegan a conocer al Dios de la
revelación por su propio conocimiento. El plan de Dios es muy diferente al plan
de los hombres. Sólo el acatamiento de la revelación divina en la “locura”
de la predicación del evangelio resulta en la salvación. Una de las palabras
clave de este texto es “creyentes”.
El creer cristiano nunca es una creencia cualquiera; se centra en las buenas nuevas del evangelio. Juntamente con su carta a los romanos, ésta es una declaración de Pablo de la salvación por la fe solamente. Resulta que los dos contextos son diferentes. En Romanos la fe se contrapone con la ley. Aquí la fe se contrapone con la sabiduría humana.
El v. 22 juzga a los judíos por “pedir señales”, o sea, exigir que se den muestras contundentes del poder divino en la palabra y acción de los voceros del evangelio. Se negaban a creer por la fe. Esto, claro, se observaba también en el ministerio terrenal de Jesús (Mt. 16:1-4; Mr. 8:11 ss.; Jn. 2:18). Para los judíos era imposible que ellos aceptaran que el Mesías pudiera sufrir la ignominia de la cruz. Por esto, a ellos la predicación apostólica les parecía una locura. Eso sí, el que los apóstoles experimentaran el mismo trato que su Señor de parte de los judíos, serviría como aliciente para ellos. Sería una confirmación de su propio mensaje.
Si bien los judíos pedían intervención divina según sus propios criterios para aceptar el evangelio, los griegos anhelaban la sabiduría. Dado el concepto filosófico del día respecto a la divinidad, tampoco podían ver ninguna lógica dentro de la proclamación apostólica. Su “sabiduría” no admitía que Dios pudiera encarnarse, ¡mucho menos morir! Al fin y al cabo, sus conceptos teológicos no dependían de la revelación sino de su propia razón humana.
Pablo procede a ampliar más la diferencia entre los judíos y los griegos incrédulos y los creyentes cristianos. El v. 23 reconfirma que la cruz era “tropezadero” para los judíos, porque la idea de un redentor muerto no encajaba dentro de su teología.
La cruz de Cristo era para ellos un verdadero escándalo (la palabra en el texto griego es skandalon G4625). Es históricamente comprensible por qué los judíos responderían de este modo. Según Is. 11:2, la máxima bendición divina correspondía al Mesías. En cambio, Deut. 21:23 afirmaba que “el ahorcado es una maldición de Dios”. La cruz, pues, era un impedimento tal para los judíos que a la postre Pablo se vería en la necesidad de dar la mayor parte de su tiempo a la obra misionera entre los gentiles, ya que los judíos no respondían favorablemente a su mensaje.
Ayuda Hermenéutica:
G4625 σκάνδαλον = skándalon: («escándalo»); probablemente de un derivado de G2578; rama para trampa (arbusto encorvado), i.e. trampa (figurativamente causa de desagrado o pecado): - ocasión de tropiezo, caer, caída. (Strong).
El que Pablo ocupe aquí en este texto la primera persona plural (“predicamos”) involucra no tan sólo el hecho histórico de la cruz sino también el testimonio vía la predicación. No únicamente la cruz de Cristo era para los incrédulos un tropezadero, sino también la misma predicación apostólica como testimonio de fe personal era una tontería para ellos.
Ayuda
Hermenéutica:
G4716 σταυρός = staurós: de la base de G2476; estaca o poste (como clavada erecta), i.e. (específicamente) poste o cruz (como instrumento de pena capital); figurativamente exposición a la muerte, i.e. negación propia; por implicación expiación de Cristo: - cruz. (Strong).
Es
notable que entre los creyentes (los llamados) la reacción ante la cruz sea
muy diferente. Pablo aclara que el origen étnico de los creyentes no importaba.
Lo que hace que uno sea llamado es la acción de Dios, no la raza u origen
cultural del creyente. Este llamado divino otorga como dádiva una evaluación
adecuada de la cruz. Es decir, para
los que están siendo salvados, la cruz de Cristo es tanto poder como sabiduría.
Es significativo que en el AT., la primera característica de Dios sea su poder (en creación y redención). La sabiduría también es considerada como un rasgo tan importante en Dios que llega a ser una personificación de él. Este hecho se aprecia más en los libros de sabiduría del Antiguo Pacto. Todo esto implica que Cristo en la cruz es expresión del mismo ser de Dios, especialmente como activo en la nueva creación de los hombres y la revelación.
