El Nuevo Pacto: (Jeremías 31:31-34)
El Nuevo Pacto:
(Jeremías
31:31-34)
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá… No como el pacto que hice con sus
padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque
ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová… Pero
este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a
ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo… Y no enseñará más ninguno a su
prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce
a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más
de su pecado”.
(Jr. 31:31-34).
Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez:
Este
es el pasaje más importante en el AT., al nuevo
pacto (comp. Is. 59:20-21; Jr.
32:37-40; Ez. 16:60-63; 37:21-28; véase nota en Heb. 8:6).
En hebreo 8:6: El pacto del que Cristo es mediador es mejor,
puesto que está estipulado sobre mejores promesas. En los vv. 6-13, se
contrasta el nuevo pacto con aquel primero (v. 7); i.e., la ley mosaica (Ex.
19:5).
· La sangre de Cristo es
la base del nuevo pacto y paga por
los pecados de todos (Mt. 26:28);
· Los cristianos son
los ministros de dicho pacto (2
Cor. 3:6);
· Con todo, uno de sus aspectos tendrá su cumplimiento en el milenio en relación con Israel y con Judá (conforme está predicho en Jr. 31:31-34).
Será
concertado en el futuro con toda la nación será incondicional (Jr. 31:32): entre sus provisiones se cuentan:
1. Un cambio de corazón,
2. Comunión con Dios,
3. Conocimiento de
Jehová y
4. Perdón de pecados.
Todo esto se cumplirá para Israel cuando el Señor regrese (Rom. 11:26-27).
El preámbulo al nuevo pacto (27–30) responde a un proverbio del tiempo del exilio que se quejaba de que esa generación estaba sufriendo por los pecados de las precedentes (compare Ez. 18:2). El Señor más bien trataría con cada generación, y aun con cada individuo, separada y justamente. La idea de un nuevo pacto había estado contenida hasta aquí en todas las profecías de los caps. 30–31.
1. El Nuevo Pacto:
Ahora es
detallada (31–34). El nuevo pacto se
hace con ambos, Israel y Judá. La renovación retrocede hasta Abraham y Moisés,
no simplemente hasta la caída de Judá, y recrea el pacto; “nuevo”
puede significar “renovado”.
Este
pacto, sin embargo, será distinto
de aquel que generaciones previas habían invalidado (32). Estará escrito sobre
los corazones del pueblo, ya no sobre piedras como los Diez Mandamientos (33;
compare Ex. 24:12). En otras palabras, será una cálida delicia para el pueblo,
no una fría prescripción. Esto había sido siempre el ideal (compare Deut.
10:16; 30:6), pero ahora va a ser una realidad, porque de algún modo el Señor
crearía el deseo y habilidad en su pueblo (escribiré
…).
Dos características del nuevo pacto se mencionan ahora:
· Primera, no será necesario estimular al
pueblo a conocer a Dios, porque todos le conocerán. Tal conocimiento significa
no sólo un conocimiento del carácter y caminos del Señor, sino que es personal,
e implica un compromiso de la voluntad. Es una respuesta a su conocimiento de
nosotros, que es también un compromiso total de él mismo.
· Segunda,
Dios perdonará los pecados del pueblo de una manera nueva y decisiva (compare Heb.
10:1–17).
Los dos pasajes siguientes afirman:
Ø Primero, que el nuevo pacto será
perpetuo (35–37*); y,
Ø Segundo, que como
resultado de él la ciudad de Jerusalén será reedificada (38–40**).
Nota: adicional sobre la interpretación del nuevo
pacto. El
sentido claro de la profecía en 31:31–34 la relaciona con las naciones
históricas de Israel y Judá. Se refiere, en primer lugar, al regreso de los
exiliados de Babilonia.
Esto es claro por la referencia a la reedificación de la ciudad en los vv. 38–40. Toda la tendencia de los caps. 30 y 31 ha sido en esta dirección también. La profecía del nuevo pacto, por tanto, tiene un primer cumplimiento cuando Dios trajo de regreso a los exiliados en 539 Antes de Jesucristo y los años siguientes.
NOTAS: Desde otra perspectiva veamos:
*Los versículos
35-37: Dios tiene el poder de abolir las leyes de la naturaleza y aun de
eliminar a su pueblo. Pero no hará ninguna de estas cosas. Esta no es una
predicción, sino una promesa. De esta manera Dios expresa que, así como no
abolirá las leyes de la naturaleza, tampoco rechazará a Israel. ¡Nada de esto sucederá!
