EL REGRESO DE JESÚS: (Juan 14:1–3)
EL REGRESO DE JESÚS:
(Juan
14:1–3)
“No
se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí… En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues,
a preparar lugar para vosotros… Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que
donde yo estoy, vosotros también estéis”.
Pastor: Carlos
Ramírez Jiménez:
Jesús habló de su regreso como
una fuente de gran consuelo para sus discípulos. La noche antes de ir a la
cruz, en un aposento alto donde acababan de celebrar la Pascua, Jesús les dijo:
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”. (v. 1):
Ø Jesús se va al Padre (14:1–11).
Su salida del mundo dará lugar a una nueva relación entre él y sus discípulos.
Ø Su
misión terrenal será
realizada por medio de ellos (14:12–14), el Espíritu
Santo ministrando en y por medio
de sus vidas (14:15–17).
Ø Él
no los
abandonará, sino que morará en ellos y ellos en él y todos en el
Padre (14:18–24).
Ø Jesús
les anticipa estas verdades para que, cuando llegue la crisis de su muerte,
ellos se mantengan firmes (14:25–31).
Plummer
llama la atención al movimiento de espiral en los caps. 14—17. Los varios temas se presentan y se retiran en pasos
sucesivos:
·
El Paracleto se presenta
cinco veces (14:16,
17, 25, 26; 15:26; 16:8–15, 23–25);
·
La relación entre la iglesia y el mundo en tres pasajes (14:22–24; 15:18–25; 16:1–3).
Lo mismo sucede con la salida y retorno de Cristo.
1. No Se
Turbe Vuestro Corazón: V. 1:
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”. (v. 1):
Ayuda Hermenéutica:
G5015 ταράσσω = tarásso: de afín. incierta; remover o agitar (agua): - agitar, alborotar, conmover, conturbar, inquietar, perturbar, sobrecoger, turbar. (Strong).
Los
discípulos estaban profundamente perplejos debido al anuncio en el capítulo
anterior de la entrega por Judas, de la negación por Pedro y de su salida del
mundo. Y con toda razón, pues ellos lo habían dejado todo para seguirle a él,
depositando toda su seguridad actual y futura esperanza en él. Como en el dicho:
Ø “Habían quemado sus puentes y
botes, haciendo imposible un retorno”.
Además, evidentemente seguían con un concepto equivocado del rol mesiánico de Jesús, que según ellos incluía la visión de un reino terrenal establecido en Jerusalén (ver Hech. 1:6).
NOTA:
Hech. 1:6: Un reino terrenal establecido en
Jerusalén:
La pregunta de los
apóstoles de si por fin iba a restablecer el reino
a Israel parece estar sugerida por la anterior promesa del Señor de que,
pasados pocos días, serían bautizados en el
Espíritu Santo. A través de todo su ministerio Jesús trabajó
dentro de un concepto del reino de Dios completamente diferente del de los
líderes del judaísmo (pensamiento religioso judío) del primer siglo.
Es interesante hacer notar cómo los discípulos, después de varios años de
convivencia con el Maestro, seguían aún esperando una restauración temporal de
la realeza davídica, con dominio de Israel sobre los otros pueblos.
Por tanto, así interpretaban lo dicho por los profetas sobre el reino mesiánico (ver Is. 11:12; 14:2; 49:23; Ez. 11:17; Os. 3:5; Amós 9:11–15; Salm. 2:8; 110:2–5), a pesar de que ya Jesús, en varias ocasiones, les había declarado la naturaleza espiritual de ese reino (ver Mt. 16:21–28; 20:26–28; Lc. 17:20, 21; 18:31–34; Juan 18:36).
Jesús
observaba en el rostro de sus discípulos la desesperación y procedió a
calmarlos con No se turbe1) vuestro
corazón (ver v. 27).
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. (Jn. 14:27).
Los tres verbos griegos que se traducen no se:
· Turben,
· Creéis y
· Creed.
Pueden ser imperativos o indicativos, pues la forma de ambos modos es igual.