Cuando el Apóstol contrasta la sabiduría de Dios con la de los hombres (v. 25), es muy evidente que en realidad lo que los incrédulos llaman “necedad” en la predicación de la cruz viene a ser más sabio que toda la sabiduría de los hombres. Al comparar “la debilidad” (como así verían los paganos la muerte de Cristo en la cruz), ésta se hace más fuerte en su poder que el de todos los hombres. La sabiduría de los hombres sólo acaba en su propio detrimento. La sabiduría de Dios lleva a la redención. El poder de los hombres normalmente termina en la autodestrucción. El poder de Dios se despliega en la salvación.
Hace
falta agregar una palabra más respecto al v. 25. Pablo, con estas
palabras, no desdeña o menosprecia la educación o preparación académica. El
Apóstol sí arremete contra el orgullo intelectual de los hombres que impide su
aceptación del evangelio. Cuando se reconoce que Pablo mismo fue uno de los
hombres más preparados de su tiempo, es un error interpretar este versículo
como un desprecio de la preparación.
Recordemos
que la sabiduría es
una de las características principales de Dios; el hombre de Dios también debe
hacer todo lo posible por adquirir una sabiduría que le permita ser un siervo
fiel de Dios. Lo que más importa es que el
hombre tenga una actitud correcta respecto al propósito de su preparación:
· El
servicio.
Aunque los hombres consideren que:
Ø Es
un camino necio
y débil,
Ø Dios es más sabio y más fuerte que ellos.
2.
Segundo, Demuestra Cómo Las Dos Cosas Se Aprecian Dentro
De La Comunidad (1 Cor. 1:26-31).
Los vv. 26-29 son una unidad, porque el paralelismo que encontramos en el v. 25 respecto a la superioridad de la sabiduría y el poder de Dios sobre los de los hombres se lleva a su feliz término. En estos versículos el énfasis es sobre lo que Dios hace en la vida de los corintios y no sobre el rechazo de los incrédulos.
Con
el v. 26 Pablo regresa a la situación específica de la iglesia en Corinto. Los miembros de
la iglesia, en su mayoría, eran de origen humilde. Es decir, muchos eran
esclavos, carentes de derechos o privilegios. Claro, había excepciones (Erasto, el tesorero de la ciudad de Corinto;
ver Rom. 16:23), pero como un todo, los creyentes en Corinto no se destacaban
por su gran preparación. Durante el siglo I de la era cristiana no había
educación pública para la gran mayoría. Sólo los adinerados y los nobles tenían
acceso a la instrucción.
Pablo les recuerda a los miembros su origen humilde (desde la óptica del mundo). El Apóstol vuelve a los mismos conceptos de poder y sabiduría. Aunque en este versículo no menciona la sabiduría, al hablar de la condición de los creyentes corintios como de “pocos nobles”, se da por sentado que, por no tener acceso a la instrucción, carecerían de sabiduría ante el mundo. Pero el poder y la sabiduría de Dios eran accesibles por el llamamiento de Dios.
Dentro de los designios de Dios para Corinto, serían los “necios” de este mundo los que dejarían la sabiduría mundana en la nada (v. 27). Los “débiles” (según el mundo) están destinados a dejar en la nada a los supuestos poderosos. Todo esto, por el llamado (klesis G2821) de Dios. Acá el término griego habla de la acción de Dios y no de la condición de los llamados.
Ayuda
Hermenéutica:
G2821 κλῆσις = klésis: de una forma más corta de G2564; invitación (figurativamente): - vocación, estado (en que fue llamado), llamamiento, llamar. (Strong).
Nuevamente,
el Apóstol usa algunas expresiones referentes a los creyentes corintios (v.
28). Estas expresiones (conocidas de sobra por ellos) reflejan las
opiniones de los incrédulos corintios respecto a ellos. Los creyentes, muchos
de ellos esclavos, ya estarían acostumbrados a ser considerados como “lo vil y lo
menospreciado” de este mundo. Sus amos crueles los dejarían con esta
autoimagen.
Pese
a esto, Pablo les asegura a los creyentes corintios que por la elección de Dios
su posición está por encima de los demás. Algunos opinan que la frase “lo que no es”
es un término técnico de la filosofía griega. Por medio de esta frase, Pablo
está dando una razón para la frase de Jesús al decir:
· “Te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños” (Mt. 11:25).
Aunque el mundo considerara a los creyentes corintios como nada, dentro de los planes de Dios éstos ocupan una posición de honor. Debe decirse aquí que en todos estos razonamientos Pablo está usando como base un pasaje del AT. (Jr. 9:23-24). Desde luego, el propósito de todo esto se resume en la frase de Pablo “a fin de que nadie se jacte delante de Dios” (v. 29). Este versículo que sirve como resumen claramente asevera que la humildad, y no el orgullo, es la manera de llegar a Dios. La fe en la obra redentora de la cruz y no el orgullo delante de Dios conduce a la salvación.