**Los versículos 38-40: Estos puntos destacan los límites de la Jerusalén restaurada en los días de Nehemías. Gareb y Goa son desconocidos. El valle de los cuerpos muertos y de la ceniza es tal vez el valle del hijo de Hinom, donde se sacrificaban niños en cultos paganos.
Sin embargo, la profecía sugiere más que esto. La inclusión de “Israel”, que había dejado de existir como nación para la época de Jeremías, sugiere que se espera un cumplimiento más profundo que un mero retorno físico a la tierra. El antiguo pacto será cumplido al fin en un modo nuevo, por un pueblo que es capaz de entrar a él, con la ayuda de Dios.
2. El Nuevo Pacto Del NT.:
“…porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
muchos es derramada para remisión de los pecados…”. (Mt. 26:28, 26-29).
NOTA: V. 28: del nuevo pacto. El nuevo testamento, o nuevo pacto, es el nuevo arreglo de Dios con los hombres, basado en la muerte de Cristo.
El Nuevo Testamento enseña que el cumplimiento decisivo de la profecía del nuevo pacto tiene lugar en Jesucristo (1 Cor. 11:25; Heb. 8:7–13; 9:15).
Veamos Algunas Citas a Este Nuevo Pacto:
Primero:
“Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en
memoria de mí”. (1 Cor. 11:25).
tomó
también la copa después de haber cenado (v. 25)—El griego: “después de comida
la cena”, es decir, la cena pascual que había precedido a la cena del Señor, así como el ágape, o fiesta de
amor, más tarde. Por tanto, vosotros corintios, debierais hacer una separación
entre las comidas ordinarias y la cena
del Señor.
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto—o “convenio”. La copa viene a ser, simbólicamente, el
pergamino donde está escrito mi nuevo convenio, o testamento, firmado y
sellado, que os traspasa a vosotros toda bendición ahora y para siempre.
en mi
sangre—Es
decir, ratificado por mi sangre, mi muerte:
“no por la sangre de machos cabríos ni de becerros”
(Heb. 9:12). haced esto todas las veces que bebiereis—Lo que insinúa que se había de celebrar a menudo. en
memoria de mí—Esto lo expresa Lucas, lo cual es entendido por Mateo
y Marcos.
Pablo lo repite la
segunda vez, por cuanto convenía a sus propósitos. Los antiguos sacrificios
continuamente traían los pecados a la memoria (Heb. 10:1, 3). La cena del Señor conmemora
a Cristo y su sacrificio hecho una vez por todas para la plena y final remisión
de pecados. (1 Cor. 11:25).
Segunda:
“Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la
casa de Judá un nuevo pacto;
No
como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos
de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor”. (Heb. 8:8-9).
Este pasaje hace
referencia a Jeremías 31:31-34 y compara el nuevo
pacto con el antiguo. El antiguo
acuerdo fue el pacto de ley entre Dios e Israel. El nuevo y mejor pacto es el
de la gracia. Cristo nos ofrece perdonar nuestros pecados y conducirnos a Dios
mediante su muerte expiatoria.
Este pacto es nuevo en extensión; va más allá de Israel y Judá, e incluye a todas las naciones gentiles. Es nuevo en su aplicación, ya que está escrito en nuestro corazón y en nuestra mente. Ofrece un nuevo camino hacia el perdón, no mediante el sacrificio de animales sino a través de la fe. ¿Ha entrado usted en ese nuevo pacto y ha comenzado a andar de la mejor manera? (Heb. 8:8-9).
Último:
“Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que
interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el
primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”. (Heb.
9:15).
Las personas de la época del Antiguo Testamento eran salvas mediante el sacrificio de Cristo, a pesar de que eso todavía no había tenido lugar. En las ofrendas de los sacrificios de animales inmaculados, ellos miraban hacia el futuro, al Cristo venidero. No había razón para retornar al sistema expiatorio ahora que Cristo había venido como el perfecto sacrificio. (Heb. 9:15).