Ayuda Hermenéutica:
tarasso
= (ταράσσω, G5015), relacionado con taraque (véanse ALBOROTO, MOVIMIENTO). Se usa:
(1) En un sentido físico (Juan 5:7; en algunos mss. v. 4),
(2) Metafóricamente:
(a) Del
alma y espíritu del Señor (Juan 11:33), donde la verdadera traducción es «se angustió»;
(b) De
los corazones de los discípulos (Juan 14:1, 27);
(c) De
las mentes de aquellos que están atemorizados o perplejos (Mt. 2:3; 14:26; Mr. 6:50;
Lc. 1:12; 24:38; 1 P. 3:14);
(d) De
subvertir las almas de los creyentes, con malas doctrinas (Hech. 15:24; Gal. 1:7;
5:10);
(e) De
alborotar una multitud (Hech. 17:8; v. 13 en los mejores textos: «alborotaron a las multitudes»; véanse AGITAR,
ALBOROTAR, CONTURBAR, INQUIETAR, PERTURBAR, TURBAR. (VINE).
G4100 πιστεύω = pisteúo: de G4102; tener fe (en, o con respecto a, persona o cosa), i.e. crédito; por implicación confiar (específicamente a Cristo el bienestar espiritual de uno): - encomendar, fiar, guardar, confiar, creer, creyente. (Strong).
Esta
ambigüedad da lugar a traducciones distintas que se observan en las versiones.
Sin embargo, el contexto parece indicar que el modo imperativo cabe mejor por
lo menos para el primero y tercero. Ciertos comentaristas tomarían los tres como imperativos, (Turben, Creéis y Creed).
Argumentando que:
Ø El creer en Jesús no es algo adicional,
Ø A creer
en Dios.
Además,
el creer correctamente en Dios es
imposible aparte de creer primero
en Cristo, porque la revelación perfecta y cabal de Dios nos llega únicamente
en Cristo.
Plummer dice lo contrario:
·
“En todo caso una genuina creencia y confianza en Dios conducirá a una creencia y confianza en su Hijo”.
Mateos-Barreto lo traduce:
· “No estéis intranquilos; mantened vuestra adhesión a Dios manteniéndola a mí”.
Además,
los tres verbos están en el tiempo presente, con énfasis en una acción
continuada. Una traducción que capta este
énfasis sería:
· “No siga turbándose vuestro
corazón”,
· “Estáis creyendo” y
· “Seguid creyendo”.
Se
emplea la preposición griega eis
G1519 después de ambos verbos creer,
indicando una fe profunda y comprometida.
El énfasis del versículo, y el principio espiritual que se desprende, es que:
Ø La creencia en Cristo, y
Ø El Padre.
Es la solución para corazones turbados.
Ayuda Hermenéutica:
G1519 εἰς = eis: preposición primaria; a o adentro (indicando el punto alcanzado o al que se ha entrado), de lugar, tiempo, o (figurativamente) propósito (resultado, etc.); también en frases adverbio: - perecer, siempre, entrar, alcanzar. A menudo usado en composición con el mismo sentido general, pero solo con verbos (etc.) que expresan movimiento (literalmente o figurativamente). (Strong).
El
término corazón nunca se usa en el
NT., para referirse al órgano físico. Generalmente tiene en mente el centro de nuestro ser:
Ø Físico,
Ø Moral,
Ø Espiritual
e
Ø Intelectual.
Vincent comenta que a veces tiene la idea de “alma” (psuque G5590), la vida individual, y “espíritu” (pneuma G4151), el principio de vida. En el corazón el espíritu, que es el principio distintivo de la vida o alma, tiene el centro de su actividad. Las emociones de gozo y tristeza, por lo tanto, se atribuyen tanto al corazón como al alma (ver v. 27; 12:27).
Ayuda Hermenéutica:
G5590 ψυχή
= psujé: de G5594; aliento, i.e. (por implicación) espíritu, abstractamente o concretamente (el
principio sensitivo del animal solo; así distinguido por un lado de G4151,
que es el alma racional e inmortal; y por el otro G2222, que es mera
vitalidad, aun de las plantas: estos términos de este mondo corresponden exactamente
y respectivamente a los hebreo H5315, H7307 y H2416):
- persona, ser, vida, muerte, alma, ánimo, corazón.
G4151 πνεῦμα = pneúma: de G4154; corriente de aire, i.e. respiración (soplo) o brisa; por analogía o figurativamente un espíritu, i.e. (humano) el alma racional, (por implicación) principio vital, mentalmente disposición, etc., o (sobrehumano) ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu Santo: - aliento, espíritu, espiritual, viento. Compare G5590. (Strong).