El
medio por el cual el hombre llega a “estar en Cristo” es Dios mismo (v. 30). Si bien es cierto que por Cristo llegan:
· La sabiduría,
· La justificación,
· La santificación y
· La redención,
Hace falta reiterar que todo esto es dádiva de Dios. Sería imposible
que el creyente más fiel llegara a tal condición si no fuera por el Espíritu de Dios.
No hay nada en el hombre pecador que lo pueda conducir a Cristo. Al contrario, por religioso que sea el hombre, su “religión” siempre lo lleva a un dios falso, hecho a su propia imagen y semejanza. El que el hombre creyente esté “en Cristo” (término acuñado principalmente por Pablo) únicamente puede atribuírsele a Dios.
Para
los creyentes, Dios hace que Cristo sea la sabiduría. Desde luego,
esta sabiduría es la de Dios dada a los creyentes para que conozcan a Cristo.
Esta misma sabiduría Pablo la contempla bajo los rubros de “justificación, santificación y redención”. Se debe
entender que estas tres no son etapas de la salvación sino tres términos que
Pablo emplea para expresarla.
v “La justificación” es la realidad
por la cual Dios declara al hombre justo (sin culpa)
por su fe en la obra redentora de Cristo en la cruz.
G1343 δικαιοσύνη = dikaiosúne: de G1342;
equidad (de carácter o acto); específicamente justificación (cristiana): - justicia,
justificación. (Strong).
Nunca
puede considerarse como justicia propia de los hombres; es más bien la justicia
de Cristo que se le confiere al creyente por la fe.
v “La santificación” tampoco puede
considerarse como algo logrado por los esfuerzos morales de los hombres. Al
contrario, por la fe en la obra redentora de Cristo, el creyente es
separado por Dios (significado básico de “santificar”).
Ayuda
Hermenéutica:
G38 ἁγιασμός = jagiasmós: de G37;
propiamente purificación, i.e. (el estado de) pureza; concretamente (por
hebraísmo) purificador: - santidad, santificación.
Es
importante notar que la santificación es parte de la iniciación en la salvación
tanto como la obra de Dios que permite que el hombre crezca en la santidad.
Ninguna de las dos cosas, iniciación y crecimiento, es obra de los hombres sino
de Dios.
v “La redención”, describe el
proceso por el cual el hombre creyente es rescatado por el precio pagado en la cruz de Cristo. La redención de un
esclavo originalmente involucraba el pago de un precio de rescate para que se
liberara.
Ayuda
Hermenéutica:
G629 ἀπολύτρωσις = apolútrosis: de un compuesto
de G575 y G3083; (el acto) redención en pleno, i.e.
(figurativamente) librarse, o (específicamente) cristiana salvación: - redención,
remisión, rescate. (Strong).
Si bien es cierto que este último término es usado raramente por Pablo, no deja de ser un concepto importante en la descripción de la salvación que Dios provee en Cristo.
Ya que todo el proceso de la salvación es obra de Dios, el énfasis de Pablo en el v. 31 es que no hay base alguna para que el hombre se gloríe en sí mismo. Más bien, Pablo alude a. 9:23 ss.: “El que se gloría, gloríese en el Señor”. Si bien es sólo una alusión y no una cita, Pablo sintetiza el sentido del texto perfectamente. La esencia es que al hombre no le compete gloriarse en sí mismo sino sólo en Dios quien efectúa toda la salvación.
Advenimiento de un Mesías. 1:23:
Aspectos
de la sabiduría humana:
·
Los
judíos esperaban el advenimiento de un Mesías político;
Ø El morir en la cruz era para ellos una
prueba de que Jesús no era de la línea mesiánica.
· Los griegos amaban la filosofía.
Ø Tanto para los
judíos como para los
griegos el que Jesús muriera
en la cruz no tenía sentido.
·
La predicación de la cruz no es judía
por el legalismo de ellos,
· Pero
tampoco es griega por la especulación filosófica de aquellos.
Se
predica acerca de la cruz porque el Cristo crucificado presenta la redención de
los pecados del hombre.
3. Finalmente,
Habla De La Sabiduría y Lo Necio Con Relación a Su Propia Predicación (1 Cor. 2:1-5).
Aunque se puede apreciar que el mensaje en torno al Cristo crucificado es central en esta sección, Pablo sigue en cierta medida con el tema de la sabiduría. Esta vez la sabiduría aludida no es la de Dios ni la de los corintios; más bien, lo abordado aquí tiene que ver con la actitud del Apóstol en torno a la relación entre la sabiduría humana y la predicación del evangelio.