Esto significa que el pacto de Dios es realizado finalmente en el pueblo que está “en Cristo”. La nueva clase de perdón es posible porque él ha hecho un sacrificio por el pecado de una vez para siempre, lo que hace anticuados todos los otros sacrificios (Heb. 10:15–18). Es un pacto que no puede caducar porque ha sido perfeccionado por Cristo, Aun así, su nuevo pueblo es llamado a la fidelidad y le es dado el Espíritu Santo para hacerle capaz.
NOTA:
“Este es el pacto que
haré con ellos
Después de aquellos
días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones,
Y en sus mentes las
escribiré”. (Heb. 10:16).
Además de que la única ofrenda de Cristo trae promesa de salvación, nos atestigua . . . el Espíritu Santo, a través de Jeremías, que Dios obrará en nosotros para hacer surgir nuevos deseos de hacer su voluntad. Aún más, dondequiera que el antiguo pacto1) solamente podía servir como recordatorio de pecados (véase v. 3), el nuevo pacto2) trae real perdón. (Heb. 10:16).
Hay, por lo tanto, un paralelo entre como Dios actuó hacia la antigua Judá al traerla de regreso a Babilonia, y como él actúa hacia todo el mundo en Cristo. El antiguo Israel y Judá tienen su contraparte en la iglesia, que es el cuerpo de Cristo y llama a todo el pueblo a él.
Concluyen:
El Nuevo Pacto en detalle:
·
Un pacto diferente:
A diferencia del pacto del Sinaí, este nuevo pacto no se basará
en la observancia externa de la ley, sino en una transformación interna.
·
Escrito en el corazón:
Dios promete poner
su ley dentro de su pueblo y escribirla en sus corazones, lo
que implica una relación personal y profunda con Él.
·
Perdón de pecados:
El nuevo pacto también
incluye el perdón completo de los pecados de aquellos que se acojan a él.
·
Conocimiento de Dios:
Todos, desde el más
pequeño hasta el más grande, conocerán a Dios de manera personal, lo que
significa una relación íntima y directa
con Él.
·
Futuro seguro:
El Nuevo Testamento confirma que este pacto es una promesa segura de Dios y que la muerte de Cristo lo inauguró.
En resumen: Jeremías 31:31-34 anuncia un pacto de gracia
y perdón, donde Dios
transforma el corazón de su pueblo y establece una relación íntima y duradera
con ellos.
Aún
más, dondequiera que el antiguo pacto solamente
podía servir como recordatorio de pecados, el nuevo pacto trae real perdón.
__________
Nota
y Bibliografía:
1) H3772 karat = (כָּרַת, H3772),
«cortar, talar; cortar un pacto; hacer un pacto;
pactar». Este verbo también aparece en acádico, moabita y en hebreo
posbíblico. Se constatan unos 290 casos del verbo en todos los tiempos del
hebreo bíblico.
Básicamente karat quiere decir «cortar o separar»
alguna cosa de otra con el filo de un instrumento. El vocablo tiene varios usos
y matices. Se puede cortar una rama (Núm. 13:23) y «[blandir] el hacha para
cortar un tronco» (Deut. 19:5 rva). El término también se usa para indicar el
acto de «derribar» ídolos de madera (Ex. 34:13). Karat
puede señalar el «desmembramiento» de un cuerpo (1 Sam. 5:4). En Jr. 34:18 este
verbo significa «dividir en dos partes». «Cortar» también se aplica a la
circuncisión. En Ex. 4:25 Séfora «tomó un pedernal
afilado y cortó el prepucio de su hijo». Un uso relacionado, aunque
diferente se encuentra en Núm. 11:33 donde significa «masticar» alimentos.
«Cortar» puede
significar «exterminar» o «destruir». Dios dijo a Noé: «No exterminaré ya más
toda carne con aguas de diluvio» (Gn. 9:11: primera vez que se usa el verbo). Karat puede indicar exterminación
espiritual y social. «Cortar» a alguien de esta manera no necesariamente
significa matarlo físicamente; puede ser expulsado de la familia y separado de
las bendiciones del pacto. Dios dijo a Abraham que «el varón incircunciso, el
que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será
cortada de su pueblo; ha violado mi pacto» (Gn. 17:14).
Uno de los usos
más conocidos de este verbo es «hacer un pacto o
pactar». El proceso mediante el cual Dios hizo un pacto con Abraham
se llama «cortar»: «Aquel día hizo Jehová un pacto con Abram» (Gn. 15:18). El
término «pacto» aparece nueve veces antes de este incidente, aunque no en
relación con karat. Sin
embargo, un sinónimo de karat (batar), que se relaciona de manera directa con
el proceso de «pactar» se encuentra en un pasaje inmediatamente anterior (Gn. 15:10).