El
corazón también es el foco de la
vida religiosa (ver Mt. 22:37; Lc. 6:45; 2 Tim. 2:22). También es la esfera de
la operación de la gracia de Dios (ver Mt. 13:19; Lc. 8:15; 24:32; Hech. 2:37;
Rom. 10:9 s.).
También,
el uso singular de corazón, cuando
se refiere al de varios, llama la atención. Este fenómeno se debe a la
influencia semítica que tiene una preferencia por el “singular distributivo”. Juan emplea el uso
singular de corazón en esta manera
cinco veces, incluyendo una cita de la LXX, pero nunca en el plural (ver v.
27).
2. Muchas
Moradas Hay: V. 2:
“En
la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros”. (Jn. 14:2):
Además
de mandar creer en Dios y en él mismo como antídoto para su ánimo turbado, Jesús agrega otro factor que
infundiría tranquilidad en el corazón de
ellos.
En este versículo dice tres cosas:
·
Afirma que hay muchas moradas;
·
Les asegura que si no
fuera así él les hubiera dicho; y
· Que iba a preparar un
lugar para ellos.
Casa de mi Padre se refiere al cielo, el lugar de la morada o el “hogar” de Dios. El término casa se refiere a una habitación donde mora la gente, generalmente un edificio. Sin embargo, se entiende que no se refiere a un lugar geográfico, ni físico, sino a otra dimensión de existencia.
El
término moradas, usado sólo aquí y en el v. 23 en el NT., se deriva del verbo
que significa:
Ø “Morar” o
Ø “Permanecer” (ver 15:4–7, 9, 10).
Mateos-Barreto
lo traduce “viviendas para muchos”. El
término “mansiones”, usado en la Vulgata
y traducido así en algunas versiones en castellano, se deriva del mismo verbo,
pero agrega un concepto extraño al significado literalmente del término griego,
es decir, una habitación de esplendor lujoso. Quizás por esto la RVA lo traduce
moradas. Muchas moradas dan la idea de algo espacioso, totalmente adecuado para
todos. Jesús anuncia su salida, sí, pero sería para el beneficio de los que
ahora estaban turbados.
Vincent,
Lindars, Barrett y otros ubican De otra manera, os lo hubiera dicho entre
paréntesis o con puntuación, conectando muchas
moradas hay… voy pues, a preparar… En
esta manera traducen la conjunción griego causal como “porque”, en vez de pues, quedando “…porque voy a preparar…”. Este arreglo es
convincente. El término lugar se describe con
otros dos:
· Casa y
· Morada.
Jesús no describe, ni ofrece más datos sobre el significado del lugar que va a preparar.
Varios
comentaristas traducen el término moradas como “estaciones”
o “lugares de morada
transitoria”. Basados en este concepto, Orígenes, Wescott, Temple y
otros conciben el cielo como un lugar de pasaje de una estación a otra,
progresando hacia una meta final. Es cierto que el término moradas se ha usado
en este sentido en varias culturas.
Sin
embargo, la etimología del término parece indicar un lugar fijo y permanente
(ver v. 23). Por lo tanto, Tasker, Morris y otros refutan la idea de que el
concepto de un pasaje por estaciones en el cielo se enseña en este pasaje.
3.
Vendré Otra Vez: V. 3:
“Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. (Jn. 14:3):
La cláusula condicional Y si voy…
(v. 3) emplea una partícula que indica un futuro más
probable. No implica duda de parte de Jesús.
Plummer
dice que el énfasis está en el “resultado”
o “consecuencias” de haber ido más bien
que el tiempo de la acción (ver 12:26). Además
de prometerles un lugar preparado especialmente para ellos, promete regresar:
v Vendré otra vez.
El verbo vendré*) está realmente en el tiempo presente, lo cual da certeza a la promesa; literalmente es “otra vez vengo o estoy viniendo”. Según la gramática griega, se puede usar un verbo en el tiempo presente, vívido y realista, en afirmaciones de absoluta seguridad respecto al futuro.
Ayuda Hermenéutica:
*) G2064 ercomai = (ἔρχομαι, G2064), denotando tanto ir como venir, significa el acto, en contraste con jeko = que destaca el hecho de la llegada (véase Nº 13 más adelante), como por ejemp., Juan 8:42: «he salido (ercomai), y he venido (jeko)». Se traduce con el verbo llegar (por ejemp., en Mt. 8:28; 9:28; 12:44; etc.). (VINE).