Pablo
advierte que cuando originalmente conoció a los corintios no les intentó
explicar el “misterio”
de Cristo con retórica griega pomposa. Se nota que los traductores del NT.,
tienen cierto problema con la palabra traducida en RVA como “misterio”
(ver la nota al pie de la página en RVA). Puesto que dos vocablos griegos son
muy semejantes (musterion G3466 y
marturion G3142), hay lecturas
variantes.
v La primera es la
que se usa en nuestro texto. Por “misterio” Pablo da a entender algo que antes era
ignorado, pero ahora ha sido revelado. Claro, este misterio sólo podía darse a
conocer por medio de Dios.
v La otra palabra marturion G3142 se traduce como “testimonio”. Varios comentaristas favorecen el uso de esta traducción como original, creyendo más bien que la palabra musterion G3466 pudiera haber sido incluida en el texto por un copista debido al uso de la palabra en 2:7.
Aunque
es popular decir que Pablo, después de un supuesto fracaso en su predicación en
Atenas (Hech. 17:16 ss.), ahora se compromete a predicar únicamente al Cristo
crucificado, es un poco difícil aceptar esta idea. La razón es que Pablo en su
mensaje a los atenienses no dejó fuera la idea de la cruz. Lo que hizo que los
griegos rechazaran su mensaje fue la idea de la resurrección.
Hay que reconocer que la resurrección viene siendo una parte del mensaje de la cruz. Cuando Pablo dice que llegó a Corinto sin palabras de sabiduría, sus palabras en el v. 2 no se dirigen a sí mismo por algún supuesto fracaso pasado, sino se dirigen a varios dentro de la congregación que valoraban demasiado la sabiduría humana.
Pablo llegó a Corinto con las mismas palabras misioneras con las que llegaba a todas partes; esas palabras siempre incluían la totalidad del mensaje apostólico (ver Gál. 3:1).
Las
palabras referentes a la condición de Pablo al llegar a Corinto (v. 3) han sido
interpretadas de varias maneras:
· Algunos opinan que las referencias a
debilidad, temor y temblor tienen que ver con su estado físico.
· Otros creen que Pablo con estas palabras
refleja lo que algunos entre los corintios pensaban de él; es decir, no lo
tenían muy en alto como líder.
· Lo más probable es que las palabras aludan a su propio concepto de sus
habilidades ante los enormes problemas de los corintios.
· Pablo se vería apocado por la inmensa
tarea; el Apóstol reconocía que los corintios demandarían mucho en cuanto a sus
destrezas retóricas.
· En otro lugar confesó que sus técnicas
oratorias no eran las mejores (Gál. 10:10).
Por
esto (v. 4) que ni el contenido ni la forma homilética de su mensaje se
destacaban por una brillantez oratoria. Pablo emplea en este texto un vocablo griego
que no aparece en ningún otro lugar en el NT., como adjetivo. Es la palabra que
se traduce en RVA como “persuasiva” (peithos G3981).
Al usar esta palabra junto con “sabiduría” (sofia
G4678), Pablo rechaza de plano todo intento por convencer a los corintios
con la sabiduría humana.
Más bien, el Apóstol reconocía que era imprescindible que dependiera totalmente del poder del Espíritu de Dios. Urge que se reconozca que este poder es del Espíritu divino, y no del ser humano.
Ayuda Hermenéutica:
G3981 πειθός = peidsós: de G3982;
persuasivo: - persuasiva.
(Strong).
G4678 σοφία = Sofía: de G4680; sabiduría (más elevada o más baja, mundana o espiritual): - sabiamente, sabiduría. (Strong).
En el v. 5 Pablo aclara definitivamente que su obra entre los corintios tenía la meta de hacerles ver su dependencia del Espíritu de Dios. Contrario a todo lo que la sabiduría humana exigía entre los corintios, Pablo abogaba por que la fe cristiana se basara en el poder divino. Sería un error garrafal pretender basar la fe en la sabiduría humana que él u otro pudiera tener.
Raymond
Bryan Brown acierta al decir:
Ø “En Romanos Pablo contrasta la gracia de Dios y las obras humanas. En 1 Corintios, contrasta el poder de Dios y la sabiduría humana. Aunque el énfasis es distinto, el mensaje y el propósito son iguales en ambas cartas: el llamar a los hombres a la fe en Dios, no a una fe en sí mismos”.
Concluye:
Por
el Espíritu Santo, sentimos que el poder y la sabiduría de Dios
aparecieron en nuestra vida y nos guiaron al Señor.
Jesús
tiene poder para cambiar incluso el corazón más duro. ¿Quién puede necesitar esto hoy?
El llamar a los hombres a la fe en Dios, no a una fe en sí mismos.
__________
Nota
y Bibliografía:
-
Biblia de Estudio RYRIE.
-
e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez. 23//6//2025. MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del
Hospital Regional II. Cel.
937-608382-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
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