Además, de aquí en adelante, en Génesis y a través de toda la Biblia, karat se asocia a menudo con «hacer un pacto». Por tanto, karat viene a ser una especie de término
especializado para «pactar». En Génesis
el vocablo indica a menudo una ceremonia en la que se partían en dos a los
animales sacrificiales y el que pactaba pasaba en medio de los dos pedazos.
Quien pasara entre los pedazos comprometía su fidelidad al pacto. Si esta
fidelidad se quebrantaba, podrían él o sus animales esperar la muerte. La
ceremonia no la creó Dios específicamente para tratar con Abraham; más bien fue
una práctica muy conocida y generalizada en aquellos tiempos.
Aunque la práctica
de literalmente «cortar» un pacto fue
desapareciendo, el término permaneció quizás en alusión a este proceso
abrahámico de pactar (comp. Jr. 34:18). En algunos casos queda bien claro que
no hubo ninguna ceremonia de «cortar»
literalmente y que karat es,
más bien, un término especializado que expresa «llegar a un acuerdo por
escrito» (Neh. 9:38). (VINE).
2) G1242 diatheke = (διαθήκη, G1242),
significa primariamente otorgamiento de propiedad mediante un testamento o por
otros medios. En su utilización en la LXX, es traducción de un término hebreo
que significa pacto o acuerdo, de un verbo que significa cortar o dividir, en
alusión a una costumbre sacrificial relacionada con la celebración de un pacto (por ejemp., Gn. 15:10: «partió»; Jr. 34:18-19:
«dividiendo»).
En
contraste al término castellano «pacto», que
significa una mutua obligación de dos o más partes, comprometiéndose cada una
de las partes a cumplir sus obligaciones, diatheke no
implica por sí mismo la idea de obligación mutua, sino
que mayormente significa una obligación asumida por una sola persona. Por ejemplo, en
Gál. 3:17 se utiliza como una alternativa a «promesa»
(vv. 16, 17 y 18). Dios impuso a Abraham el rito de la circuncisión, pero su
promesa a Abraham, que recibe en este pasaje el nombre de pacto, no estaba
condicionado a la observancia de la circuncisión, aunque hubiera una pena sobre
su inobservancia.
«Los
usos de esta palabra en el NT., pueden ser analizados de la siguiente manera:
(a) Una promesa o
compromiso, humano o divino (Gál. 3:15);
(b) Una promesa o
compromiso de parte de Dios (Lc. 1:72; Hech. 3:25; Rom. 9:4; Rom. 11:27; Gál. 3:17;
Ef. 2:12; Heb. 7:22; Heb. 8:6, 8, 10; Heb. 10:16);
(c) Un pacto, un
compromiso mutuo, entre Dios e Israel, véase Deuteronomio 29 y 30 (descrito
como un «mandamiento»; Heb. 7:18, comp. v. 22; Heb. 8:9; Heb. 9:20);
(d) Por metonimia, el
registro del pacto (2 Cor. 3:14; rv: «testamento»; Heb. 9:4; comp. Ap. 11:19;
rv: «testamento»);
(f) La base,
establecida por la muerte de Cristo, sobre la que se consigue la salvación de
los hombres (Mt. 26:28; Mr. 14:24; Lc. 22:20; 1 Cor. 11:25; 2 Cor. 3:6; Heb. 10:29;
rv: «testamento»; Heb. 12:24; rv: «testamento»; Heb. 13:20; rv: «testamento»).
«Este pacto recibe
el nombre de «nuevo» (Heb. 9:15), el «segundo» (Heb. 8:7), el «mejor» (Heb. 7:22). En Heb. 9:16-17, la traducción
es muy discutida. No parece haber suficientes razones para apartarse, en estos
versículos, de la palabra que se usa en los otros pasajes. El término
castellano «Testamento» se toma de los títulos prefijados a las versiones
latinas» (de Notes on Galatians, por Hogg y Vine, p. 144). (VINE).
-
Biblia de Estudio RYRIE.
-
e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez. 23//6//2025. MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”. Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18. III Etapa. Cerca del
Hospital Regional II. Cel.
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