Hay
un sentido en que Jesús viene
en varias maneras a los suyos en esta vida, pero esta referencia apunta
especialmente a la Segunda Venida,
concepto que escasea en los escritos de Juan en comparación con el resto del
NT.:
· Algunos
comentaristas opinan que vendré
otra vez se refiere a la resurrección y
la
unión de Cristo con la iglesia por medio del Espíritu
Santo (ver v. 23).
· Pero
Morris y muchos otros creen que se refiere a la Segunda
Venida, cuando Cristo tendrá, entre otros, el propósito de juntar a
los suyos a su lado y jamás habrá otra separación.
Ambas interpretaciones son admisibles.
Poco o nada se nos dice en cuanto al lugar ni la morada que él está preparando para nosotros; basta la promesa de que estaremos con él. Más que el lugar, o la clase de morada, el énfasis está sobre la unión íntima, inseparable y eterna de los creyentes con su Señor.
NOTA: V. 3:
Observe lo categórico que es Cristo:
·
“Vendré otra vez”.
Mientras
los discípulos se dolían por la noticia de su partida, Jesús les ofreció
consuelo con esta promesa:
Ø Él regresará para llevar a su pueblo a la casa de su Padre.
Para
las personas que luchan con la ansiedad y el temor en este mundo, los
pensamientos de un hogar eterno ofrecen gran esperanza. Observa cómo describe Juan ese nuevo hogar:
· “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios… Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. (Ap. 21: 3-4).
Concluyó:
El
regreso de Jesús exhibirá la presencia perfecta de Dios, resolverá las
consecuencias del pecado y traerá consuelo para todos los que sufren y se
duelen, porque se corregirá la fuente de todo ese dolor.
Basta la promesa [“vendré otra vez”] de que estaremos con él.
____________
Nota
y Bibliografía:
1) G5015
ταράσσω = tarássō
ταράττω = taráttō;
fut. taráxō. Agitar, perturbar, agitar. Usado trans.:
(I)
Como agitar el agua en un estanque (Jn. 5:4, 7; sept.: Ez. 32:2, 13).
(II)
Usado figurativamente para referirse a la mente: agitar, perturbar, perturbar
con diversas emociones como el miedo, poner en inquietud. En el pasaje, estar
en inquietud (Mt. 2:3; 14:26; Mr. 6:50; Lc. 1:12; 24:38; 1 P. 3:14). En Hch.
17:8, en el acto y con el ac., agitar o perturbar con preguntas, que significa
inquietar. Usado en el pasaje. (Jn. 12:27; 13:21; 14:1, 27). Jn. 11:33, «Se perturbó» (a.t.) en el acto, es igual al
pasaje., «Se turbó en el espíritu» en Jn.
13:21. También se usa en referencia a la duda o perplejidad, con el acc. (Hch. 15:24),
«Os dejó perplejos con sus palabras»
(a.t. [Gál. 1:7; 5:10]).
Deriv.: diatarássō (G1298), perturbar
mucho; ektarássō (G1613),
agitar; tarachḗ (G5016),
agitación; tárachos (G5017),
perturbación. Sin.: diegeírō (G1326),
excitar, alborotar; thlíbō (G2346),
afligir; enochléō (G1776),
vejar; parenochléō (G3926),
acosar; skúllō (G4660),
molestar; anastatóō (G387),
agitar; thorubéō (G2350),
armar un alboroto; throéō (G2360),
clamar; thorubéō (G2350),
perturbar. Ant.: hēsucházō (G2270),
estar quieto; katastéllō (G2687),
aquietar; eirēneúō (G1514), traer paz; eirēnopoiéō (G1517), hacer las
paces.
(Tomada de: Diccionario
Completo de WordStudy).
-
Biblia de Estudio RYRIE.
-
e-Sword-the. LEDD. Mundo Hispano.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 10//6//2025. MISIÓN BAUTISTA “Emanuel”.
Ciudadela de Noé. Los Cardos Mz.E - Lt.18.
III Etapa. Cerca del Hospital Regional II.
Cel. 937-608382-Tumbes.
charlyibsh@hotmail.com
Visite: El Block ‘El Alfarero Restaurador’ “El Shaddai”.
(Clave: 1903)
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